AMATISTA

AMATISTA

"19Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista". Apo. 21:19-20.

Amatista, duodécimo cimiento del muro de la ciudad
Hermanos, hoy con la ayuda del Señor vamos a considerar la última de las doce piedras del fundamento del muro de la Nueva Jerusalén. Vamos a Apocalipsis 21:20; a la octava y última frase del verso 20: "el duodécimo, amatista". El duodécimo cimiento del muro de la Nueva Jerusalén es amatista; esto no se lo inventó Juan; esto lo hizo Dios, se lo mostró Dios a Juan. El Señor siempre fiel a los principios, a los comienzos, a los días de las pequeñeces; así como hablaba del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, tres personas, seres humanos comunes y corrientes, después de ellos hubo muchísimos, pero Dios que comenzó con ellos, que comenzó con Abraham al cual llamó padre de multitudes, padre de la fe, Dios se acuerda siempre de él, lo mismo de los apóstoles; hoy día la iglesia ha crecido por todos los continentes, pero el Señor comenzó con doce, y Él aprecia de manera especial a esos doce porque Él es el fundamento y puso a estos doce también como fundamento del muro de la ciudad santa y Él quiso representar a estos doce apóstoles suyos que son los testigos oculares de Su ministerio como Hijo del Hombre mientras estuvo en la tierra.
Dios quiso representarlos con doce piedras preciosas. Dios es el Dios de su palabra, es el Dios también de la naturaleza. Dios es el creador, Dios está en Su Palabra y Dios está también detrás de Su creación; la creación nos habla de la gloria y del poder de Dios; Dios utiliza la creación para hablarnos; también Dios está detrás de la historia; podemos ver la mano de Dios dirigiendo los acontecimientos del mundo, del universo; no los pecados de los seres humanos, sino dirigiendo las circunstancias en el universo en función del propósito eterno que Él tiene para con Su Hijo; hacerlo cabeza de todas las cosas, preeminente sobre todo y para con su iglesia coheredera y asistente con Él. Entonces, hermanos, Dios nos habla también por la naturaleza, y Dios, entre las muchas piedras preciosas, escogió a estas doce, y quiso que sobre cada una de ellas se colocara el nombre de uno de Sus apóstoles; esas piedras preciosas se forman de una determinada manera, se tallan de una determinada manera y tienen unas determinadas características y unas determinadas propiedades; y cuando Dios colocó el nombre de un apóstol suyo en una de esas piedras, y esa fue una elección de Dios, es porque realmente Dios nos está hablando a través de ese tipo de piedras, a través de ese tipo de propiedades, de cualidades, su manera en que es formada, cuales son sus características; claro que los apóstoles sin el Señor no serían nada; ellos no serían fundamento si no estuvieran en el fundamento que es el Señor Jesús. Lo que nos hablan estas piedras preciosas es de la formación de Cristo en sus apóstoles como los primeros en los cuales el Señor comenzó a formarse y para formarse también en el resto de la Iglesia; cada uno de estos apóstoles a través de estas piedras nos hablan de un aspecto de Cristo.

Hoy llegamos al número 12, la amatista, en la cual Dios quiso colocar el nombre hasta parecido: Matías, amatista; es el doceavo apóstol, el que Dios sabía que iba a ser, porque antes de que Judas Iscariote lo traicionara, ya Dios lo había profetizado por su Espíritu a través de los profetas. Entonces el nombre de Matías aparece en esta preciosa piedra, amatista; esta piedra también se corresponde con la tribu de Isacar.

Isacar, la recompensa de Dios
Vamos a Génesis 30:14-18 para entender mejor. "14Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; (por eso en la bandera de Rubén aparecen las mandrágoras tras el fondo rojo) y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. 15Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. 16Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. 17Y oyó Dios a Lea"; Lea había tenido cuatro hijos y había parado de tener hijos; Raquel no había podido hasta ahora tener hijos, y le dio a Bilha su sierva, y ya llevaba dos hijos a cuenta de Raquel; entonces Lea paró de tener hijos; ahora Lea le dio su sierva Zilpa para que también a través de ella tuviera dos hijos.
"17Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. 18Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, (de la palabra "recompensa" es de donde viene el nombre Isacar. Isacar quiere decir recompensa) por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar".

En Éxodo encontramos que Isacar es el noveno hijo de Jacob; los cuatro primeros de Lea, los dos de Bilha son 6, más los dos de Zilpa son 8, y este quinto de Lea, es el noveno. Dice en Éxodo 28:19: "La tercera hilera..."; cada hilera tenía tres piedras; tres de la primera hilera, y otras tres de la segunda hilera, son seis; el siete es un jacinto, el ocho es un ágata o una calcedonia, y el nueve es una amatista; en hebreo la palabra es ejelama para amatista; el número 9 es la amatista; por lo tanto, la tribu que juzga Matías es la tribu de Isacar, porque Jesús dijo a sus apóstoles que se sentarían sobre doce tronos juzgando a las doce tribus. ¿Qué tribu le corresponde a cada apóstol? Lo sabemos a través de las piedras. ¿Qué piedra le corresponde a Pedro? ¿qué tribu le corresponde a esa piedra de Pedro? Benjamín; y así vamos llegando a descubrir qué tribu le corresponde a cada apóstol, a través de la piedra del apóstol y a través de la piedra de la tribu. Entonces Isacar, "recompensa", es la tribu que ha de juzgar el apóstol Matías.

Esto es muy interesante porque después vamos a ver el carácter de Matías, y de qué manera Dios juzga por Matías a la tribu de Isacar; vamos a ver la correspondencia perfecta. Por lo pronto lo confirmamos con el capítulo 39 de Éxodo también donde esto mismo que aparece en el 28 está en el versículo 12: "La tercera hilera, un jacinto, una calcedonia (ágata, que es una de las variedades de calcedonia) y una amatista". Entonces por el 28 y el 39 de Éxodo, sabemos claramente que la piedra amatista, donde está el nombre de Matías, corresponde a la tribu de Isacar.

Característica de la amatista y de Matías
Vamos entonces ahora a analizar un poco lo que nos dice Jacob profetizando acerca de Isacar en Génesis 49:14-15. Aquí está una característica de Isacar que hizo necesario que fuera juzgado por la característica de Matías que vamos a estar viendo; pero para comprender por qué Dios puso a Matías para juzgar a Isacar, vamos a entender un poco a Isacar. Aquí Jacob por el Espíritu Santo profetizó lo siguiente de Isacar. "14Isacar, asno fuerte que se recuesta entre los apriscos; 15y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; y bajó su hombro para llevar, y sirvió en tributo". Parece que no sale muy bien parado Isacar en esta profecía; parece que era muy "muelle", parece que le gustaba la rumba, parece que le gustaba a Isacar perecear, ¿verdad? Le gustaban los deleites, dormir, comer, beber; y justamente Matías es exactamente todo lo contrario de Isacar; incluso el mismo nombre amatista es lo contrario de lo que se dice aquí de Isacar, porque Matías es el que va a juzgar a Isacar. Si el padre está perezoso, Jacob, por el Espíritu Santo pedía deducir que así sería su descendencia, pues de tal palo, tal astilla. La palabra "amatista", nos dice Plinio el viejo, aquel historiador de la historia natural que nos habla en el libro 37 de su Historia Natural de las piedras preciosas, nos dice que a la amatista se le dio el nombre por causa del color del vino, porque el vino tiene un color morado, o púrpura, o violeta, como la amatista que les voy a mostrar ahora; pero la partícula prefijo de la palabra amatista quita todo el significado, y le da el significado contrario; en griego la palabra metes, de donde viene amatista, quiere decir borrachera, quiere decir ebriedad; pero la raíz a de amatista, es la raíz que niega precisamente la condición. Por ejemplo, nosotros decimos "normal"; si le anteponemos a para decir "anormal", estamos diciendo lo contrario de normal, que no es normal; ahora vemos aquí a Isacar dado a los deleites, dado a la perecita, y por eso va a llevar el yugo; pero entonces ¿qué quiere decir "amatista"? la palabra en el griego quiere decir: no a la ebriedad, no a la borrachera; esa es la característica de la amatista y de Matías. Tengo unos dichos de Matías que sobrevivieron a la iglesia primitiva; tratan precisamente la sobriedad; esa es la palabra clave de la amatista y de Matías; incluso los antiguos usaban la piedra de amatista para que les pasara la borrachera, y por eso a esa piedra se le llamó "amatista", es decir, contraria a la ebriedad, contraria a los excesos; es decir, la piedra de la sobriedad, lo contrario a la embriaguez, lo contrario a la ebriedad.

Los frutos de la pereza
Pasemos a Deuteronomio 33:18-19, donde está la bendición de Moisés a las tribus. Me llama mucho la atención que Dios haya puesto en el mismo versículo como contraste a Zabulón e Isacar. Cuando estudiamos a Zabulón, Mateo y la piedra del crisólito, aparece el crisólito en las ruedas de los carros de los querubines, y aparece el crisólito en las manos del Señor, como aparece en Cantar de los Cantares donde no dice "jacinto" en hebreo sino "crisólito"; el crisólito nos habla de la diligencia. "18A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres; (Zabulón, del crisólito, es el que sale, el que se mueve, pero) y tú, Isacar, en tus tiendas". Lo contrario a Zabulón; lo contrario de la diligencia es la negligencia, es la pereza; entonces ¿qué va a pasar cuando hay pereza? "19Llamarán a los pueblos a su monte; (es decir, otros se apoderarán de lo suyo) allí sacrificarán sacrificios de justicia, por lo cual (los pueblos, ya no Isacar) chuparán la abundancia de los mares, y lo tesoros escondidos de la arena".
Cuando la persona es negligente, cuando la persona no es sobria, cuando la persona se da al placer, es una persona que pierde; entonces otros van a tomar lo suyo, otros van a chupar la abundancia de los mares que eran de él, ahora otros se van a apoderar de lo de él; y también dice acá: "los tesoros escondidos de la arena". La arena es quizás uno de los materiales del planeta Tierra más abundantes; la arena está hecha de cuarzo común, de silicatos, o de dióxido de silicio, SiO2; y precisamente en la arena que es tan común, el más precioso material de la arena entre los cuarzos es precisamente la amatista. La amatista es un dióxido de silicio y es lo que tiene de precioso la arena, precisamente la amatista. Claro que bajo la arena hay muchos minerales, pero el cuarzo más precioso es la amatista, y es lo que Dios quiere para Isacar, y los asigna a Matías.
Voy a mostrarles aquí fotos de la amatista; ésta que está aquí en el medio, la grande de todas, esa es la amatista; la amatista se forma donde hay huecos; y es curioso que Judas Isacariote dejó un hueco, y fue preciso que otro tomara su oficio; ahí en esos huecos, especialmente en rocas que son ácidas, rocas ácidas de granito, de pegmatita, que dejan cavidades, entonces esas cavidades, a partir del ácido, empiezan a ser llenadas o reemplazadas, digamos, por la amatista; la amatista se forma en esas cavidades; entonces ustedes ven por fuera lo que son las otras piedras, que son el granito y la pegmatita, que son piedras comunes; pero adentro llenando ese hueco, llenando ese vacío, se forma la amatista. Aquí estamos viendo en esta fotografía a la amatista en bruto. Voy a mostrarles unas cuatro fotografías de la amatista para que ustedes la vean; aquí debajo hay una amatista que es de color morado, la pueden mirar; este color morado, color púrpura, tiene significado.

Ustedes saben que en la Biblia los colores tienen significado. Ese es el púrpura, esa es la amatista, un color morado, un color púrpura, un color violeta. El azul representa lo celestial; el carmesí, lo rojo, representa la redención, la encarnación; y la mezcla de la encarnación del Verbo como hombre, el azul en el carmesí, forma el púrpura, el señorío; por eso es que los señores se vestían de púrpura, y por eso hasta hoy en el lado de Roma los obispos se visten de púrpura, y por eso ellos compran mucho la piedra amatista, porque se la ponen en los anillos episcopales porque es de color púrpura, y ellos dicen ser el purpurado; sin embargo en la Biblia, el purpurado representa el señorío. Cristo está representado como vestiduras que se formaban en capas de azul, púrpura y carmesí; el púrpura mostrando el señorío; la persona que es diligente, que es sobria, esa persona es la que señorea; de la persona que es perezosa, dada a los placeres, otros se toman lo que es suyo. "Al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado" (Mt. 25:29). "La mano de los diligentes señoreará" (Pr. 12:24).

Voy a mostrarles otra fotografía de la amatista en este atlas, ésta de la esquina, la morada, es la amatista; tiene como una especie de forma piramidal, aunque no de cuatro lados, sino de más lados; la amatista es de color púrpura, color violeta; la amatista cristaliza simétricamente como el zafiro; hay otras piedras que no tienen simetría, pero la amatista, como la vieron en la foto, cristaliza de una manera simétrica; eso nos habla de sobriedad, eso nos habla de orden, eso nos habla del equilibrio. Aquí hay una foto también en bruto dentro de la cavidad, sólo que aquí no está en colores, sino en blanco y negro. Esta foto es ya cuando la amatista está tallada. Hay varias maneras de tallar la amatista, según la calidad; si la amatista es de buena calidad se le puede tallar de una mejor manera; si es de menor calidad no se le pueden hacer ciertos tallados sino solamente otros. Dentro de todas estas piedras que pertenecen al grupo del cuarzo, la de abajo, que es de color lila, esa es la amatista; es una piedra preciosa para los ojos del Señor. En el siglo XIX fue una de las más apetecidas; hoy en día la gente prefiere otras como el diamante, el rubí, etc., pero la amatista tuvo su época de boom en el siglo XIX.
Vamos a hablar un poquito de la amatista; tengo aquí unas notas sobre esta piedra que nos habla un poco de la formación de Cristo en Matías, porque Dios escogió la amatista para hablarnos de cómo Él se formó en Matías. En primer lugar, vimos que se forma dentro de cavidades; eso nos habla precisamente de Matías. Matías aparece por primera vez en Hechos de los Apóstoles 1:23,26; leamos desde el verso 15 para tener el contexto: "15En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: 16Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, 17y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio".

Otro testigo de la resurrección de Cristo
En primer lugar, nótese que ellos no eran individuales, uno contaba con el otro, y todos juntos tenían parte en el ministerio del Nuevo Pacto, de la Palabra, de la justificación, de la reconciliación, del Nuevo Testamento; no eran separados, uno con el otro tenían parte, es decir, el ministerio era la torta y cada tajada de la torta era parte del ministerio, pero el ministerio era toda la torta con todas las tajadas juntas. "18Este (Judas Iscariote), pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron". Otros evangelistas dicen que se ahorcó, y Papías explica que fue que cuando se ahorcó se reventó la cuerda por la rama; cayó ya muerto y se hinchó y se reventó, de tal manera que el lugar era fétido, y nadie podía pasar por allá, sus entrañas se derramaron."19Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, campo de sangre. 20Porque está escrito en el libro de los Salmos: sea hecha desierta su habitación, (ahí está el hueco que dejó Judas Iscariote) y no haya quien more en ella; y: tome otro su oficio". Otro tiene que llenar el hueco que dejó Judas Iscariote. "21Es necesario, pues, que de estos (miren los requisitos, todo esto nos habla de Matías) hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo en que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección". No podía ser cualquiera; tenía que ser alguien que había andado con el Señor Jesús y con los apóstoles desde el tiempo de Juan el Bautista hasta la ascensión de Cristo; no podía ser un  advenedizo, tenía que ser alguien que vio, porque iba a ser constituido testigo ocular del ministerio del Hijo del Hombre.

Una cuestión que le da el color a la amatista; ella toma ese color, ese púrpura, debido a trazas de hierro, y debido a la presencia cercana de otras rocas que tienen y emiten cierta radiación; entonces la combinación del hierro dentro de la piedra con la combinación de las piedras cercanas que emiten radiación, esa combinación es la que le da el color a la amatista. El hierro es el que da el color a la amatista; sabemos que representa la autoridad porque los minerales tienen significado en la Biblia; el oro, la naturaleza divina; la plata, la redención; el bronce, el juicio; y el hierro, la autoridad. "Al que venciere... yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro" (Ao. 2:26-27).

Matías era alguien que estaba bajo autoridad, era una persona que reconocía a Cristo, anduvo con Él y también anduvo con los otros apóstoles, las otras piedras que emitían radiación para darle el color debido a la amatista; nos damos cuenta de cómo coincide precisamente esto con Matías. "23Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24Y orando dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, (después les voy a mostrar qué es lo que tienen las amatistas por dentro; les voy a mostrar las fotografías donde muestran cómo es una amatista por dentro) muestra cuál de estos dos has escogido, 25para que tome la parte de este ministerio (¿se dan cuenta de que es una parte? ninguno es completo solo; entre todos tenemos el ministerio; pero cada uno es sólo una parte) y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles". La historia de la iglesia primitiva cuenta que Matías era uno de los setenta; los dos más sobresalientes de los 70 fueron estos dos que fueron presentados; José Barsabás Justo, y Matías. El Señor escogió a Matías que fue mencionado de segundo, como Esaú fue mencionado primero y Jacob de segundo y fue escogido Jacob; como Manases fue mencionado de primero y Efraín de segundo y fue escogido Efraín; así Matías es mencionado de segundo y fue escogido Matías.

Esto que hicieron los apóstoles no es algo que está fuera de la Biblia, sino que es lo mismo que decía la Biblia. Vamos a Proverbios 16:33: "La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella". Los apóstoles conocían Proverbios. ¿De quién es la decisión? De Jehová; los apóstoles conocían este versículo; ellos no conocían los corazones de los dos; fueron los que ellos escogieron, los más cercanos, los que cumplían los requisitos, pero el que conocía los corazones era el Señor. "Tú, Señor, que conoces los corazones", porque para ser apóstol se necesita tener cierto corazón, entonces escoge tú Señor; sabiendo que el Señor inclina la suerte hacia donde Él escoge; se cumplió lo que dice Proverbios 16:33: la suerte cayó sobre Matías.

Vamos a mirar aquí otros detalles de la amatista; ya vimos que la amatista tiene su color debido al hierro, que tiene dentro de ella algunas tracitas de hierro, y también se debe a la radiación que recibe de otras piedras cercanas a ella; la comunión hace que ella tenga brillo. Cuando se está separado de la comunión, no se tiene el mismo color porque le falta la radiación de las piedras compañeras. Otra cosa que vimos es que la amatista tiene simetría; se forma de una manera equilibrada para todos los lados; parece como una especie de prisma o de pirámide. Como todos los demás cuarzos, porque la amatista es un cuarzo precioso, cuando se le aprieta produce corriente eléctrica; por eso a los cuarzos se les utiliza en los tocadiscos antiguos, porque cuando pasa la punta del cuarzo por las ondas del disco, esa vibración genera en la piedra del cuarzo una electricidad que luego es reinterpretada por los altavoces, y sale la música o el sonido. La amatista es "alguien" que sirve para transmitir. "Muestra cuál de estos dos has escogido" para ser testigo; entonces eso lo tiene la amatista como los demás cuarzos.

Hay algo que tienen todos los cuarzos cristalinos con excepción de la amatista. Los cuarzos cristalinos tienen interiormente un fenómeno en que la amatista es la única excepción de entre los cuarzos, por causa de que la amatista es simétrica; en cambio los otros cuarzos, cuando entra la luz da una curva helicoidal, como les mostré la otra vez; la luz da una vuelta, y entonces eso produce un fenómeno óptico. Cuando tú miras los cuarzos cristalinos por dentro, ellos tienen como una especie de cruz adentro, porque el círculo de la luz, por la vuelta helicoidal de la luz al entrar, la interferencia produce una sombra negra arriba, otra abajo, otra a un lado y otra al otro lado, y forma una cruz; los cuarzos preciosos tienen una cruz adentro; pero la amatista, como es simétrica, no tiene ese efecto óptico helicoidal, no tiene esa cruz, pero tiene otras inclusiones.

¿Qué hay en el corazón de Matías?
Los apóstoles oraron: Muéstranos qué hay en el corazón de Matías; Tú eres el que sabes lo que hay. La estructura interna de la amatista presenta unas cuestiones curiosas. La amatista tiene tres tipos de inclusiones; por dentro, cuando tú la analizas, o tiene plumas, o tiene unas florecitas pequeñitas con un tallito larguito y con unos pequeñitos petalitos, como unas florecitas pequeñas, y también muestra rayas de tigre. Cuando se analizan por dentro se les ve unas plumas; los expertos le llaman plumas. Ustedes saben lo que dice el Salmo 91: "4Con tus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro". Una persona que está cubierta en la fe con la protección del Señor, tiene plumas internas; ahora pueden ver esas pequeñitas flores; entonces a mi esposa, que es amatista, le muestro aquí las florecitas para que las vea; ¿si las ves allá? La de esta otra foto tiene como piel de tigre, como las manchas de tigre. Esa es la fotografía de la amatista por dentro; tiene como unas rayas de tigre. Noten lo que es la estructura interna de la amatista; aparecen plumas, florecitas muy simples, muy delicadas, pero no por delicadas te puedes meter con ellas, porque también puede tener rayas de tigre.
Esto es muy interesante, hermanos, porque esto nos habla de lo interior; cada piedra tiene una disposición interior que es la que determina la identidad de esa piedra, sus características; pero esas tres cosas son significativas: 1) las plumas representan el cuidado del Señor; bajo sus plumas me cubrirá; ninguna otra piedra tiene estas características, solamente la amatista; 2) tiene esas flores delicadas; vemos su delicadeza, y también el equilibrio de la simetría y la delicadeza; 3) tiene como esas manchas de tigre; es un tigre cuando se necesita;  vamos pues, a ver un poco sobre la amatista, y después vamos a ver sobre la historia de Matías; vamos a ver como coinciden estas cosas.

Hay un asunto que tiene la amatista; los talladores de piedras preciosas  representan al Señor porque el Señor es el que nos talla, el que nos forma; y como cada piedra es diferente, tiene que tratarlas diferente; no todas pueden ser tratadas iguales. La vez pasada vimos, por ejemplo, cómo Simón el Zelote, el jacinto, tenía que ser puesto breve tiempo a intenso calor; la amatista es muy diferente; a la amatista no se le debe exponer a excesivo calor porque se decolora. Hemos oído de otras piedras que hasta soportan 1.450 grados de temperatura. Por ejemplo, Simón el Zelote está representado por la piedra del jacinto; es una piedra de guerreros, es una piedra de resistencia; usted pone esa piedra en un soplete, y donde otras piedras se funden, el jacinto no se funde; en cambio la amatista tiene otra característica: la amatista no es para estar de guerrero, no; la amatista no se puede someter a calor excesivo. ¿Qué hay que hacer para que recupere el color? Entonces la someten a radiactividad, a  radiaciones de radio; radiactividad viene de radiactivo, de radio; o también a rayos X; justamente la amatista tiene esos colores por el hierro interno que tiene, las trazas de hierro, y porque las piedras cercanas emiten cierta radiación; cuando ella pierde el color, se pone incolora porque se le puso en demasiado calor; entonces se necesita que los otros le trasmitan su radiación; cuando le transmiten la radiación, ya sea de radio, o de rayos X, recupera otra vez el color propio de la amatista, que es ese color púrpura o violeta.
La amatista también es una piedra que cuando es natural  tiene intenso dicroísmo;  quiere decir que la piedra se ve con distintos colores desde donde tú la mires; si tú la miras desde un ángulo, tiene un color morado de un tipo; si la miras desde otro ángulo, también es un color violeta pero de otro tipo; es decir, varían los colores violeta; eso es cuando la piedra es natural, cuando es formada allí en ese medio ácido, porque ella se forma  en el ácido del granito, en el ácido de la pegmatita; allí se forma la amatista; pero si la piedra es manejada, es manipulada, entonces ya no tiene dicroísmo, por tanto se sabe cuando la piedra es natural y cuando la piedra ha sido manipulada; cuando la piedra fue manipulada no tiene dicroísmo, en cambio cuando la piedra es natural tiene un dicroísmo bastante pronunciado; es bien notoria la diferencia de color desde el punto de vista desde donde tú mires esa piedra.

Otra cosa que es curiosa de la amatista, y que tiene que ver con su carácter, es que el espectro de la amatista no es un espectro definido. Vimos la vez pasada el espectro del jacinto, cómo está completamente marcado, y con sólo analizarlo se sabe que ese es un zirconio rojo, un jacinto; en cambio, la amatista no tiene un espectro definido, no se le puede entender de buenas a primeras analizando el espectro. Se necesitan otras cosas para comprender la amatista, no por medio del espectro.

Les digo ahora cómo se talla la amatista; les decía al principio que hay amatistas de mayor calidad y de menor calidad; las amatistas, que no son definidas en el espectro, también su coloración es impredecible; es decir, depende en qué medio está, porque su color no depende sólo de la piedra, depende del ambiente en que está la piedra. Entonces el ambiente influye en la coloración de la piedra, y en la piedra es impredecible su color, a veces muda de color dentro de la misma amatista; dentro del mismo violeta muda de color, y a veces la gente no sabe por qué mudó de color. Pero eso se debe a la propiedad que ella tiene de dar color en relación con el ambiente al cual le toca estar sometida; donde hay una buena radiación, da un buen color, pero si hay demasiado calor, se pone incolora, y hay que tratarla otra vez con radiación para que recupere el color; es decir, el medio le afecta al color y hace que el color sea impredecible. Esa es una característica de la amatista; entonces a ella hay que tallarla según la calidad; hay tallas mixtas; algunas tallas rectas medio en escaleras, otras medio curvas; incluso se pueden hacer abalorios de las amatistas; pero las amatistas más preciosas se tallan en escalera como se talla la esmeralda; las más preciosas de las amatistas, como las que vimos en la fotografía final, son talladas en escalera. Esas son las características de esa piedra.

La sobriedad de Matías
Ahora vamos a ver un poco a Matías. Matías, amatista, sobriedad, no embriaguez; no como Isacar. Ya vimos cómo es Isacar, un poco perezoso, dado a los deleites; entonces necesita que lo juzgue alguien sobrio, alguien recto. De las tradiciones de Matías nos hablan varios de los escritores cristianos primitivos: Clemente de Alejandría, Orígenes, Ambrosio de Milán, Eusebio de Cesarea, Jerónimo; estos escritores de la iglesia primitiva traen tradiciones de Matías; incluso, un gnóstico muy famoso llamado Basílides, con quien se identificaba C. G. Jung, especialmente en sus 7 sermones a los muertos, también nos habla de Matías, sólo que él trata como de tergiversar gnósticamente las tradiciones de Matías; pero la tradición ortodoxa está registrada por estos autores que les mencioné. 

Separé tres dichos de Matías que se encuentran en el libro de Clemente de Alejandría, llamado "Strómata". Strómata es una obra de Clemente de Alejandría, quien fue uno de los principales de la Escuela de Alejandría del siglo II comenzando el III; él en sus escritos, especialmente en éste, que está en la biblioteca y que se llama Stromata, él cita tres dichos de Matías que caracterizan a Matías; y quiero leerles esos tres dichos de Matías. El primero: "Admira lo presente, poniéndolo como el primer grado del conocimiento del más allá". Fíjense en cómo concuerda esto con lo que dice Pablo en Romanos 1:20; él dice que las cosas invisibles de Dios se hacen claramente visibles por medio de las cosas hechas. A al observar la naturaleza, ella nos conduce a lo que está detrás de ella; por eso el Señor le decía a Job: Pregúntale a las bestias; pregúntale a las plantas; es decir, analiza la naturaleza y pregunta ¿quién hizo esto? ¿quién le dio plumas al avestruz? etc. Entonces ese mismo principio que aparece en Job, que aparece en los profetas, que aparece en Pablo, lo sintetiza Matías con ese dicho que conservó Clemente de Alejandría; "Admira lo presente, poniéndolo como el primer grado del conocimiento del más allá". Pero vimos que a Matías le corresponde juzgar a la tribu de Isacar, que, por lo que dicen tanto Jacob como Moisés, era dado a los deleites; entonces fue un poco descuidado; es decir, no fue amatista, sino solamente "matista"; le faltó el no. Ahora, miren este dicho que nos habla que Matías era bastante sobrio, era bastante riguroso consigo mismo, y él enseñaba a los hermanos lo siguiente: éste es un dicho de Matías: "Luchar contra la carne y tratarla con desdén, no concediéndole ningún placer desenfrenado, equivale a que el alma crezca en la fe y en el conocimiento". Una enseñanza de Matías; ahí se ve la sobriedad, justo lo que quiere decir amatista, sobriedad, no dar lugar a los placeres desordenados; mantenerse dentro de la sobriedad.
La palabra "sobriedad" es la que caracteriza precisamente a Matías, y está en el nombre amatista. Un tercer dicho, porque en boca de dos o tres testigos conste toda palabra; un tercer dicho de Matías que nos va a hacer pensar mucho; dice así Matías: "Si peca el vecino de un elegido, también peca el elegido, pues si se hubiese comportado como el Verbo aconseja, se hubiera avergonzado también el vecino de su propia vida y no hubiera pecado". Bastante serias estas palabras. Tenemos que ser unas personas que dan un gran testimonio, un testimonio bueno en hechos y en palabras para guardar a los vecinos; no podemos eximirnos de responsabilidad; ahí vemos las características de Matías. 

También existe un documento de la iglesia primitiva que se llama La Didaskalía Apostólica, que consta de ocho libros, ocho rollos; en el octavo rollo hay unos capítulos; los números. 29, 30 y 31 pretenden contener unas tradiciones de Matías que después los hermanos posteriores las convirtieron en Constituciones; ellos las llamaron Constituciones Apostólicas. Ahí aparecen las oraciones que hacía Matías por el agua; cuando había que bautizar él oraba para que Dios bendijera el agua; entonces esas oraciones quedaron allí en esa Didaskalía; y también oraba por el aceite. Cuando se iba a orar por los enfermos, entonces él hacía una oración para que el Señor bendijera ese aceite para que representara su Espíritu y tuviera efecto en las personas por las que se oraba. La Didaskalía Apostólica contiene en el libro 8º, capítulo 29, esos recuerdos de Matías; y en los capítulos 30 y 31 se dice cómo Matías puso en orden en la iglesia primitiva el asunto de la distribución de las primicias, de los diezmos y de las ofrendas.

Él decía que las primicias debían usarse en el Nuevo Testamento para los presbíteros y para los diáconos, y que con parte de los diezmos en el Nuevo Testamento, no como una ley, sino como una aplicación en la gracia, con los diezmos debía atenderse a las viudas. Incluso en la iglesia primitiva había hermanas que decidían no casarse y servir al Señor; vivían en casas para las vírgenes, y también de los diezmos había que ayudar a estas hermanas que se dedicaban al servicio del Señor y se mantenían vírgenes. Entonces estas fueron como instrucciones que recuerda la iglesia primitiva que dio Matías, y también acerca de las ofrendas que se daban y se repartían; lo que sobraba de ellas cuando se habían suplido las necesidades, como debían administrarse; entonces en esas cosas se ve la sobriedad de Matías poniéndolas en orden en la iglesia primitiva.

Ministerio y martirio de Matías
Ahora voy a contarles, para terminar, la historia de Matías; el recorrido de Matías. Inicialmente Matías estuvo en Judea, porque el Señor les dijo que primeramente fueran a Judea, Samaria y entonces hasta lo último de la tierra. Después Matías bajó un tiempo a Etiopía, pero la visita de Matías a Etiopía fue corta; en Etiopía quedó fue Mateo, y como Matías y Mateo estaban en Etiopía, a veces los recuerdos de la iglesia primitiva en cuanto a Matías y en cuanto a Mateo se confunden por el nombre; pero a veces se distinguen. Después Matías regresó a Jerusalén y subió hacia Damasco en Siria. Matías estuvo trabajando en Siria, especialmente en la ciudad de Damasco un buen tiempo. Ustedes recuerdan que Ananías, el que puso las manos sobre Pablo, era de Damasco; entonces el que estuvo al frente en Damasco, digamos trabajando para establecer la iglesia en Damasco, dice la historia de la iglesia primitiva que fue Matías. Matías después subió hacia el norte, porque los otros apóstoles, especialmente Tadeo, y también Bartolomé, habían trabajado en Armenia; Matías visitó Armenia, acompañando el trabajo de ellos, pero no se quedó en Armenia, sino que se vino al Ponto. Cuando ustedes miran el Asia Menor en los mapas, ustedes ven que allí está el Bósforo donde está Estambul, aquel estrecho del Bósforo está donde estaba lo que era Bizancio, que se llamó después Constantinopla y que hoy se llama Estambul. Hay un estrecho por el cual se entra al Mar Negro; entonces en la costa sur del Mar Negro está lo que se llama el Ponto; y la parte que más sube de la costa del Ponto dentro del Mar Negro se llama Sínope. En Sínope había gente que era bastante bárbara en la época en que le tocó predicar a Matías.
Había gente que practicaba el canibalismo en esa época, y allá se fue Matías. Fue a evangelizar ese lugar; él fundó la iglesia en Sínope; sufrió allá; después fue a apoyarlo un tiempo Andrés. Andrés apoyó el trabajo que había comenzado Matías en Sínope. Fue liberado Matías, porque estuvo encarcelado; después se encontró con Pedro cuando Pedro pasaba de Babilonia por el Ponto y Bitinia hacia Roma; tuvo comunión con Pedro; pero Matías después atravesó en barco el Mar Negro. En el norte del Mar Negro hay una península que entra del norte para abajo y que se llama la península de Crimea; en la punta de abajo de la península de Crimea está la ciudad de Sebastopol; entonces desde Sínope cruzó Matías el Mar Negro a Sebastopol, y comenzó a evangelizar en Sebastopol y en Crimea; fundó la iglesia de Sebastopol, y de ahí se comenzó a expandir el cristianismo por Crimea y por Ucrania; entonces el cristianismo en Ucrania tiene los orígenes de Matías, así como en el norte del Ponto fue Matías el que evangelizó. Después Matías regresó por la costa occidental, y fue bajando hasta Macedonia; estuvo un tiempo en Macedonia.
Ustedes saben que Matías fue apoyado por Andrés; Andrés después regresó a Acaya. Recordemos que vimos que Andrés murió en Acaya en una cruz en equis (X). Después de que Matías había estado trabajando también en Macedonia donde había estado Pablo, también Matías volvió a Jerusalén y allá lo mataron; en Jerusalén, otra vez por instigación de los judíos que rechazaban al Mesías, mataron a Matías. Pero realmente este fue un apóstol que hizo honor a su nombre. Estas noticias están en los documentos de la iglesia primitiva. Entonces ¿qué les parece Matías? también es interesante. No tengo datos exactos de cómo murió Matías, solamente que lo mataron por instigación de los judíos en Jerusalén, al regresar de Macedonia.

El doceavo mes, porque se dice de la Nueva Jerusalén que aquel árbol de vida es como una vid que da doce frutos, los doce pámpanos; "vosotros sois los pámpanos, yo soy la vid"; da frutos, cada mes su fruto. Entonces el mes 12, que es el último mes, es el mes de Adar; se llama en la Biblia Adar; el mes bíblico y cósmico, y corresponde a la segunda quincena de febrero y la primera quincena de marzo, más o menos; ese es el último mes del año;  el mes 12 corresponde a la amatista, a Matías y a la sobriedad. Gracias, hermanos. Vamos a orar. ☐

Orden    Apóstol                  Piedra           Tribu            Mes
1             Pedro                    Jaspe             Benjamín    Abib Nisán
2            Jacobo Zebedeo   Zafiro             Dan              Zif
3            Juan                       Calcedonia   Aser            Siván
4            Andrés                   Esmeralda    Judá            Rebyhy
5            Felipe                    Sardónica      José            Hamyshy
6            Bartolomé             Sardio            Rubén         Elul
7            Mateo                    Crisólito         Zabulón      Etanim
8            Tomás                   Berilo             Leví            Bul
9            Jacobo Alfeo        Topacio         Simeón       Kisleu
10          Tadeo                    Crisopraso    Neftalí         Tébet
11          Simón Zelote        Jacinto          Gad             Sebat
12          Matías                    Amatista       Isacar          Adar