lunes, 3 de enero de 2011

AUTORÍA DEL APOCALIPSIS

AUTORÍA DEL APOCALIPSIS


"1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas, que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.../... 9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla de Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.../... 22:8Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas" (Ap. 1:1,9; 22:8.).

Alta crítica
Ya terminamos el estudio sobre el Libro de las Jornadas, y ya desde bastante tiempo había tenido una dirección del Espíritu del Señor para compartir con los hermanos, con los que quieran estar voluntariamente, una serie sobre el Apocalipsis. En una ocasión casi la comenzamos; no se dio esa vez, pero la dirección sí la recibí del Señor. Me acuerdo de una vez en que fui invitado a donde el hermano Holbert y estuve dando una serie de introducción al Apocalipsis, y uno de los pastores allí, de los hermanos, cuando terminé la serie, me llamó aparte, me invitó a cenar, y cuando estaba cenando me dijo: Hermano Gino, cuando usted estaba tratando esos temas, el Señor me mostró que un ángel vino con un rollo y con una pluma y tomaba nota de lo que usted estaba enseñando, y yo entendí que usted tiene que publicar esas cosas que estaba enseñando. Eso me lo dijo él en privado en una cena; entonces yo pienso que con la ayuda del Señor, si Él nos ayuda, quizás estemos en el momento de considerar ese libro. Yo lo había guardado en mi corazón, pero algunos hermanos se acercaron a mí, e inclusive sin saber eso, me lo pidieron también; y yo dije: quizá sea una señal de que podamos comenzar esa serie. Les ruego sus oraciones porque ninguno de nosotros es suficiente, especialmente para una cosa tan delicada como esa; pero confiamos que el Señor, si Él nos coloca ahí en la arena, Él nos va ayudar. No pensamos decir la última palabra ni todas las palabras, sino hacer un aporte particular de un miembro del cuerpo, que ustedes completarán también con otros hermanos; entonces no pensamos dar la última palabra, sino solamente aquello que el Señor ponga en el corazón.

Ustedes ven hoy en esta mesita, que tuve que ponerla para colocar unos documentos de la iglesia primitiva, que aquí están los escritos de aquellos hermanos que tuvieron contacto directo con los apóstoles, que algunos han dado en llamar los padres apostólicos; también está la colección de las apologías escritas durante los tiempos de la persecución a la iglesia primitiva escrita por los apologetas, una colección de sus defensas; también está la obra "Contra las herejías" de Ireneo de Lyon, que fue discípulo de Policarpo en la iglesia de Esmirna, y que a su vez, Policarpo, conoció a Juan . Cuando Juan recibió el Apocalipsis tuvo que entregarlo a los ángeles de las siete iglesias, a las siete iglesias; y precisamente una copia fue a Policarpo.

Ireneo era uno de los que estaba sentado a los pies de Policarpo recibiendo el testimonio que Policarpo daba del Señor Jesús y de la comunión estrecha que había tenido con el apóstol Juan. También tengo aquí los volúmenes de la obra de Eusebio de Cesarea, la historia eclesiástica, donde hay muchos datos de la iglesia primitiva.


Antes de entrar propiamente en la consideración exegética del libro del Apocalipsis, yo quisiera hacer una introducción de lo que se suele llamar "Alta Crítica"; o sea, lo que tiene que ver con: quién es el autor del libro, cuáles son las pruebas históricas de que eso es así y qué problemas han surgido; cuestionamientos a lo largo de la historia y cómo han sido tan refutados. De manera que la iglesia debe conocer estas cosas, porque en cualquier momento los hermanos se tropiezan con terribles corrientes de incredulidad y de escepticismo que circulan por toda la tierra; los hermanos a veces no se chocan con esas corrientes, pero de pronto un día se chocan con ellas y necesitan tener estas cosas claras. Por eso permítanme, antes de entrar directamente en la exégesis del libro, hacer una introducción al mismo. Vamos a ver cuatro versos iniciales en el libro de Apocalipsis que están en el capítulo 1 y también después en el capítulo 22. Quiero llamarles la atención inicialmente, con el propósito de introducción, a 4 versos.

Apocalipsis 1:1-2, dice así:

"1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto".

Interesante es esa última frase del verso 2: "las cosas que ha visto".

El apóstol Juan usaba mucho esa frase. Ustedes recuerdan en la primera epístola del apóstol Juan, donde él habla en un lenguaje parecido. Les invito a leerlo conmigo, porque es muy bueno desde el principio, ver la semejanza en el lenguaje, la semejanza en las palabras. Dice 1 Juan 1 desde el verso 1:


"1Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de Vida 2(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); 3lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros, y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido".


La autoría de Juan
El objetivo es que nos gocemos en la fe que viene de recibir el testimonio de Dios por medio de los apóstoles. Lo que hemos visto, testificamos, lo que hemos oído. Allí dice: ha dado testimonio de las cosas que ha visto. Es el lenguaje típico de Juan hablando del Logos, del Verbo, como aparece tanto en el evangelio, como en sus epístolas, como en el Apocalipsis. Dios escogió que Juan escribiese, que contara esa experiencia de revelación de Jesucristo, que fuera su siervo. Este es Juan el apóstol, de los doce apóstoles; Juan el hijo de Zebedeo y de Salomé, hermano de Jacobo, y primo del Señor Jesús; porque Salomé era hermana de María. Entonces en el versículo 4 de Apocalipsis 1, dice: "Juan"; no necesita ese Juan ponerse otros apellidos porque era bien conocido; él simplemente dice: Juan; era un Juan conocido por las iglesias en el Asia Menor. "Juan, a las siete iglesias que están en Asia". Es decir, a ellos, él inicialmente les escribió este libro, esta profecía; él tuvo la experiencia, y el Señor le dio la orden que enviara esta profecía a las siete iglesias que están en Asía. Por eso los testimonios más antiguos en la historia de la Iglesia, acerca del Apocalipsis de Juan, son los que provienen de esa región del Asia Menor: de Efeso, de Esmirna, de Sardis, de Hierápolis, que queda ahí al lado de Laodicea, y en fin; son los testimonios más antiguos acerca del Apocalipsis; éstos comenzaron a darse allí en el Asia Menor.

En aquella época los libros no circulaban como ahora; hoy en día hay cantidades de imprentas, hay internet, y una cosa que hoy se pone en una página web ya en el mundo entero se sabe; en aquel tiempo había que escribir rollo por rollo con mucho trabajo y se circulaba a pie, o en caballo, o en camello y las cosas eran muy lentas y así los libros fueron expandiéndose de una manera muy lenta, pero se fueron expandiendo; y cuando uno estudia las huellas de la transmisión del Apocalipsis en la historia, uno se da cuenta de que realmente los testimonios más antiguos comenzaron en el Asia Menor y fueron extendiéndose justamente en el Asia Menor, que es como decir un lugar central en los tres continentes, y de allí comenzó a extenderse más hacia el occidente; por fin fue llegando hacia el oriente, bien al oriente, donde se tardaron bastante en aceptar el Apocalipsis, porque como les voy a contar hoy, y les voy a leer, se presentaron algunas cuestiones históricas que impidieron que algunas personas tuvieran acceso al Apocalipsis, y que estuvieran abiertos a él. Gracias a Dios que la Palabra de Dios prevaleció sobre todos los problemas, sobre todas las resistencias que Satanás le puso; porque Satanás siempre le pone muchos problemas especialmente al Génesis y al Apocalipsis, que son los libros que revelan su principio y su fin.


Entonces son dos libros tremendamente atacados por Satanás; y entonces estamos aquí identificando al autor humano; lógicamente que es una revelación divina, pero a través de un ser humano, sin anular al ser humano, usando a ese ser humano, tal como él es, usándolo con su personalidad, usándolo con su lenguaje, con su estilo, usándolo con su condición humana; y esto lo digo muy a propósito por lo siguiente: porque la gramática griega del Apocalipsis es una gramática sui géneris; en el autor no era el griego su primera lengua; su autor hablaba arameo porque Juan hablaba en arameo, y él no solamente hablaba en arameo, sino que también pensaba en arameo y hacía las frases conforme a la sintaxis en arameo, y el arameo es muy diferente al griego. Hay cosas que en la gramática y en la sintaxis se llaman "los casos"; entonces, por ejemplo, a veces el pronombre, si es plural, tiene un plural en la conjugación del verbo.

Por ejemplo, en inglés y en español; en inglés no hay esa diferencia; en inglés los verbos regulares, si tú hablas el yo, o el tú, o el nosotros, o ellos, o vosotros, la conjugación es la misma; en español sí tenemos diferencia; por eso cuando un norteamericano está tratando de hablar en español, pues lógicamente que él a veces dice: yo estar muy contenta. El yo, es él, estar, no concuerda estar con yo, porque él dice: yo estoy; pero él no es español, entonces él usa la conjugación que no concuerda con el pronombre y a veces, el género; él es hombre y dice "contenta", porque como fulana dijo que estaba contenta, entonces él también está contenta y pone en femenino lo que era en masculino. Pero aun siendo así, nosotros entendemos perfectamente y Dios nos habla a nosotros como somos. Si las personas son del pueblo, entonces hablan en un lenguaje popular y Dios las usa en su lenguaje popular. Por ejemplo, el griego de Marcos es un griego koiné muy popular, porque Marcos era una persona popular; entonces él cuenta, inspirado por el Espíritu Santo, conforme a su personalidad, y Dios lo usa como él es; porque ¿quién dijo que sólo los que han leído mucho se pueden comunicar? ¿o que sólo para ellos es el lenguaje? no; Dios usa a todos los hombres así hablen como hablen; si habla chino, si habla ruso o si habla mezclado, lo importante es que es una persona limpia usada por Dios y con su personalidad; entonces Marcos escribe con una gramática popular; Lucas, en cambio, era un médico, un gran lector y un hombre muy culto; entonces él habla con un lenguaje casi clásico, un koiné clásico; así también Juan, cuando escribió Apocalipsis, él estaba solo; él lo escribió en un lenguaje de un Juan que era pescador; él no era un escritor clásico y además él no estaba escribiendo en arameo, sino que estaba escribiendo en griego; estaba solo y no tenía quien le ayudara.


Si ustedes se dan cuenta de cómo el Señor permite que eso sea así, en Hechos 15 quiero mostrarles algo. Dice en Hechos 15 que después de que el sínodo apostólico y presbiterial en Jerusalén llegó a una conclusión, se escribió una carta; entonces dicen los versos 22-23:

"22Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos, varones y enviarlos a Antioquia con Pablo y Bernabé; a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; 23y escribir por conducto de ellos".

Asuntos de cultura griega
Tenemos aquí a Silas. La palabra Silas es una contracción de la palabra Silvano, así como Pacho es una contracción de Francisco, como kiko una contracción de Francisco, como Lucas es una contracción de Lucano, como Epafras es una contracción de Epafrodito; así Silas es una contracción de Silvano. Este Silvano era un hermano culto; y los apóstoles, que eran personas del pueblo, pero llenas del Espíritu Santo, acostumbraban dictar sus cartas; aún Pablo se las dictaba a Tercio; y aquí los apóstoles la dictaron a Silvano. La carta era de los apóstoles, pero Silvano escribía con buena gramática.

 Vamos, pues, a las dos cartas de Pedro. Ustedes se van a dar cuenta de que entre la primera y la segunda carta de Pedro hay una diferencia, pues la primera fue escrita de Pedro por conducto de Silvano, y la segunda por Pedro solo; es por eso que la gramática griega de la primera epístola de Pedro es muy culta, y la gramática griega de la segunda de Pedro es más popular; y por eso algunos han pensado que el autor no es el mismo Pedro y quieren rechazar la segunda, simplemente porque consideran el griego de la primera más culto que el de la segunda; pero ¿qué fue lo que pasó con la primera?

En 1 Pedro 5:12, dice Pedro: "Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente". Vemos que Silvano era un hermano culto; así como entre  nosotros hay hermanos que tienen buena gramática, buena ortografía, entonces les pedimos si nos hacen una transcripción; nos la ponen bien; puntos, comas; nos hacen bien las cosas; nosotros, a veces, hablando de manera informal, dejamos una frase por la mitad, y él termina la frase y la hace correcta; lo mismo sucedió en la iglesia primitiva. Silvano era un escriba de los apóstoles; era también un apóstol con Pablo, era un hombre culto, y los hermanos lo apreciaban y le pedían que escribiera lo que ellos decían; ellos eran inspirados por el Espíritu Santo y él lo escribía con un lenguaje culto. Por eso la primera epístola de Pedro, es de Pedro, pero se le nota la gramática de Silvano. Ya en la segunda no estaba Silvano, de manera que se le nota más a Pedro cuando escribe solo. Lo mismo sucede con el Apocalipsis.

El Apocalipsis tiene una gramática que era aramea expresada a través del griego, como si un gringo hablara en castellano, porque el griego no era el lenguaje de Juan; el lenguaje de Juan era el arameo; sin embargo, no hay libros tan sublimes como éstos de la Biblia, y éste del Apocalipsis es donde se termina toda la revelación; y Dios escogió a un pescador para hablar Su palabra y coronar Su palabra a través de un Juan en que el griego era apenas su segunda lengua y estaba por allá preso sin quien lo ayudara. Sin embargo, Dios usó a Juan como es Juan, y le damos gracias a Dios por eso, y eso explica lo sui géneris de la gramática griega de Apocalipsis. Claro que después vinieron unos escribas, cuando fueron copiando el Apocalipsis; por eso surgen variantes, porque le adaptaron un poco: Yo estar con yo estoy; bueno, por eso al compararse unos manuscritos con otros, tú notas unas variantes de acomodación de los géneros, de los números, etc.; pero de todas maneras eso en las copias posteriores y en las traducciones no se nota. En las traducciones tú no notas las diferencias de estilo de Lucas y de  Marcos, de Moisés, de Pablo, sino que todo es del mismo traductor; pero en la Biblia original sí se nota. Dios nunca le quitó las características al hombre, sino que lo utiliza así como es él.


Yo recuerdo que el hermano Branham era un hermano también de extracción popular. Dios lo usó mucho; tanto lo usó el Señor, que los hermanos querían que las grabaciones aparecieran exactas, así como él decía. ¿Por qué? porque los hermanos no querían que se le pusieran retoques gramaticales y hacerlo muy bonito, sino así en toda su crudeza que apareciera; y así ustedes leían los primeros folletos que publicaban muy pulidos, pero después los hermanos dijeron: No, ¿qué tal que en ese pulir haya una traición a la idea? No, así con toda la crudeza nos cuentas las cosas; y hermanos, ¿no tiene derecho el pueblo a hablar? ¿Acaso es solamente algún hombre de la Academia de la Lengua el que tiene derecho a comunicarse? No, Dios no tiene ese concepto, Dios se comunica a través del ser humano como el ser humano es; lo que importa es que le entiendan. Y no estamos hablando para rebajar la categoría de nadie cuando hacemos la diferencia entre lo popular y lo clásico; solamente para mostrar el hecho, pero no para rebajar a las personas, porque Dios no las rebaja y Dios las usó así; entonces las respetamos y las recibimos como de Dios. Toda la palabra es inspirada por Dios. Eso, pues, era necesario decirlo al respecto.


De manera que ese Juan no necesita otro apellido; y eso lo digo también muy a propósito por algo que voy a tener que decir después; porque es que hay algunos que han querido negarle la autoría del Apocalipsis a Juan, o del evangelio, o de las cartas, o de alguna de las cartas. Ha habido mucha lucha en el campo de la alta crítica modernista liberal. Se necesita hacer estas introducciones para poder poner los parapetos cuando los hermanos se encuentren con esas corrientes escépticas y antagónicas; por eso me detengo en esto.

Entonces fíjense en Apocalipsis 1:4: "Juan, a las siete iglesias". Era un personaje tan conocido, que no tuvo ni siquiera que decir: Hijo de Zebedeo, ni de Salomé, ni hermano de Jacobo; era el Juan que había sobrevivido a los demás apóstoles y que estaba ahí; era simplemente Juan. Luego en 1:9, dice: "Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo".

Se ve que había conocido a Jesucristo de cerca, conocía la paciencia de Jesucristo. Muchas personas tienen la imagen de un Dios ogro, pero él conocía la paciencia de Jesucristo. "Estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo". En la isla de Patmos fue donde este Juan, el apóstol Juan, recibió esta revelación y la escribió sin la ayuda de Silvano. No sabemos si en los próximos libros le hayan podido ayudar en Efeso, pero aquí en Patmos estaba solo. En el capítulo 22, también aparece el autor de este libro, que es el apóstol Juan; 22:8: "Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas". Es el estilo típico de Juan: lo que hemos visto y oído, ya sea que hable con la ayuda de Silvano en el evangelio y sin la ayuda de él en Apocalipsis, es su estilo y sus palabras: Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas; o sea que el que escribió este libro fue el apóstol Juan.


En el capítulo 1, cuando estaba comenzando la revelación, él ya recibió esta orden del Señor. El Señor le dijo: "Escribe en un libro lo que ves"; esa fue la elección del Señor, que fuera Juan, y le mandó a escribir. Al Señor no le importaba si Juan hablaba arameo y no griego, y tenía que mandar eso a iglesias que hablaran griego, y lo hizo muy bien. "11Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea". De modo que Juan el apóstol en la isla de Patmos recibió una revelación de Dios que se le dio a Jesucristo, que se la envió por un ángel al apóstol Juan, y le ordenó enviarla a siete iglesias específicas del Asia Menor, que son las de estas ciudades: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Como les dije al comienzo, lo más lógico era que los primeros testimonios del texto, las referencias más antiguas al Apocalipsis, y los documentos manuscritos, pergaminos más antiguos, provinieran de aquellas regiones; y justamente así ha sido. Después de que murió Domiciano, el emperador, que fue el que condenó a Juan a la isla de Patmos, entonces por un año subió un sucesor suyo llamado Nerva, que inmediatamente hizo sacar a Juan de la isla de Patmos, y él volvió a Efeso y allá continuó haciendo la obra del Señor teniendo como centro de la obra la ciudad de Efeso; y justamente, es de la iglesia de Efeso de donde surge el testimonio más antiguo acerca de la autoría del Apocalipsis por el apóstol Juan.


Testimonio de Justino Mártir
En la iglesia de la ciudad de Efeso hubo un hombre de Dios muy famoso en la antigüedad, muy respetado, que se llamó Justino Mártir.

 Se llamó así porque él fue martirizado; y él era un filósofo y fue martirizado por otro filósofo, amigo de un emperador filósofo. ¡Qué paradoja! Este hombre, que era un filósofo, había nacido en Samaria, en la ciudad de Siquem, que hoy se llama Nablus o Nablusa o Neápolis, que son las diferentes pronunciaciones de la misma palabra: Neápolis, Nablusa, Nablus; es lo que era la antigua Siquem en Samaria; ahí fue donde nació Justino, y él empezó a leer filosofía. Él estuvo pasando por todas las escuelas filosóficas; Dios quiso que así fuera; y él se fue corriendo hacia el occidente, y se estableció por fin en Efeso, y allí conoció al Señor y se hizo cristiano. Los filósofos en aquella época usaban su manto de filósofo, y él comenzó a predicar el evangelio como si fuera un filósofo porque la gente iba a donde él a oír filosofía, y él aprovechaba eso para evangelizarlos. Luego se trasladó a Roma, y en una casa cerca de unos baños públicos, él estableció su lugar de predicación, y los que querían iban a oírlo allá, hasta que el filósofo Junio Rústico, amigo del emperador Marco Aurelio, lo mandó a llamar para obligarlo a él y a sus compañeros, que eran como siete hermanos, entre ellos una hermana llamada Caridad, y los obligaron a la idolatría después de hacerles unas preguntas; ellos se confesaron claramente cristianos; tenían que hacer sacrificios a los dioses; como ellos no los hicieron, por tanto ese filósofo los mandó a azotar  y a decapitar, y ellos fueron fieles con grande alegría; pusieron su vida por el Señor. Por eso se le llama "Justino mártir". Él vivió en la primera parte del siglo II, y escribió por ahí por los alrededores del año 135 a más tardar, cuando había la persecución contra los cristianos. Justino es llamado "El príncipe de los apologetas", porque en esa época de persecución de los emperadores romanos y del imperio romano a los cristianos, entonces algunos hermanos escribieron apologías o defensas del cristianismo y se las enviaron al emperador Marco Aurelio, o a Antonino Pío, o a los otros emperadores. Esas apologías se recogieron en este volumen que tengo acá, donde está la colección de esas defensas de los cristianos primitivos; y Justino escribió unas apologías y escribió también un diálogo con un judío famoso llamado Trifón, con el cual él tuvo un diálogo, que después Justino redactó. Entre los judíos, parece ser llamado el Rabino Tarfón; Trifón se le dice en el griego. Justino, que vivía en la ciudad de Efeso, escribió ese diálogo con Trifón en la ciudad de Efeso, en la primera parte del siglo II, a más tardar en el año 135. Les voy a leer aquí una partecita de lo que él escribió, donde aparece el testimonio más antiguo, aparte del Apocalipsis mismo, donde se dice que este Libro de Apocalipsis lo escribió el apóstol Juan.


Voy a leerles aquí en el Diálogo con Trifón, después de que él ha citado aquí unas palabras del profeta Isaías; él leyó aquel pasaje de Isaías, donde habla cómo va a ser el reino venidero, aquello de que el cordero comerá paja con el león, etc; entonces después de citar esas palabras de Isaías a Trifón, dice Justino:


"Lo que en estas palabras, pues, se dice, dije yo, "porque según los días de los árboles, serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán las obras de sus manos", entendemos que significan misteriosamente los mil años, porque como se dijo a Adán que el día que comiera del árbol de la ciencia del bien y el mal, moriría; sabemos que no cumplió los mil años; entendemos también que hace también a nuestro propósito aquello de que un día del Señor es como mil años; además, hubo entre nosotros un varón por nombre Juan, uno de los apóstoles de Cristo, el cual en revelación que le fue hecha, profetizó que los que hubieren creído en nuestro Cristo, pasarán mil años en Jerusalén y que después de esto vendría la resurrección universal y para decirlo brevemente, la eterna resurrección y juicio de todos unánimemente; lo mismo vino a decir también nuestro Señor: No se casarán, ni serán dadas en matrimonio, sino que serán semejantes a los ángeles, hijos que son del Dios de la resurrección; porque entre nosotros se dan hasta el presente carismas proféticos, de donde vosotros mismos debéis entender que los que antaño existían en vuestro pueblo han pasado a nosotros".


Hasta aquí una cita textual de Justino Mártir, donde hablando del milenio, en ese contexto él hace una referencia antiquísima, apenas a comienzos del siglo II, cuando él vivía en Efeso. Hubo entre nosotros un varón llamado Juan, de los apóstoles de Cristo, que recibió una revelación; y hace una referencia al Apocalipsis. Vemos aquí, pues, la referencia más antigua al Apocalipsis conocida hasta ahora, hecha por un líder de la iglesia primitiva en el siglo II.


Testimonio de Papías
Tengo aquí también otras referencias que hacer: uno de los discípulos directos del apóstol Juan fue Papías de Hierápolis. Hierápolis era una ciudad que quedaba cerca a Laodoicea y a Colosas. Esas tres ciudades, si ustedes las miran en el mapa del Asia Menor, están cerquita una de la otra; casi como decir: Suba, Bosa, el antiguo Tiguaque, que es San Cristóbal; o sea que es una región más cercana que este Distrito, pero quedaban muy cerca la una de la otra; entonces para ver esa cercanía, vamos allí a la epístola a los Colosenses; allí el apóstol Pablo hace referencia a estas tres iglesias.

Colosenses 2:1: "Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro"; o sea, los que estaban allí cerca de Laodicea; y en 4:13 dice: "Porque de él doy testimonio (de Epafras o Epafrodito, que es la contracción de Epafras) de que tiene gran solicitud por vosotros (los de Colosas), y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis". Esas tres localidades: Colosas, Laodicea y Hierápolis, estaban cerca, y ellos se visitaban, de tal manera que Pablo más adelante les dice en el verso 16: "Cuando esta carta (la de los Colosenses) haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses"; o sea que la carta que le envié a los Laodicenses, léanla también ustedes, y la que le envié a ustedes, Colosenses, hágansela leer a ellos; porque estaban muy cerca; no había carro, no había internet, no había avión, pero podían ir a pie, o en burro; entonces podían hacer eso. ¿Se dan cuenta de que Hierápolis quedaba ahí cerca? Ahí en Hierápolis vivió el diácono y evangelista Felipe y también las hijas de Felipe; puesto que él tenía cuatro hijas profetizas. Justamente Papías, que era un discípulo de Juan, había conocido a Felipe y había oído varios de los testimonios de la tradición antigua de las mismas hijas de Felipe, y Papías dice algunas cosas. Yo quisiera leerles algo de lo que dice Papías para que los hermanos tengan esas noticias de la iglesia primitiva. Justamente, una mala interpretación que se hizo de unas palabras de Papías, de ella se agarraron primero unos herejes y luego unos escépticos; no es exactamente lo mismo, pero están trabajados por el diablo para tratar de decir que había otro Juan y que no fue Juan el apóstol el que escribió esto.


Voy a leerles algunas de las palabras de Papías. Tengo aquí los fragmentos de Papías. Papías escribió una obra en cinco rollos que se llamó "Exégesis de los Logiones del Señor", que era una explicación de los dichos, de las sentencias del Señor Jesús. Después los libros fueron llamados Los Exotéricos; no los esotéricos con ese, sino con equis; son los mismos cinco libros de Papías; esos libros sobrevivieron hasta cierto tiempo; luego se perdieron, pero algunos fragmentos de Papías sobrevivieron. Ireneo lo cita, Eusebio lo cita, Apolinar de Hierápolis, que fue sucesor de Papías, lo cita, Andreas de Cesarea los cita a ellos. Ustedes saben que en Cesarea hubo una gran biblioteca que formó Orígenes. Orígenes, cuando fue a Cesarea formó una gran biblioteca que luego, cuando él murió, la continuó Pánfilo, y en esa biblioteca él procuró recopilar todo lo posible de los cristianos anteriores, y gracias a la biblioteca de Orígenes completada por Pánfilo, Eusebio de Cesarea pudo escribir la historia eclesiástica que tenemos acá, donde nos da las noticias de la iglesia primitiva; gracias a esa biblioteca. Andreas de Cesarea también cuenta algunas noticias de Papías; o sea, tenemos los dichos de Papías que han sobrevivido.

No sobrevivieron todos los libros, pero sobrevivió algo de su historia; son muy importantes para la Iglesia los testimonios de Papías, porque algunos de los evangelios, en sí mismos, ellos son anónimos. Hoy sabemos que el evangelio de Mateo lo escribió Mateo por el testimonio que dio Papías. Sabemos que el evangelio de Marcos lo escribió Marcos porque el testimonio de eso lo dio Papías, que lo oyó del mismo apóstol Juan. El apóstol Juan fue el que leyó el evangelio de Marcos y le dijo a sus discípulos que Marcos no había mentido en nada de lo que había escrito; eso lo escribió Papías. De manera que muchas noticias importantes para conocer los autores de los libros de la Biblia nos vienen a través de Papías; aunque no sobrevivieron los cinco volúmenes de Exotéricos o de exégesis de los dichos del Señor, por lo menos, los fragmentos que sobrevivieron han sido muy importantes. Por eso quiero leerles algo de Papías.  Dice Ireneo, citando a Papías:


"Cuando también la creación renovada y libertada fructificará muchedumbre de todo género de comida, del rocío del cielo y de la fertilidad de la tierra, a la manera que recuerdan los ancianos que vieron a Juan, discípulo del Señor".


¿Quién está hablando aquí? Está hablando Ireneo. Ireneo era de la iglesia en Esmirna cuando la presidía Policarpo, que fue quien recibió el Apocalipsis de mano de Juan, porque el Señor le dijo: Envíalo a la iglesia de Esmirna y a las otras; pues el que estaba al frente de la iglesia en Esmirna era un discípulo de Juan que fue el que quedó haciendo trabajo apostólico cuando éste murió; el que quedó haciendo esa obra que hacía Juan fue Policarpo; entonces el mensaje del Señor por Juan lo recibió Policarpo; pero Policarpo tenía un joven de la iglesia de Esmirna que era Ireneo. Este Ireneo es el que escribe estas cosas. Él dice así:


"La manera que recuerdan los ancianos que vieron a Juan (entre ellos están Policarpo y Papías), discípulo del Señor, habérselo oído a él , de qué modo enseñaba y hablaba el Señor de aquellos tiempos".


Se refiere a los tiempos del reino milenial; entonces, pone comillas para citar las palabras del Señor transmitidas por Juan y transmitidas por Papías y por Policarpo; ahora las está transmitiendo Ireneo, así:

"Vendrán días en que nacerán viñas que tendrán cada una diez mil cepas, y en cada cepa diez mil sarmientos, y en cada sarmiento diez mil ramas, y en cada rama diez mil racimos, y en cada racimo diez mil granos, y de cada grano prensado dará veinticinco metretas de vino, y cuando alguno de los santos tomare uno de aquellos racimos gritará: yo soy mejor, tómame a mí, bendice por mí al Señor.

Igualmente se dará un grano de trigo que producirá diez mil espigas, y cada espiga tendrá diez mil granos, y cada grano dará cinco libras de flor de harina clara y limpia, y así de los demás frutos y semillas y hierba, conforme a la conveniencia de cada uno, y todos los animales, que usando de aquellos elementos que se reciben de la tierra, se convertirán en pacíficos y unidos entre sí, sujetos a los hombres con toda sujeción. Esto atestigua también por escrito Papías, discípulo que fue de Juan y compañero de Policarpo, varón antiguo, en el cuarto de sus libros, pues, tiene en efecto compuestos cinco libros, y añadió diciendo: «Ahora bien, estas cosas son creíbles para los creyentes»; se lo decía el Señor; y como Judas, el traidor, no creyera y preguntara: entonces ¿cómo serán llevadas a cabo por el Señor tales producciones? Respondió el Señor: lo verán los que lleguen a aquellos tiempos". 


Mas adelante voy a leerles otras cosas acerca de Papías. Esto lo dice Eusebio conservando fragmentos de Papías:


"Mas de Papías, cinco son en número los escritos que corren de su nombre, titulados: Explicación de las sentencias del Señor. (Es una traducción del título). De éstos hace también mención Ireneo, como los únicos por él escritos, en los siguientes términos: «Esto atestigua también por escrito Papías, discípulo que fue de Juan y compañero de Policarpo, varón antiguo, en el cuarto de sus libros», porque fueron por él compuestos cinco libros, que es el testimonio de Ireneo".


Tergiversaciones en tiempos de Eusebio de Cesarea
Voy a saltar unas palabras aquí de Eusebio, porque Eusebio toma unas palabras de Papías y él les da una interpretación equivocada a esas palabras, y a raíz de esas palabras equivocadas, otros se equivocaron; porque parece que Eusebio no era milenarista, entonces hubo a partir de cuando ya el cristianismo comenzó a conquistar el Estado, y ya Eusebio de Cesarea era amigo de Constantino, quienes empezaron a entender prácticamente que lo del milenio era una cosa alegórica, aquella profecía del Apocalipsis, y comenzaron a no tomar en cuenta las palabras del Apocalipsis en forma literal. Comenzó, pues, a surgir un sentimiento en contra de los que ellos llamaron "milenaristas". Juan habló en Apocalipsis del milenio, de manera que Papías hablaba del milenio, Ireneo hablaba del milenio, Melitón de Sardis hablaba del milenio; aquí aparece también Apolinar de Hierápolis, que hablaba del milenio, Tertuliano de Cartago hablaba del milenio, Victorino de Petavio hablaba del milenio, Lactancio hablaba del milenio; todos estos eran los líderes cristianos primitivos que eran milenaristas. Como también Montano, que era un líder de los alrededores del año 150, y era bastante entusiasta, como decir un pentecostal bien clásico, y que ellos enfatizaban las profecías y los dones del Espíritu, y a veces algunos o algunas se iban a los extremos, y como Montano creía también en el milenio y en el Apocalipsis, entonces, lógico, en reacción contra los excesos entusiastas de Montano surgieron algunas reacciones contra el montanismo; pero como el montanismo era literalista y se basaba en el Apocalipsis, entonces comenzaron a rechazar a los hermanos que creían en el milenio literal y los consideraban los herejes kiliastas, de kilo, de mil, de milenio. Después ya no sólo rechazaron a la interpretación milenarista, sino que rechazaron incluso el Apocalipsis, porque el Apocalipsis era el que daba pie para eso. Comenzó, pues. a surgir, en una vertiente, un rechazo al libro del Apocalipsis, porque decían que el Apocalipsis era prácticamente el culpable de la "herejía" de los mil años y todas esas cosas. Entonces en Roma, por el año 210, uno de los presbíteros de Roma, que se llamaba Cayo de Roma, él escribió contra Montano, y en sus escritos contra Montano y el montanismo también atacó al milenarismo y atacó al Apocalipsis; entonces uno que había aprendido de Ireneo, que se llamaba Hipólito de Roma, escribió una obra contra Cayo, refutando de una manera tremenda todo lo que era el ataque antiapocalíptico y antimilenarista, siendo él un hombre ortodoxo. A partir de la obra que escribió Hipólito contra Cayo de Roma, siendo Hipólito también de Roma, un anciano en Roma, desde allí, en occidente, gracias a la intervención de Hipólito se respetó mucho el Apocalipsis.

Del Asia Menor se difundió mucho por occidente, y los ataques que se levantaron contra el Apocalipsis y contra el milenarismo fueron acallados por la obra de Hipólito en el occidente; pero como las obras no circulaban tan rápido, por allá en el oriente, por Georgia y por Armenia, se demoraron mucho en aceptar el Apocalipsis, y heredaron después ese escepticismo de los alegoristas. Los alegoristas, que no querían hablar de un milenio literal, no sólo rechazaron la interpretación literal, sino que rechazaron el libro mismo del Apocalipsis. Si es muy delicado para el que le saque una parte al libro, cuánto más sacar el libro entero. Quitarle un pedazo o agregarle es delicado, cuánto mas delicado es quitar el libro entero. Fue, pues, Hipólito el que hizo la defensa en su libro contra Cayo de Roma en el año 215.


Otro que escribió y usó el Apocalipsis fue Metodio. Ya estamos citando algunos de los testigos antiguos que son: Justino Mártir, Papías de Hierápolis. Estoy aquí con dificultad de leerles todo el material que hay; además que no quiero leerles a Eusebio sin darles la explicación, porque él tuvo unas cuestiones que él interpretó mal. Él era amigo de Constantino y él era arriano, de manera que estaba en un bando un poco delicado. A partir de la interpretación de Eusebio a unas palabras de Papías, comenzaron a quitarle el valor al Apocalipsis y a quitarle la autoría del Apocalipsis al apóstol Juan; y después le quitaron al apóstol Juan no sólo la autoría del Apocalipsis sino también de las cartas y después del evangelio.


Otro que hizo eso fue otro hereje que se llamaba Marción. Marción incluso conoció personalmente al apóstol Juan, y el apóstol Juan percibió su espíritu y no lo recibió en la comunidad en Efeso; entonces Marción se fue para Roma, y él decía que el Dios del Antiguo Testamento era un demiurgo, y que el Padre de nuestro Señor Jesucristo era otro Dios, y  rechazaba todo lo que era judaico; y como en el Apocalipsis hay muchas cosas que tienen raíces en el Antiguo Testamento, rechazó el Apocalipsis por judaico. Marción sólo aceptaba una parte mutilada del evangelio de Lucas y algunas de las epístolas de Pablo; eso era todo su Nuevo Testamento. Ireneo tuvo que combatir a Marción; Papías tuvo que combatir a Marción, Tertuliano tuvo que combatir a Marción, que fue el primer gran hereje que hubo en este tiempo. Después de Marción surgió un grupo herético que se llamaba "los álogos"; o sea los contrarios al Logos, y también eran contrarios al Apocalipsis, y como el Apocalipsis circulaba mucho, ellos comenzaron a hacer circular la mentira de que el Apocalipsis no lo había escrito Juan sino Cerinto, que era otro hereje.


El diablo ha luchado desde el principio contra el Apocalipsis. Yo quería que ustedes supieran eso porque a lo mejor un día les toca también enfrentar esas corrientes. ¿Por qué? porque esa línea que introdujo Marción, hereje, y continuaron los álogos, grupo herético, después fue introduciéndose poco a poco en personas que no eran tan heréticas.

Después Dionisio de Alejandría por el año 256, como él sí era un gran escritor del griego, empezó a criticar la gramática popular del Apocalipsis y empezó a dudar de la autoría de Juan porque veía que el evangelio era un poco más culto, así como la primera epístola de Pedro es más culta que la segunda, porque en la segunda ya no tiene la ayuda de Silvano, y además que el evangelio de Juan es bastante posterior en varios años al Apocalipsis y ya Juan había aprendido mejor el griego; en esas cosas se basaban los que ponían dudas.

Eusebio se basó en las dudas de Dionisio y las aceptó y en base a eso continuó la corriente de los rechazadores del Apocalipsis y los rechazadores de la autoría de Juan el apóstol. Luego Cirilo de Jerusalén tomó la misma línea de Eusebio y lo mismo hicieron las iglesias de Armenia y Siria hasta más o menos el año 500. En el año 600 la canonicidad misma del Apocalipsis prevaleció sobre los que la habían rechazado, pero en el oriente se demoró mucho la aceptación del Apocalipsis por esos conflictos que hubo. En occidente se aceptó gracias al trabajo de Hipólito que defendió el Apocalipsis en una obra contra Cayo de Roma.


Otro dato donde se habla del Apocalipsis está en Melitón de Sardis; pero fíjense en que Sardis era otra de las iglesias a las que fue dirigida el Apocalipsis, y justamente uno de los líderes que hubo en Sardis fue Melitón. Melitón de Sardis escribió incluso un comentario al Apocalipsis; él escribió una obra sobre el diablo y el Apocalipsis de Juan; parte de esa obra ha sobrevivido y ha sido citada por otros.


Quiero, pues, leerles algunas de las cosas ya con la introducción de las citas que hace Eusebio de Papías; pero habiéndoles hecho la explicación. Ustedes van a notar que Eusebio, que era una persona culta, arriano y alegorista, que rechazaba la literalidad de las cosas, y que  andaba en la corte de Constantino, habla de una manera despectiva de Papías; pero Ireneo que lo conocía, habla de una manera respetuosa de Papías; e Ireneo era anterior como en dos siglos a Eusebio; por eso es bueno saber esto. Sigue diciendo ahora Eusebio citando a Papías:


"A decir verdad, Papías mismo, en el proemio de sus discursos no afirma de modo alguno haber sido oyente de los sagrados apóstoles (esa es una mentira de Eusebio; es una mentira que demuestran otros escritores que se refirieron a Papías; pero aquí ya se nota que él está en contra de Papías, porque él es amilenarista); ni haberlos personalmente visto, sino que enseña por las mismas expresiones de que se vale, que recibió lo tocante a la fe de los que fueron familiares de los mismos apóstoles, y no tendré inconveniente...".


Ahora el que habla es Papías. Esta cita la hace Eusebio de Papías; ahora es Papías el que habla. Esta es la cita de Papías que malinterpreta  después Eusebio; entonces por eso hago el énfasis para que no se confundan. Ahora va a hablar Papías; esta cita malinterpretada fue la que provocó que hasta hoy los modernistas usen y aparece en muchos comentarios bíblicos, diccionarios bíblicos; aparece incluso en notas al pie de varias versiones de la Biblia que son modernistas o latinoamericanas. Como los hermanos se pueden encontrar con eso, necesitan conocer toda esta historia para no ser enredados. Ahora dice Papías:


"Y no tendré inconveniente en ofrecerte ordenadas a la par de mis interpretaciones, cuantas noticias un día aprendí muy bien y muy bien grabé en mi memoria, seguro como estoy de su verdad, porque no me complacía yo como hacen la mayor parte, en los que mucho hablan, ni en los que recuerdan los mandamientos ajenos, sino en los que por el Señor fueron dados a nuestra fe y que proceden de la verdad misma; y si se daba el caso de venir algunos de los que habían seguido a los ancianos, (desde ya llamo la atención a que Papías llama "ancianos" a los apóstoles, porque como también va a hablar del anciano Juan, algunos dicen: miren que aquí dice anciano Juan, no apóstol Juan; entonces supuestamente el anciano Juan era distinto que el apóstol Juan; pero desde ya les llamo la atención a que en el lenguaje de Papías él llama ancianos incluso a los apóstoles; y como el mismo Pedro dice: yo anciano también con ellos), si se daba el caso de venir alguno de los que habían seguido a los ancianos, yo trataba de discernir los discursos de los mismos ancianos (o sea que si los que habían oído a los apóstoles decían algo, entonces él procuraba ver qué era lo que era de los apóstoles, y no de los que lo transmitían); ¿Qué había dicho Andrés? ¿Qué Pedro? ¿Qué Tomás o Santiago o Juan o Mateo o cualquier otro de los discípulos del Señor? y lo que dice ahora... (habla en presente. Lo que decían en el pasado, menciona a éstos; y ahora en presente, es como quien dice: ahora todavía hay unos que no han muerto y que siguen en pie). Lo que dicen Aristión y el anciano Juan, discípulos del Señor; porque no pensaba yo que los libros pudieran serme de tanto provecho como lo que viene de la palabra viva y permanente".


Fíjense en que Papías quería saber lo que había dicho el Señor, según lo que decía Andrés, lo que decía Felipe, lo que decía Juan, y él procuraba oír acerca de ellos; pero también él oía directamente ahora en vida, a Juan y a Aristión.  Entonces aquí Papías hace dos menciones de Juan. Primero menciona que él procuraba oír lo que ellos habían dicho en el pasado, según los que le habían seguido; entonces él les indagaba, qué fue lo que dijeron Andrés, Juan, Mateo; pero ahora pasa al presente:  "Y lo que ahora dicen Aristión y el anciano Juan".  Entonces Papías hace dos menciones de Juan; una en  pasado, lo que decía cuando todavía estaba vivo Andrés, Santiago, Felipe, Juan y Mateo; y ahora lo que al presente, dijo Papías, seguía diciendo Juan, discípulo del Señor.  Debido a las dos menciones que hace Papías, en este pasaje, de Juan, Eusebio de Cesarea interpretó que uno era Juan el apóstol y el otro era otro Juan; no entendió que está hablando lo que hablaban en pasado y lo que ahora el mismo Juan habla en presente; las dos menciones de Juan no son dos Juanes; son el mismo Juan; pero lo que hablaba cuando estaban en vida los compañeros de él y lo que todavía en tiempo de Papías seguía hablando Juan con Aristión. Papías era un hombre que procuraba tener todos esos datos y los copiaba y hacía la exégesis; por eso a raíz de estas palabras de Papías, Eusebió lo mal interpretó más adelante, y por eso voy a saltarme el comentario de Eusebio; después ustedes lo pueden leer, pues eso lo van a encontrar por todas partes; así que yo estoy enfatizando el testimonio de Papías como directo escuchador de Juan.


Otros fragmentos de Papías
Aquí también hay otros fragmentos de Papías que han sido citados, algunos por Eusebio, otros por Apolinar; entonces Andrés de Cesarea, que es aquella Cesarea donde estaba la biblioteca de Orígenes, decía lo siguiente de Papías y Apolinar de Hiérapolis, no de Laodicea, que fue otro posterior. Apolinar de Hiérapolis fue como un sucesor de Papías. Ellos cuentan algunos datos de Judas Iscariote que contó Papías; dice:

"No murió en la cuerda Judas, sino que sobrevivió por haberse soltado antes de ahogarse y esto ponen de manifiesto los hechos de los apóstoles, habiéndose hinchado, reventó por medio y se derramaron sus entrañas".


Y luego aquí comienza a explicar la muerte de Judas, que fue terrible; dice que llegó a hincharse de tal manera que ya no se le veían ni los ojos, y se pudrió y le salieron gusanos y la carne se derramó en la tierra, de tal manera que el lugar donde murió olía tan feo que nadie podía pasar por ese lugar. ¡Cosa terrible! Eso lo cuenta aquí Papías de Judas. Luego, miren lo que dice aquí este Andreas de Cesarea, respecto del Apocalipsis. Este testimonio es importante; dice así:

"Creemos que es superfluo alargar el discurso acerca de la divina inspiración del libro (es decir, el Apocalipsis de Juan), cuando atestiguan que es digno de fe, los bienaventurados Gregorio el teólogo y Cirilo, y además entre los más antiguos: Papías, Ireneo, Metodio e Hipólito".

Andres de Cesarea está refiriéndose al testimonio de los más antiguos: Papías, Ireneo, Metodio e Hipólito y un poquito después de ellos: Gregorio y Cirilo, a favor del Apocalipsis escrito por el apóstol Juan. Estas son citas bien antiguas.


Para terminar, quiero hacerles unas citas literales de Ireneo; voy a leerles algunos pasajes; dice: "He aquí, ¿por qué dice Juan en el Apocalipsis, su voz era como el ruido de muchas aguas?". Aquí está citando el Apocalipsis como de Juan; eso es en el libro "Contra las Herejías" que escribió Ireneo, que era de Esmirna. Sigo leyendo otro pasaje aquí: "Juan dice en el Apocalipsis, que el incienso son las oraciones de los santos"Vemos que está atribuyéndole el Apocalipsis a Juan. Luego en otro pasaje dice: "Como dice Juan en el Apocalipsis, se abrió el templo de Dios". Otra cita de Ireneo, dice:


"También Juan el discípulo del Señor en el Apocalipsis asiste a la venida del reino glorioso y sacerdotal; me voltee, dice él, para ver la voz que me hablaba y cuando me voltee, vi siete candeleros de oro y en medio de ellos, parecido al Hijo del Hombre, vestido de una larga túnica y con el cinto de oro a la altura del pecho; y su cabeza y sus cabellos eran blancos, como lana blanca, como la nieve; sus ojos eran como llamas de fuego; sus pies semejantes a cobre abrasado en fuego; la voz de él era como la de muchas aguas; su mano derecha aseguraba siete estrellas, de su boca salía una espada aguda de dos filos y su rostro era brillante como el sol, en lo máximo de su fulgor".


Hace una cita bastante amplia del Apocalipsis de Juan, diciendo: esto dice Juan, el discípulo del Señor, en el Apocalipsis. Esas son varias de las citas. Voy a leer una más de Ireneo. Dice:


"Una revelación más clara todavía acerca de los últimos tiempos y de los diez reyes entre los cuales será dividido el imperio que ahora domina  fue hecha por Juan, el discípulo del Señor, en el Apocalipsis, explicando lo que eran los diez cuernos vistos por Daniel".


Y luego hace la cita. Nos damos cuenta de cómo Ireneo, que fue un discípulo de Policarpo, que a su vez fue un discípulo del apóstol Juan, está atribuyéndole directamente el Apocalipsis a Juan. Justino lo hace, Papías lo hace, Melitón de Sardis lo hace, Ireneo lo hace, Teófilo de Antioquia también en un libro que escribió "Contra las herejías de Hermógenes" lo hace, Clemente alejandrino lo cita en varios libros también en el año 200; Orígenes hizo un comentario y cita a Juan en varias partes.


En Milán se encontró, del año 170 más o menos, lo que se llamó "El Canon de Muratori". Muratori fue como decir el arqueólogo que encontró ese canon en Milán, donde aparecía para esa época tan temprana, un canon de las Escrituras del Nuevo Testamento y ahí estaba incluido el Apocalipsis del apóstol Juan; ya lo menciona el canon que descubrió Muratori en la biblioteca Ambrosiana de Milán.

Luego cerca del año 190, la iglesia de Cartago reconoce el Apocalipsis en su canon. Tertuliano escribió muy abundantemente; de los 22 capítulos del libro de Apocalipsis, él cita 18 capítulos en su obra, atribuidos al apóstol Juan; él llegó a ser montanista al final de su vida.

Montano, Metodio, Hipólito que fue el defensor de eso en occidente, a quien le debemos que nos llegó el Apocalipsis más rápido en occidente, Victorino de Petavio y Andrés de Cesarea, éstos son los principales testigos. No he podido leerles todo por causa del tiempo, pero quería dejarles esto en la introducción al Apocalipsis, cómo Juan el apóstol es el autor del Apocalipsis, aunque esa cita que leemos de Papías, malinterpretada por Eusebio de Cesarea, hizo que se rechazara el Apocalipsis en muchas partes y los modernistas liberales lo siguen haciendo hasta hoy en gran manera; pero creo que es suficiente con lo que hemos leído para que sepamos que tenemos un libro del apóstol Juan, hijo de Zebedeo y de Salomé, primo del Señor Jesús, recibido del Señor Jesús en Patmos.☐

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