lunes, 3 de enero de 2011

EL MENSAJE DE LOS TRES ÁNGELES

EL MENSAJE DE

LOS TRES ÁNGELES


“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu lengua y pueblo”. Apo. 14:6.

Consideraciones de crítica textual
Hermanos, vamos a estudiar la palabra del Señor. Abrimos el libro del Apocalipsis en el capítulo 14. Hoy llegamos a considerar con la ayuda del Señor el pasaje que va desde el versículo 6 hasta el versículo 13: El mensaje de los tres ángeles. Esa sería, con la ayuda del Señor, la porción que estaremos considerando en esta noche. El mensaje de los tres ángeles. Apocalipsis 14:6-13. Voy a hacer, como acostumbramos, la lectura de esta versión Reina-Valera de 1960, examinando su traducción a la luz de los manuscritos más antiguos, y de la mayoría de los manuscritos, para lograr el texto más auténtico:

“Y”; siempre esa palabra “kai”; todo está relacionado: “6Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel”; algunos pocos manuscritos no dicen la palabra “otro”, pero los más antiguos y la mayoría lo dicen: “otro ángel”, porque resulta que la palabra “otro” en el griego es “alou”, y la palabra “ángel”, “angelou”; el final es parecido; por eso algunos a veces, sin darse cuenta, lo omiten. “6Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía evangelio eterno”; el artículo “el” no aparece en el griego; “otro ángel que tenia evangelio eterno para evangelizar (aquí no es solamente predicar, es evangelizar, es la misma raíz del verbo evangelizar) los asentados sobre la tierra y sobre toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo”; eso no es solamente una coma, es una palabra de tres letras: “kai”, esto, esto y esto, qué palabra tremenda.

 “6Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía evangelio eterno para evangelizar a los asentados sobre la tierra, (epi tês gêa) y sobre toda nación, (o etnia; la palabra nación es etnia; no se refiere a los países, sino a los grupos étnicos) y tribu, y lengua y pueblo, (la palabra “toda”, califica no solamente a etnia, sino a tribu, a lengua y a pueblo) “7diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8Y otro segundo ángel...”; aquí aparece la palabra “deutero”; Reina Valera no lo tiene porque se basó en el Textus Receptus, que se basa en manuscritos muy tardíos; especialmente Erasmo sólo tenía el códice 1, y la palabra “deutero” se la saltaron, pero los manuscritos más antiguos y la mayoría de los manuscritos dice la palabra “segundo”. Arcadio tiene la versión de Harper Caribe, donde a pie de página tiene muchas de esas citas relacionadas con la critica textual; si consiguen esa versión de Harper, van a tener las notas sobre manuscritos a pie de página.


“8Y otro ángel segundo le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la grande, (la palabra “polis”, ciudad, no está en el griego; fue una paráfrasis del traductor) que ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”. No es “porque”, sino “que”; “Babilonia, la grande, que ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”.  Y el ángel, sí, tercero, dice: “y otro ángel, tercero”, es lo que dice más exactamente el griego: “9Y otro ángel, tercero, le siguió diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe marca sobre su frente, o sobre su mano, 10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro sin diluir en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los ángeles santos y delante del Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y si alguien recibe la marca de su nombre. 12Aquí la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13Y oí una voz que desde el cielo me decía:

"Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Algunos pocos manuscritos se saltan la palabra: sí, nai, pero Juan acostumbra hablar de esta manera,  y la mayoría de los eruditos consideró que era original. Casi siempre los textos más cortos son los originales; porque la tendencia de los escribas es parafrasearlos, embellecerlos; pero a veces el estilo del autor es bien conocido; entonces Juan suele usar esta expresión, y los eruditos dejaron allí: “sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos porque sus obras con ellos siguen”. ¡Qué tremendo pasaje!

Este pasaje es hermosísimo; este pasaje es el espíritu, la tónica de los últimos tiempos, de los tiempos finales; este pasaje es para precisamente el período más final. Dice: “la hora de su juicio ha llegado”; es decir, este énfasis, el mensaje del Espíritu, es para la hora del juicio, para los principios de dolores, y especialmente los dolores de la gran tribulación.


Los énfasis históricos del Espíritu
A veces en la historia de la Iglesia, el Espíritu ha seguido tocando teclas diferentes en un orden, según la necesidad de la edificación. Por ejemplo, al principio en la historia  de la Iglesia, el énfasis del Espíritu en el principio era reconocer quién era Jesús; bueno, es el Mesías, ok; y el Mesías ¿qué relación tiene con Dios? bueno, es Dios también con el Padre; y bueno, y Él, si es Dios, ¿cómo también es hombre? sí es Dios y también hombre, tiene dos naturalezas en Su misma persona; es decir, el Espíritu primero se detuvo en la tónica del fundamento. ¿Quién es Cristo en relación con Dios? ¿Él es también Dios con el Padre y es también hombre con los hombres? Sí. Luego, cuando fue avanzando la edificación de la Iglesia, el énfasis del Espíritu Santo fue aclarar la humanidad, no sólo la del Señor Jesús, sino también la condición humana de la Iglesia. Fue la época del pelagianismo y del agustinianismo combatiendo con el pelagianismo, que decía que el hombre por sí solo y por su propia voluntad podía agradar a Dios, sin necesidad de la gracia; en cambio, Agustín de Hipona enseñaba con Pablo que el hombre está caído y necesita de la gracia del Señor para poder hacer. No siempre en las épocas el mensaje que el Espíritu acentuaba era el mismo; sino que como es una edificación del Señor, primero Él ponía el fundamento de Cristo, luego de la obra de Cristo.

Ya llegando a los siglos medios, el énfasis del Espíritu fue la expiación. Ya sabemos quién es Cristo, ya sabemos qué hizo Cristo, entonces ahora viene la época de la Reforma; de modo que en ese momento histórico la tónica del Espíritu fue la salvación por la fe, la justificación por fe. No estaría clara la justificación por fe sin la expiación, ni la expiación sin Cristo; entonces primeramente el Espíritu aclaró en la historia de la Iglesia quién es Cristo (cristología). Cuando tú lees los escritos de la Iglesia primitiva ese era el énfasis. Luego en la época medieval, el énfasis fue cambiado por el Espíritu, porque está edificando. En la época de la Reforma, el énfasis fue diferente (soteriología). Luego, después de venir Sardis, llega Filadelfia. Aquí el énfasis empieza a ser la Iglesia, y en los últimos tiempos, la escatología.


Primicias, cosecha y vendimia
Hermanos, aquí aparece en el capítulo 14, que no es el capítulo final, y esto está incrustado entre las primicias, la cosecha y la vendimia. Este capítulo 14 no podemos separarlo, porque todas estas cosas están relacionadas. Las primicias relativas a los 144.000 de Israel, la cosecha de los gentiles y la vendimia de los que hacen que Dios pise las uvas de la ira y la sangre suba hasta los frenos de los caballos; la vendimia. Entonces existen las primicias, la cosecha y la vendimia; y en ese contexto aparece el mensaje de los tres ángeles. No podemos tomar este pasaje separado del contexto, ni tampoco podemos tomar el capítulo 14 de Apocalipsis separado del 7. Si ustedes se fijan en el 7:1-8, allí aparecen los ciento cuarenta y cuatro mil, y luego en 7:9-17, aparecen los gentiles salvados de gran tribulación por la sangre del Cordero; fue una gran multitud recogida por el Señor sobre la cual Él extiende su pabellón. Primero empieza por el primogénito, que es Israel, cabeza de naciones (7:1-8), los ciento cuarenta y cuatro mil de las doce tribus de Israel; pero no solamente a ellos el Señor salva; después aparece una gran multitud  de toda tribu, lengua y nación; no sólo de Israel, sino de toda tribu; y es una gran multitud que nadie puede contar; y aparecen salvados, aparecen limpiados por la sangre del Cordero, acogidos por el Señor, apacentados por el Señor. Entonces esto fue profetizado en la primera parte del libro.

Determinando las perícopas
La segunda parte del libro va de Apocalipsis 12 al 20. Le dijo el ángel a Juan: “Es necesario que profetices otra vez”; es decir, que él vuelve a profetizar sobre cosas introducidas en la primera parte, pero que tienen que ser completadas en la segunda parte; no hay una continuidad cronológica de la primera parte con la segunda, porque el final de la primera parte en el capítulo 11 es la séptima trompeta con la cual se consuma el misterio de Dios. Ahora vuelve a profetizar y comienza a mencionar cosas que ya había mencionado en la primera parte. Ya en la primera parte había tratado de los ciento cuarenta y cuatro mil y había tratado de los gentiles salvos y lo había tratado en el contexto del sexto sello. Hay personas que quieren usar la palabra paréntesis. Yo no me atrevo a utilizar la palabra paréntesis porque veo que son perícopas completas; cada sello es una perícopa completa, cada trompeta es una perícopa completa, cada copa es una perícopa completa, de manera que el capítulo 7 pertenece a la perícopa del sexto sello. Entonces luego viene el séptimo sello que es el que termina el libro, termina el misterio de Dios. Bueno, ahora es necesario volver a profetizar; profetiza otra vez; de manera que lo que se dice desde el capítulo 12 es contando lo que ya había sido dicho antes, pero completándolo, complementándolo.

Por ejemplo, en Génesis 1, Dios dijo: “26Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. 27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Ahí contó la creación del hombre; pero en el capítulo 2 vuelve y lo cuenta pero con más detalle; al principio la contó en general, la visión panorámica, pero sin los detalles; ya la segunda vez que contó lo mismo, la creación del hombre, varón y hembra, ya le puso detalles. Cuando Dios dio ese sueño a Nabucodonosor y la interpretación de Daniel, ahí, en el capítulo 2, le dio una panorámica de la historia universal; luego volvió a hablar de lo mismo en la visión del capítulo 7, pero con más detalles; y todavía le añadió más detalles en el capítulo 8; y todavía más en el 9; y por fin en la visión final de Daniel en los capítulos 10, 11 y 12, está llena de inmensos detalles, pero esos detalles se colocaban sobre las capas anteriores. Entonces la primera capa es la primera parte de Apocalipsis; sobre eso viene la segunda parte del 11 al 22, para añadirle más detalles. No se trata de cosas distintas, sino las mismas cosas de que había hablado antes, acrecentándolas. Los ciento cuarenta y cuatro mil y la multitud de naciones salvas que responden a la pregunta final del capítulo 6, que es, ¿quién podrá estar en pie delante del Señor en Su venida? Porque está en pleno sexto sello, y así termina el capítulo 6: “17Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” Y la respuesta es el capítulo 7, los ciento cuarenta y cuatro mil y aquella multitud incontable de gentiles salvados por Su sangre; éstos podrán estar en pie en Su venida.


Pero entonces ahora llegamos al capítulo 14. Allá nos contó primero el asunto de la mujer luchando con la serpiente; luego desarrolló el asunto de la bestia; porque la serpiente es el asunto espiritual, pero el dragón utiliza un instrumento político, una especie de civilización maligna, draconiana, que es su instrumento, el instrumento de Satanás, el mundo; entonces ahí declara la bestia, y luego la otra bestia aliada con la primera, y la imagen de la bestia. Con ello muestra la situación política mundial final. Siempre hay que tener en cuenta los acontecimientos a la luz de la Biblia. No podemos interpretar los acontecimientos sin la Biblia, ni la Biblia sin los acontecimientos, porque ¿qué le fue dicho a Daniel? Daniel, estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin; o sea que hasta que las cosas se cumplan es que la palabra tiene más sentido.


Un orden de prioridades
Ahora, Apocalipsis, como es para el tiempo del fin, no tiene que ser sellado, porque ya es la última bestia desde Roma para acá; ya es Apocalipsis, es el cumplimiento de los tiempos desde la venida de Cristo; entonces no tiene que sellarlo. Entonces aquí aparece el capítulo 14 como si fuera el complemento del capítulo 7; en el 7 presentó los ciento cuarenta y cuatro mil y las naciones; ahora vuelve a hablar otra vez, porque es: profetiza otra vez, vuelve a hablar de lo mismo, complementándolo. En los versos 1-5 habló de los ciento cuarenta y cuatro mil como primicias; hicimos el seguimiento de las primicias; y ahora va a hablar del mensaje de tres ángeles; este mensaje es sumamente importante porque, como les dije, es la tónica del mensaje del Espíritu de los últimos tiempos. ¿Cuál es el énfasis, cuál es la voz, la insistencia del Espíritu en el tiempo final? Está sintetizado en estos tres ángeles, en un orden de prioridades; por eso el original sí dice: primero, segundo ángel, tercer ángel; no sólo otro, como si pudiera ser de cualquier forma, no; Dios no podía empezar con la justificación por fe, sin tratar la expiación; no se podía tratar la expiación sin tratar la Cristología, y la Cristología sin tratar la Trinidad; primero era la Trinidad, después  la Cristología, entonces la antropología, entonces la soteriología, entonces la eclesiología, entonces la escatología, ¿verdad?

Entonces asimismo aparecen aquí tres ángeles: primero uno, enfatizando: ¿cuál es el primer énfasis del Espíritu? ¿Cuál es el mensaje final, cuál es la insistencia del cielo? tres cosas: 1) el evangelio eterno; 2) después como contraste, como telón de fondo, la caída de Babilonia, y 3) entonces la advertencia para no caer bajo la idolatría de la bestia y de la imagen de la bestia, que sería idolatría del diablo y del dragón. Aparecen, pues, tres mensajes, o sea, la tónica triple del Espíritu en los últimos tiempos. Se le llama “el mensaje de los tres ángeles”; el cielo quiere que en la tierra se tengan presente estas tres cosas. Estas son las tres cosas principales que hay que tener presentes en los últimos tiempos, en la hora de juicio. Analicemos.


El evangelio eterno
Primero: el evangelio eterno; no puede empezar por otro lado. “Y”; enfatizamos esa “y”; por eso quiero enfatizar el griego, pues no es un pasaje aislado, es un pasaje en el contexto de las primicias, la cosecha y la vendimia. “6Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel, (porque ya había otros que habían hecho su mensaje, pero ahora estamos en la hora del juicio) que tenía evangelio eterno para evangelizar a los asentados sobre la tierra y sobre toda etnia, y tribu, y lengua, y pueblo”. En esa primera parte, el énfasis, el mensaje del Espíritu, la insistencia del Espíritu, en el contexto del fin, de la hora del juicio de la gran tribulación, de la presencia de la bestia con sus exigencias, del falso profeta con sus engaños, de la imagen de la bestia con sus exigencias de adoración, es el evangelio eterno; entonces claro, ¿cómo no va a ser prioridad el evangelio eterno?

Hermanos, la primera prioridad, la primera necesidad del mundo, es el evangelio eterno; y aquí necesito hacer un comentario. Algunos han pensado que el evangelio eterno es otro libro. Orígenes, por ejemplo, fue un gran hombre de Dios, pero él especuló que al final habría otro libro aparte de la Biblia; pero el mismo Apocalipsis ya cierra; nadie le puede quitar ni agregar. Algunos otros dicen que el evangelio eterno es diferente al evangelio de la gracia porque es solamente para los que se quedan en la gran tribulación; y así hacen un evangelio para los judíos, otro para los gentiles y otro para los que quedan en la gran tribulación; pero, hermanos, la Biblia dice que no hay sino un solo evangelio.


San Pablo dice: no hay otro evangelio, el evangelio de Dios es uno solo; y por eso se le llama “eterno”, porque no cambia con las dispensaciones, es el mismo; ya inclusive desde Génesis 3:15, que fue el primer versículo donde se anunció el evangelio y por eso se le llama el proto evangelio, dice que la simiente de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente, y que será herida en el calcañal; ahí está sintetizado el evangelio. Cristo que nació de la virgen María, fue herido en el calcañal, muriendo en la cruz, pero venció a Satanás, venció la muerte, venció al mundo, venció al pecado, venció todo lo que el diablo introdujo; en un versículo pequeñito, en el proto-evangelio de Génesis 3:15, ya está introducido el evangelio.

Todos los datos del evangelio que aparecieron en el Nuevo Testamento, ya estaban escondidos en el Antiguo; por eso, San Pablo tenía la libertad de decir: no diciendo nada fuera de las cosas que ya estaban escritas, anunciadas por los profetas; y luego al final de la epístola a los Romanos, él dice que por mandato del Dios eterno él tiene que anunciar el evangelio mediante las Escrituras del Antiguo Testamento; o sea que el evangelio estaba escondido y vino a plena luz en el Nuevo Testamento, y se cerró ya. La fe fue dada una sola vez a los santos cuando concluyó la primera generación apostólica; la verdad ya fue anunciada, una sola vez fue dada a los santos; nadie puede cambiar este mensaje, nadie puede cambiar a los apóstoles y rechazarlos; dice que los que nos oyen, esos tienen el Espíritu de la verdad; el que no nos oye, el que no oye a los apóstoles de Cristo, a Pedro, a Jacobo, a Juan, a Judas y después también a los otros, a Pablo, el que no nos oye, no es de Dios; “y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Jn. 4:3); lo dijo claramente el apóstol San Juan.

Hermanos, hay un solo evangelio; no hay un evangelio para los judíos, otro para los cristianos, y otro para los que se quedan en la tribulación. Algunos dicen que en la tribulación ya no se va a ser salvo por la sangre de Cristo, sino por su propia sangre; que les tienen que cortar la cabeza para ser salvos; o sea, son salvos no por la muerte de Cristo, sino por la decapitación; eso no es verdad; el evangelio es uno solo. Un judío se salva como un gentil; y uno que se muera antes de la tribulación se salva igual que si pasa por la tribulación; lo mismo que uno que es resucitado o  arrebatado sin morir; es el mismo evangelio. Hay un solo evangelio, el evangelio eterno. Entonces el evangelio eterno, en toda su riqueza, es decir de eternidad a eternidad, el único e incambiable evangelio, es la principal necesidad del tiempo del fin, la única salida y el primer énfasis, el primer mensaje del Espíritu, la tónica del Espíritu; es decir, el cielo está interesado en que a toda tribu, lengua, pueblo y nación se le enseñe el evangelio eterno.


Ya en Mateo 24, que es llamado el Pequeño Apocalipsis Sinóptico que dejó el Señor Jesús, ahí habla de guerras, de rumores de guerra, habla de la abominación desoladora, pero dice: “6Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 11Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos. 14Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Todavía no vayáis; ese no es, ese no es todavía; ¿pero qué? será predicado este evangelio del reino en todas las naciones y entonces vendrá el fin. ¿Cuál fue el primer caballo que salió a cabalgar cuando el Cordero abrió los sellos? El caballo blanco, el caballo del evangelio, que salió venciendo y para vencer; eso es primero; ya después vienen las guerras y las hambres, pero primero viene el evangelio; entonces el primer énfasis, la tónica del Espíritu, digamos la responsabilidad que el cielo nos coloca es el evangelio eterno; primero que todo, el evangelio eterno.


Temed a Dios
“6Y vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía evangelio eterno para evangelizar (esa es la palabra exacta en el griego, “evangelizar) a los asentados sobre la tierra y sobre toda etnia, y tribu, y lengua, y pueblo”. Ahora, es lógico, ¿cuál es el efecto del evangelio eterno? ¿Qué produce el evangelio eterno? Pues el evangelio eterno produce gloria para Dios; todo es para la gloria de Dios; porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. “7Diciendo a gran voz: Temed a Dios”; porque esa es una época cuando vamos a querer tener otra cosa; la gente adorará al dragón y dirá: pero ¿quien como la bestia? ¿quién podrá luchar contra ella? Y la gente va a temer al hombre; y el que teme al hombre más que a Dios, peca contra Dios. San Pablo a los Gálatas les decía: “si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gá. 1:10). ¿Qué énfasis harán cuando la presión de la economía, cuando la presión de la religión ecuménica, de la nueva era, cuando la presión de la política y de los ejércitos? Es que todo mundo adore a la bestia y a su imagen, y así al dragón. Entonces ¿cómo no se va a decir: “Temed a Dios”? ¿Cómo no se va a decir: no temáis ni a una bestia, ni a la otra bestia, ni a la imagen de la bestia, ni al diablo? “Temed a Dios. y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado”. No piensen que esa presión final es gran cosa, no, no, no; eso no es sino poco tiempo,  breve tiempo, y ese sistema será totalmente destruido; ese es el juicio de Dios encima. “Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad (¿a quién? No a la bestia, no a su imagen) a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Cuando en el tiempo de Juan y de los mártires de la iglesia primitiva, los emperadores hacían hacer los bustos, sus imágenes de ellos, sus ídolos para establecer el culto al emperador y adorar al emperador; eso era lo que le exigían a todos los cristianos. Tú lees las actas de los mártires, todo lo que le pedían era hacer un homenaje al César romano, adorar la imagen del César; eso ya era un primer indicio de que al final sería peor que todo; pero ya estaba siendo introducido, y fue terrible. Hermano, cuando tú lees la historia, ves que muchos dieron su vida por el Señor, y murieron con una valentía tremenda, que uno leyendo las actas de los mártires se queda maravillado de esa entereza del Señor; porque cuando el pueblo del Señor está en prueba, el Espíritu de gloria reposa sobre él, y dice: no os preocupéis de qué responderéis, porque en aquella hora os será dada palabra que no pueden resistir; y por eso a mí me gusta leer los martirios de los santos, porque en esa hora es el Espíritu del Padre hablando por los hermanos más sencillos y dejando callados o enmudecidos a los perseguidores; y sin embargo, no podemos negar que también en la historia de la iglesia muchos han apostatado; muchos queriendo guardar su vida, negaron al Señor, hicieron una componenda para tratar de huir, y después no pudieron huir ni de su conciencia, ni de la persecución; igual fueron destruidos.


Ustedes recuerdan aquella anécdota que ya es muy conocida, de aquellos soldados rusos que llegaban donde estaba un grupo de hermanos reunidos clandestinamente, y les decían: bueno, los que son cristianos, se quedan acá, los otros, los que no quieran morir por causa de Cristo, váyanse; y salieron muchos; y a los que se quedaron, les dijeron: ustedes son los verdaderos cristianos; se quitaron las armas y dijeron: ahora vamos a orar con ustedes; o sea, oraron con los que de corazón sincero estaban por el Señor.

Hermanos, esa es la hora final; el mundo cada vez nos hace las cosas más difíciles. La vez pasada vimos cómo el mundo va tomando decisiones, va pasando por encima de nosotros, y nosotros le vamos aceptando su conquista. Dice que el anticristo conquistará rápidamente; dice: sin tiempo, es decir, prácticamente por sorpresa; y la gente va a tener que sobrevivir, adorándolo; por eso es que no quieren que tú puedas sobrevivir, porque entonces no vas a ser obligado a adorar; pero la razón de todo ese control mundial es para forzar una adoración a Satanás y a sus instrumentos: la bestia y su imagen. Entonces, hermanos, ¿cómo no va a ser una tecla, una tónica, un mensaje del Espíritu a través de los ángeles, para la tierra: adorad a Dios, temed a Dios, no al hombre, dadle gloria a Dios, no al hombre? “Adorad a aquel que hizo el cielo”; ningún otro  de estos ha hecho el cielo; cuando ellos nacieron ya el cielo estaba hecho; cuando vinimos, todo ya estaba hecho. “Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”; ese es el principal énfasis del Espíritu; claro, no solamente hay que decir la verdad, también hay que defenderla.


La caída de Babilonia
Ustedes recuerdan que Pablo habla de predicar el evangelio, de enseñar el evangelio, pero también habla de defenderlo y de confirmarlo. Por una parte tenemos que decir cuál es la verdad, pero por otra parte tenemos que mostrar la mentira; pero primero mostrar la verdad, para que con los elementos de juicio de la verdad, podamos medir la mentira con todos sus encantos, y mostrar que son fraudulentos. Entonces, en segundo lugar, no en primer lugar, después del evangelio eterno, ahora viene el contraste. ¿Quién era la que pretendía ser la señora? Como dice la Babilonia, la gran ramera: estoy sentada como reina y no veré mal. No, sí verá mal, y la Biblia dice: dadle a ella como ella os ha dado, en el cáliz  en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble; entonces este es el segundo mensaje, pero no el primero, sino el segundo.

“8Y otro ángel, segundo, (deutero dicen los manuscritos) le siguió, diciendo: Ha caído, (¡ah!  cuando el evangelio es claro, la mentira es expuesta, y después incluso hasta los mismos cuernos de la bestia aborrecerán a la ramera y la quemarán con fuego; el mundo entero aborrecerá la religión que ha vivido en deleites y que se ha hecho a sí misma señora, y ha emborrachado a la gente) ha caído Babilonia la grande”; la Palabra no dice ciudad, porque no se refiere solamente a la ciudad física de Roma sino al sistema de religión falsa que al final será un ecumenismo donde todas las cosas negativas ya están juntas. Hermanos, no piensen que esto es muy futuro, ya el B’nai B’rith, que es un brazo derecho de la sociedad luciferiana de los iluminati, ha financiado el ecumenismo, y la nueva era y todo este viaje del papa Juan Pablo II con los famosos rabinos y hasta brujos de Togo y sacerdotisas de la diosa Shiva de la destrucción, de pastores protestantes, gente de todas las religiones; fueron a Asís. Allá estaba el Dalai Lama del Tibet; van dizque a adorar a Dios. En el altar de la misa, donde está lo que los católicos llaman el sagrario y la custodia, lo quitaron y pusieron la imagen de buda, y el papa aceptó que la sacerdotisa de la diosa Shiva de la destrucción le colocara una marca en su frente, lo ungiera como adorador de Shiva, con ese puntito en la frente; yo tengo las fotos y el texto. Y luego en el libro “Signo de contradicción”, dice el papa Juan Pablo II  que todo hombre, quiéralo o no lo quiera, sépalo o no lo sepa, créalo o no, nace en un estado efectivo de redención; como quien dice, como Cristo murió por todos, entonces todos son salvos, aunque no quieran, ni sepan, ni crean. Eso es un error. Vemos, pues, que están validando todas las religiones y mezclando todo; eso es pura Babilonia, y es a instancias del Vaticano con la ayuda del B’nai B’rith, que reúne las internacionales judaicas; pero ellos están manejando estas cosas, el ecumenismo mundial. Los intereses del gobierno mundial necesitan un sacerdocio que le sirva a la causa de ellos, y lo tendrá; llegará a tener un líder, un falso profeta que hará grandes milagros, adorando a la bestia, y no sólo religiosa, sino también una bestia, un falso profeta en lo religioso, pero todo un imperio respaldando la política de integración comenzando en Occidente; la alianza occidental con cuernos de cordero sirviendo al ecumenismo mundial, al globalismo y a la adoración a Satanás.


Hermanos, el contraste, el telón de fondo del evangelio es la ruina de Babilonia; ese es el segundo mensaje. “Ha caído, ha caído Babilonia, la grande”. Jerusalén es la santa, porque a Dios lo que le importa es que sea santa; en cambio Babilonia, es la grande, porque en ella cabe todo espíritu inmundo, porque ella no es un templo santo, sino una guarida de aves inmundas, de todos los espíritus; todas las cosas caben ahí; la gente se piensa humanista, y mezcla todas las cosas en la olla; entonces ¿cuál es el siguiente mensaje? El cielo quiere que toda la tierra oiga: “Ha caído, ha caído Babilonia, la grande”. No Jerusalén la santa, no la mujer con el niño, sino el dragón con sus cabezas, la bestia con sus cabezas y la ramera sobre la bestia, y la otra bestia  con sus cuernos y la imagen de la bestia; pero empieza primero con Babilonia; porque primero es la religión. Dios le habla a los suyos; luego a los que dicen ser suyos sin serlo, y después sí habla al mundo que dice ser directamente de Satanás, o ateos; porque el anticristo también se levantará contra el pueblo de Dios; entonces aceptarán una divinidad humanística, algo político, algo sociológico; o pueden ser parapsicológicos.


Leamos Jeremías 51:7, que se relaciona aquí con el mensaje del segundo ángel. Aquí está hablando Jehová por boca del profeta Jeremías. “Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones”. Babilonia es el instrumento para tener tonto a todos los pueblos; pero dice el otro ángel, el segundo, que ha caído; ya después, más adelante explica con más detalle; porque aquí lo dijo pero apenas en síntesis; ya los detalles más minuciosos están en Apocalipsis 17 y 18; allí está cuando se profetiza otra vez los detalles que aquí son introducidos; pero ya antes se había hablado de Babilonia.


Prohibición de adorar a la bestia y a su imagen
Pasamos al tercer ángel: “9Y otro ángel, tercero”; lo dice así: trítos, tercero; esa palabra “tercero” está en los manuscritos más antiguos; solamente en unos poquitos finales no está, por algún error, o le pareció superfluo a algún escriba; pero todos los antiguos lo dicen: “Y otro ángel”, otro, dice otra vez: alos, angelo, trítos; “kai alos angelo trítos”. “9Y otro ángel, tercero, (ese es el orden de prioridades, tercero) les siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe marca (karagma) sobre su frente o sobre su mano, (es “epi”, sobre, no “en”) 10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado sin diluir”; esa palabra que dice “puro”, quiere decir “sin diluir”, porque antiguamente a las bebidas fuertes se les diluía con agua, o con soda, o con otra bebida; pero el cáliz de la ira de Dios, que son siete copas, siete tragos amargos para el mundo, es sin diluir. ¿Por qué? porque es la consumación de la iniquidad; el mundo entero unido en unidad, adorando a Satanás, rechazando a Dios, manteniendo control absoluto sobre las mentes, sobre los estómagos, sobre los bolsillos de todo el mundo, esa es la consumación de la iniquidad, por la que viene la consumación de la ira; entonces por eso dice el tercer mensaje: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen”. Del evangelio pasó a Babilonia, la gran ramera, y de ahí  pasa sobre a quien ella cabalga, la bestia y su imagen. Aquí habla de adorar no sólo el sistema, sino también la persona que lo encarna, y también el sistema que lo representa, y también la imagen que lo representa.

Los emperadores eran los personajes del imperio romano, pero había estatuas que tenían que ser adoradas; así que cuando miramos esto de la bestia, de la otra bestia, de la imagen, tenemos que ver esos distintos aspectos. Primero el aspecto del imperio, cuando dice una bestia con siete cabezas y diez cuernos; lógico que esa no es una persona, pero claro que al final es encarnada por una persona.

Cuando habla de la otra bestia con cuernos de cordero, como es bestia, tiene que interpretarse como todas las bestias; y como todas las bestias son imperios, esa otra bestia con cuernos de cordero es el imperio final, es el imperio que dirige el mundo al globalismo, el que dirige al mundo hacia la economía unificada, el que hace que la gente esté marcada con el 666; que no pueda comprar ni vender sin ese sistema; es un todo; un imperio que se dice ser cristiano, pero no es cristiano; es el imperio de los últimos tiempos. ¿Cómo podía faltar Estados Unidos de América e Inglaterra entre los mapas de la Biblia, si ya está Egipto, está Asiria, está Babilonia, está Media, está Persia, está Grecia, está Roma? Ahora está la situación actual del mundo dividido en alianzas y a la vez unido; ¿cómo va a faltar un imperio tan importante como Estados Unidos con su aliado Gran Bretaña? ¿cuál fue el imperio que vino después de que la hegemonía estaba en Europa? ¿no pasó acaso a los Estados Unidos? ¿Acaso no es Estados Unidos una bestia con cuernos de cordero, igualmente con Inglaterra? El imperio anglo-americano es una bestia también; no podemos interpretar esa bestia sólo como una persona; es un imperio; pero al fin, claro, será representado en un falso profeta final que dirigirá la religión en función de la política y la economía, para adorar a Satanás; entonces esta imagen tenemos también que interpretarla en esos dos planos: en el plano físico y en el plano espiritual de un sistema.


Ahora, ¿cómo está ahora la tecnología? Que fácilmente puede proyectarse una imagen virtual del anticristo y aparecer aquí en medio de nosotros y en medio de todos los hogares. Eso ya lo puede hacer a través simplemente de los sistemas virtuales de computación; pueden proyectar a esa persona, aparecer aquí. Ya incluso hay películas donde esas cosas están siendo promocionadas para que la gente se vaya acostumbrando; de pronto están los espías, digamos de una determinada élite, y aparece el jefe entre ellos hablando, y luego se desaparece; parecía que estaba ahí, pero era una proyección virtual. El mundo está avanzando hasta un punto que va a querer controlar todo lo posible, hasta la propia conciencia de la gente; o sea que una imagen que habla y que se hace adorar, es ciertamente un imperio mundial que está sintetizado en un sistema mundial, pero encarnado en un personaje que usa sus métodos; así que debemos dejar abierta la interpretación de estas palabras a la situación final; porque las cosas como se van a presentar al final son las que le darán el cumplimiento final, y aun cumplimientos anteriores que eran apenas primeras proyecciones; pero la cosa como está ahora va a ser terrible, tanto que no habrá más terrible que esta, porque ya viene el Señor.


Cáliz de la ira sin diluir
Por eso el tercer mensaje es un reclamo a la gente y una advertencia: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe marca sobre su frente o sobre su mano, (todo está siendo organizado para que nadie pueda comprar ni vender, sino como lo tienen ellos clasificado para control total) 10él también...”; y cuando dice “también” es que está hablando a algunos que locamente están, como ya la vez pasada salió el primero, como nos dice todo el mundo, comprando en el supermercado con su mano marcada; ya el primero lo hizo; “él también”; están los que seguramente lo harán, pero cuando dice: “él también”, es como quien dice, había otros que no debían haber caído pero cayeron; “él también beberá del vino de la ira de Dios, (¡ay Señor! miren esa palabra) que ha sido vaciado sin diluir en el cáliz de su ira”.

Veamos otros versículos que nos hablan de este cáliz. Después veremos las copas con más detalle, pero para introducir miremos primeramente un poquito en Jer. 25:15, donde hay una expresión sumamente significativa: “Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío”; y aquí empieza a describir todas las naciones, y empezó por Jerusalén, los de las ciudades de Judá, luego pasa a Egipto, pasa a Uz, a Filistea, a Gaza, a Ecrón, Edom, Moab, Tiro, Sidón y luego los reyes de las costas que están a ese lado del mar; y luego sigue Arabia, Zimri, Elam, Media,

“26a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra, y el rey de Babilonia beberá después de ellos”.

El Señor les da de beber el cáliz de la ira a todos, a los cercanos, y empezó por Jerusalén; y los lejanos; ninguna nación quedará sin beber de las copas de la ira, del cáliz de la ira del Señor sin diluir; ¿por qué? porque todos se sometieron; dijeron: ¿quién como la bestia, quién podrá luchar contra ella? Y se le dio autoridad sobre toda tribu, lengua y nación y se le sometieron todos, excepto los santos del Altísimo y los israelitas convertidos que son destruidos a muerte, matados. Se nos dice que el anticristo vencerá a los santos y los matará; entonces descansan; es lo que viene a continuación en Apocalipsis. Pero antes de hablar del descanso de los santos habla de la falta de reposo, como contraste de los que no creen; porque es un contraste. Primero habla de los que adoran; pero sigue diciendo el verso 10: “y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y delante del Cordero”; delante de los ángeles santos y delante, vuelve a decir, delante del Cordero; es diferente; no en un mismo plano; “delante de los santos ángeles y delante del Cordero”.

Los que adoran la bestia no tendrán reposo
Este fuego y azufre aparece varias veces en la Biblia, especialmente en la Gehena, en el lago de fuego con azufre; entonces ¿cómo vamos a decir que la gente se muere y queda inconsciente, que es aniquilada para siempre? Eso no es lo que dice la Palabra; una persona aniquilada, pues, estaría reposando. ¿Muchos acaso no se suicidan para dejar de ser? Pero no es eso lo que dice la Palabra; dice aquí: “será atormentado con fuego y azufre, delante de los ángeles santos y delante del Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche”. ¡Qué locura frenética! ¡Qué cosa horripilante! “No tienen reposo de día ni de noche”; porque el reposo sólo puede darlo Dios, y ellos aborrecieron al Padre, al Hijo, al Espíritu y a la Iglesia; entonces ¿cómo van a descansar? Si nadie puede descansar sino en Dios, ellos entraron en la locura de Satanás, en el peor manicomio que va a existir. “No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”. Hermanos, entonces, las personas sí sobreviven a la muerte de manera consciente; así como aquel rico Epulón que cayó al Hades, habló que estaba atormentado en esa llama, y habló de ese lugar de tormento, pidiendo que fueran a la tierra y avisaran a sus parientes para que no fueran a ese lugar; ese lugar es sólo el Hades y es tormento; pero aquí habla de fuego y azufre, o sea, de la Gehena, el lago de fuego y azufre, donde van a ir los que queden en el Hades, en el lugar de tormento.

La paciencia y la fe de los santos
“12Aquí”; en ese contexto, en un contexto de testimonio del evangelio, de denuncia de la caída de Babilonia, de resistencia abierta y clara contra la idolatría satánica, estatal, global. “12Aquí (así como en el capítulo 13:10, al final,  cuando había descrito a la bestia) está la paciencia y la fe de los santos”; ¿dónde? “aquí”; o sea, en medio de un sistema global que está contra Dios y que persigue a los santos; ahí es donde está la paciencia; es cuando las cosas son difíciles. No dice que los santos estarán en el cielo descansando, no, no. “Aquí está la paciencia y la fe de los santos”; aquí en el contexto del anticristo; “aquí está la paciencia y la fe de los santos”. “12Aquí está la paciencia de los santos, (y describe a los santos; ¿cómo son los santos en medio de los otros? Ya sabemos como son los otros, pero ¿cómo son los santos?) los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.

Algunos han dicho que los que guardan los mandamientos de Dios se refiere a los judíos; y los otros, bueno, son los cristianos que se quedaron en la tribulación; pero eso de guardar los mandamientos de Dios no es sólo cosa de los judíos. Claro que en el Antiguo Testamento se habla de los mandamientos de Dios, pero en el Nuevo también; los apóstoles hablan a nosotros de guardar los mandamientos de Dios, no para ser salvos; sino porque somos salvos por fe, somos criaturas nuevas, hechos para buenas obras, entonces guardamos los mandamientos de Dios; los cristianos, no los judíos solamente; los judíos cristianos, pero cualquier cristiano de cualquier nación.


Vamos a ver eso en el Nuevo Testamento. Vamos al evangelio de Juan, donde están palabras propias del Señor Jesús registradas por el apóstol Juan 14:15,21. Dice el Señor Jesús a su Iglesia: “15Si me amáis, guardad mis mandamientos. 21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. “El que tiene mis mandamientos”...; habla a los cristianos.


Pasemos a 1 Juan 5:3: “3Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos”. ¿Por qué? “4Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”. Es guardar los mandamientos por medio de la fe; esa es palabra del Señor Jesús dicha por Juan; no sólo palabra de un Juan meramente humano, no; palabra de Jesús registradas por Juan, ¿amén? y lo dice después de la resurrección de Jesús y de la venida del Espíritu Santo; porque dice aquí: “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:5). Habla de los que han nacido de nuevo; el que es nacido de Dios vence al mundo y guarda los mandamientos del Señor, que no son gravosos.


Ahora 2 Juan 6: “Y este es el amor, (a ver, ¿unas emociones muy bonitas? no; no dice que el amor son sólo emociones, no; este es el amor) que andemos según sus mandamientos (este es el amor). Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio”. Ese es el mandamiento propio del Cristianismo, que nos amemos unos a otros; pero, hermanos, no solamente Juan; nos habló Jesús por Juan; ahora nos habla Juan conforme a Jesús; y también Pablo, el gran Pablo que algunos piensan que es distinto que Juan, no; es el mismo evangelio. Pedro, Jacobo y Juan le dieron la diestra de compañerismo a Pablo, ¿amén? Es el mismo evangelio.

Dice Pablo en 1 Corintios 7:19. Noten, es Pablo el que habla: “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, (¿qué es lo que sí es?) sino el guardar los mandamientos de Dios”. Vemos que Pablo habla igual que Juan; la circuncisión del judío nada es; ser gentil no es nada. ¿Qué es lo que sí es algo? Haber creído en Cristo, nacer de nuevo y poder cumplir sus mandamientos; esto es lo que sí es: “el guardar los mandamientos de Dios”.

Bienaventurados los muertos que mueren en Cristo
Ahora pasemos a Apo. 14:13, y con esto termina este pasaje. Recuerden que este pasaje está incrustado en todo el capítulo 14, que forma una unidad; porque primicias, cosecha y vendimia es una unidad; son distintos aspectos de una misma unidad. Entonces el versículo 13, que aparece como digamos en el corazón de este pasaje, nos dice algo interesante en este contexto; porque claro, ha hablado de la bestia, de la imagen, de la caída de Babilonia y de que hay que temer a Dios; como quien dice, no a los hombres; o sea que no va a ser fácil. El anticristo matará a los santos; habrá una persecución de las peores. Hermano, si usted ha leído lo que han sido las persecuciones de los emperadores romanos, ¡es terrible! Si ha leído las persecuciones nazis, las persecuciones del comunismo, las persecuciones de la misma inquisición del romanismo y otras de los musulmanes, son terribles; pero eso no es comparable a la que viene.

Dice que no habrá peor tribulación como esta que viene. Hay hermanos que dicen que el anticristo hará parecer como un bebé buenito a Hitler y a Nerón, a Stalin y a toda esa gente; porque este es el peor, es la consumación final; llegará a ser el colmo que completará el número final de los mártires que han de ser muertos por el Señor. Es en ese contexto que dice: “13Y oí una voz que desde el cielo me decía (¡Aleluya! Cuando en la gran tribulación las otras personas querrán morir y no podrán, los mártires tendrán el privilegio de ser mártires para descansar): Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante (en ese tiempo final, desde que la hora del juicio está comenzando y avanzando hasta el final) los muertos que mueren en el Señor”. Los otros quieren morir y no pueden; los que no tienen el sello del Dios vivo, quieren morir y no pueden, pero éstos son bienaventurados. ¿Cuáles van a ser los bienaventurados del final?

“Los muertos que mueren en el Señor. Sí”; lo repite, ya lo dijo el cielo y ahora lo dice el Espíritu en la tierra, “Sí”, como quien dice: amén; las promesas de Dios son sí y amén. “Sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Esta preciosa bienaventuranza es la segunda bienaventuranza de las siete bienaventuranzas del Apocalipsis. “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos” (Slm. 116:15). Ustedes saben que hay las siete bienaventuranzas de Mateo 5, las bienaventuranzas que dijo el Señor en el Sermón del Monte; pero hay otras bienaventuranzas también del Señor en el Apocalipsis, y esta es la segunda; y terminamos citando esas siete bienaventuranzas. No las vamos a explicar. ¿Cuál es la primera bienaventuranza del Apocalipsis? Apo. 1:3:

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, (ahora estamos siendo bienaventurados, pero sobre todo) y guardan las cosas en ella escritas; (esto no hay que dejarlo perder y hay que obedecerlo) porque el tiempo está cerca”. Esta es la primera bienaventuranza.


La segunda es 14:13: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.

La tercera bienaventuranza está en 16:15: “He aquí, yo vengo como ladrón (lo dice todavía en plena sexta copa; en plena sexta copa todavía está anunciando la venida como ladrón; en plena sexta copa es derramada la ira; en plena tribulación; todavía anuncia que va a venir como ladrón). Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, (porque estos son tiempos de ensuciar) para que no ande desnudo, (como los laodicenses) y vean su vergüenza”.

La cuarta bienaventuranza está en el 19:9: “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”.


La quinta bienaventuranza; 20:6: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.


La sexta bienaventuranza está en el 22:7: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Primero era el que lee y el que oye y guarda; al final es el que guarda, porque claro, si es al final, ya ha tenido que haber leído y oído. Entonces, la primera bienaventuranza es para meterse en la cosa; la sexta es para guardarla.


La séptima es la de Apo. 22:14: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”.Esa es la séptima bienaventuranza.

“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”.


Entonces, hermanos, esa segunda bienaventuranza que vimos al final del mensaje de los tres ángeles, está en el contexto de estas siete bienaventuranzas del Apocalipsis. Vamos a parar aquí. Vamos a dar gracias al Señor. ☐

1 comentario:

  1. Tenía entendido que el primer sello es el Anticristo que salió venciendo para vencer, me puede explicar eso?

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