lunes, 3 de enero de 2011

LA CUARTA TROMPETA

LA CUARTA TROMPETA


“El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche”. Apocalipsis 8:12.

El pequeño Apocalipsis Sinóptico
Vamos a continuar con esta aproximación al libro del Apocalipsis y siguiendo en la apertura del séptimo sello, el cual contiene las siete trompetas; vamos a detenernos hoy en la cuarta trompeta. Ella está descrita en Apocalipsis 8:12. El único comentario que tengo de crítica textual respecto a la lectura de este versículo es la palabra “Y” en el comienzo, que falta en esta traducción, pero que en todas las trompetas aparece en el inicio dando la sensación de continuidad; entonces aquí aparece la palabra “Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche”. Este versículo que aparece aquí en esta cuarta trompeta de Apocalipsis 8:12, es el cumplimiento de otras profecías relacionadas que ya habían sido dadas por el Señor, a través de diferentes profetas y aun del mismo Señor Jesús en relaciones anteriores. Entonces es interesante que nosotros tengamos en cuenta que esa trompeta cumple las otras profecías.

Como ya anteriormente hemos dicho, cuando tú tomas un versículo de Apocalipsis, al tomarlo, trae arrastrado como en una red todos los otros versículos que hablan de esa misma cosa, puesto que Apocalipsis es el libro que consuma toda la Biblia. Si la Biblia no tuviera Apocalipsis no tendría consumación, pero el Apocalipsis es el libro que le da consumación a toda la Biblia; por lo tanto es un libro que está relacionado con toda la Biblia. Todo lo que se dice en la Biblia, todo lo que se profetiza en la Biblia tiene que tener al final un cumplimiento en Apocalipsis, por eso cualquier verso que tú tomes inmediatamente te va a traer a tono todos los otros versos de la Biblia que tienen su terminal en este libro de Apocalipsis; lo mismo que este  capítulo 8 versículo 12 de la cuarta trompeta tiene profecías en otras partes de la Biblia que se relacionan con él, y si las seguimos todas juntas atentamente, nos dan un cuadro más completo; por eso es bueno tener las distintas profecías juntas para hacer el ramillete de las distintas flores; digamos que cada profecía es como una flor, agarrar todas esas flores y hacer un ramillete nos da una visión mucho más clara que si nos quedamos con uno de los versículos.


En primer lugar, como yo creo que sería lo digno, aunque antes del Señor Jesús hablaron otros profetas de lo que aquí en Apocalipsis se habla, sin embargo fue el Espíritu de Cristo el que habló en estos profetas, yo pienso que para honrar al Señor deberíamos leer primero las profecías del Señor Jesús mismo que tienen que ver con esto, así que vamos a ver algunos versículos en la Biblia, especialmente en Mateo 24, donde el Señor habla de estos asuntos. Ustedes recuerdan que la profecía que está en Mateo 24, que también aparece en Marcos 13 y en Lucas 21, ha sido dada en llamar “Pequeño Apocalipsis Sinóptico”, porque en esas palabras del Señor Jesús está, digamos, resumido e introducido el Apocalipsis; entonces por eso a esa profecía, a esa sección escatológica tanto de Mateo, Marcos y Lucas, se le llama “El Pequeño Apocalipsis Sinóptico”. Ustedes recuerdan cuando vimos los sellos cómo las cosas que el Señor había mencionado en ese “Pequeño Apocalipsis Sinóptico”, aparecían en el libro de los sellos, ¿amén? Lo mismo sucede con las trompetas, puesto que las trompetas pertenecen al séptimo sello.


Lo que encierra la palabra astro
Esta palabra de Apocalipsis 8:12, la cuarta trompeta, nos habla de acontecimientos cósmicos, de cosas que suceden en la luna, cosas que suceden en las estrellas, cosas que suceden en el sol. Recuerden que la palabra “astros” es una palabra que implica tanto las grandes estrellas, incluidos los quásares, las estrellas binarias, como los aerolitos, como los meteoritos, como los asteroides. Ustedes recuerdan que cuando el Señor le habló a Abraham y le dijo: Abraham, mira las estrellas, él levantó los ojos y miró las estrellas, y dijo: Así será tu descendencia, como las estrellas del cielo; entre esas estrellas que Abraham miró y que el Señor llamó estrellas, pues seguramente que Abraham vio a Júpiter, seguramente vio a Saturno, seguramente vio a Marte y también a Sirio y posiblemente habrá visto a Venus, una de las más grandes; o sea que el Señor le dio el nombre de “estrellas” a todos los astros, incluidos los que hoy llamamos “planetas”. Por eso cuando leemos la palabra “estrella” en el Nuevo Testamento, la debemos leer con el sentido que esa palabra tenía en el siglo I, porque si tú la vas a interpretar con el sentido que ha tenido en estos últimos siglos, siglo XX y siglo XXI, seguramente lo vamos a interpretar de una manera muy diferente, especialmente la caída de estrellas a la tierra. ¿Cómo se interpretaría si por ejemplo, la estrella Sirio o las estrellas del cinturón de Orión, cayeran a la tierra? Sería muy raro; pero cuando la palabra “estrella” abarca también meteoritos, aerolitos, asteroides, porque así fue usada la palabra en ese tiempo, “astros”, entonces ya tenemos un mejor entendimiento, ¿amén?

Vamos a ver las palabras del Señor al respecto de estos acontecimientos en los astros. Algunos han interpretado simbólicamente puesto que el universo es tan ordenado, ¿verdad?, el universo es tan seguro que inclusive un reloj, si se mira por los movimientos de los astros y de las órbitas espaciales, es muy seguro; entonces algunos dicen: esto nunca será removido, seguramente se refiere a cosas espirituales; claro que algunas cosas son espirituales, pero otras son naturales, y las profecías hasta aquí han sido literales, por lo menos en este grupo de las primeras cuatro. ¿Ustedes se dan cuenta de cómo el Señor divide las iglesias en grupos de tres y de cuatro? Por ejemplo, las siete iglesias, los siete candeleros, era un grupo de tres: Efeso, Esmirna y Pérgamo, y un grupo de cuatro: Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Los sellos también están en grupo de cuatro y de tres: el primer caballo, el segundo caballo, el tercer caballo y el cuarto caballo es un grupo de cuatro; ya el quinto, sexto y séptimo sello no son caballos, son diferentes; lo mismo sucede aquí con las trompetas; son cuatro trompetas; las otras tres trompetas son los tres ayes. Hay tres ayes que el Señor va a presentar a la tierra y son las últimas trompetas, pero las primeras cuatro están en grupo relacionadas; entonces si las tres primeras tienen una interpretación literal, entonces la cuarta, por principio hermenéutico, de semejanza, debería tener también una interpretación literal; ya en la otra sección, los tres ayes, la quinta trompeta es un ay, la sexta trompeta otro ay, la séptima trompeta otro ay; entonces ya se pueden ver otras cosas; pero en este grupo de las cuatro trompetas debemos guardar la semejanza porque tienen una semejanza. Fíjense en que en este número cuatro, Dios juzga a las estrellas del cielo, a los astros, incluido el sol, incluida la luna.


Las lumbreras
¿En qué día fue que Dios creó los astros? Precisamente en el cuarto día; ustedes recuerdan en Génesis que fue en el cuarto día donde aparece que Dios hace los astros; en el primer día la luz, en el segundo día los cielos, en el tercer día la tierra, las plantas, y en el cuarto día, que aparece en Génesis 1:14-19; necesitamos venir con atención a ese pasaje que dice: “14Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sirvan (en el hebreo dice así) para señales, para las estaciones, para días y años, 15y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19Y fue la tarde y la mañana el día cuarto”.

¿Se dan cuenta de que el día cuarto corresponde a los astros? ¿Por qué aparecen los astros en el día cuarto? Ustedes ven que también aparece la cuarta trompeta con los astros.


El principio de la creación
Cuando recordamos a Génesis 1, dice: “1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba...”, dice esta traducción; se puede traducir legítimamente como en más de veinticinco pasajes, la misma palabra: “se tornó desolada y vacía”; y sigue diciendo así: “y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. ¿Qué es este abismo y que es esta faz de las aguas? Porque cuando tú lees este verso aislado sin el contexto tú interpretas las aguas como si fueran los mares, como si fueran los océanos, ¿verdad?  Pero no es así, porque es recién después que Dios junta las aguas de abajo y las reúne en los mares; vamos a ver eso; fíjense en lo que dice el verso 6: “6Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7E Hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión.

Y fue así. 8Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10Y llamó Dios a los seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno”. Esto fue en el tercer día. Entonces fíjense en que en el tercer día, Dios toma las aguas que estaban debajo de la expansión y las reúne en un lugar, y a las aguas debajo de la expansión reunidas en un lugar las llamó mares; o sea, los océanos; pero ¿qué eran las aguas antes de ser reunidas en el tercer día? No eran todavía océanos; el material, digamos, los elementos de que están formadas las aguas con sus sales, no tenían la forma de océanos sino a partir del tercer día.


La palabra “aguas” tiene una expansión mucho más grande que la palabra “mares”; dice de aguas sobre los cielos y aguas debajo de los cielos; las aguas debajo de la expansión fueron reunidas en el tercer día, pero antes del tercer día no estaban reunidas, o sea que estaban en otro estado; los elementos estaban en un estado nebuloso; por eso se habla de las nebulosas. Las aguas que están sobre los cielos no están reunidas, están en estado de plasma, están en estado nebuloso, en estado intergaláctico; la Biblia habla de aguas sobre los cielos.


La formación de los astros
Vamos a ver esto mismo que dice aquí, en el Salmo 148:1-4: “1Alabad a Jehová desde los cielos; alabadle en las alturas. 2Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

3Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotros todas, lucientes estrellas.

4Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos”.

Estas aguas que están sobre los cielos no se refiere a las nubes, porque dice que el Señor puso la luna, el sol y las estrellas en la expansión; o sea que la expansión no es entre las nubes y la tierra, sino más allá de las estrellas que nosotros vemos; esas aguas que están sobre los cielos, son los elementos, el estado de nebulosa.

Ustedes saben que en el espacio hay estrellas que están en formación, que se forman de nebulosas; por eso se llaman nebulosas y el polvo intergaláctico. Entonces la palabra “aguas” aquí en este contexto no se refiere a las aguas de los mares porque las aguas de los mares es a partir del tercer día. Pero ¿qué dijo Dios en el tercer día? Reúnanse las aguas; o sea que antes de reunirse estaban esparcidas, no estaban en el estado actual; estaban esparcidas; esas que estaban esparcidas abajo eran las que habían estado unidas con las de arriba. Por eso dice en el segundo día: sepárense las aguas de las aguas; hizo la expansión, y por eso se habla de aguas sobre los cielos no reunidas sino en nebulosas, y las aguas debajo de la tierra que estaban como las de arriba; pero ¿qué pasó? La nebulosa empezó la condensación; por eso los astros pueden aparecer apenas en el cuarto día, cuando ya estaba la tierra; ¿por qué? porque dice que el Espíritu de Dios se movía en círculo; ¿no dice así que el Espíritu de Dios se mueve en círculo? Entonces ese movimiento en círculo fue el que puso a funcionar las leyes de la gravitación, las leyes de la densidad; ¿así no giran las galaxias? ¿Todo no gira en círculo? Esa es la manera como giran todas las cosas; al ir girando entonces se van condensando los elementos, y por eso esa materia que estaba ya en los cielos pudo condensarse a tener la forma actual del sol, la forma actual de la luna, la forma actual de las estrellas, de los otros planetas, pero antes tenía una forma de nebulosa, después algunas se condensaron; y por eso cuando Dios habla de los astros no dice que creó, sino que hizo. Nótese esa diferencia.


Los astros son hechos
Volvamos a Génesis  1:14: “Dijo Luego dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos”;  y luego dice el verso 16: “E hizo Dios las dos grandes lumbreras”; la palabra “crear” es cuando Él hace las cosas de la nada; la palabra “hacer” es cuando Él toma los elementos que antes había creado y con ellos le da una forma específica; o sea que Dios le dio forma a los astros, la forma que tienen ahora en base a lo que ya existía en los cielos. ¿Qué existía en los cielos? Las aguas sobre los cielos, los elementos en estado de nebulosa; los de abajo también estaban en ese estado; después se juntaron los mares en el tercer día; después surgieron los continentes, un solo continente en lo seco que llamó Dios: adama, que aquí se llama tierra; algunos lo llaman pangea; lo que Dios le llamó fue adama, un solo continente; después dice en el libro de Génesis que en tiempo de Peleg se dividió la tierra, y comenzó la deriva de los continentes.

Esas cosas que la física, la astrofísica y la geología tratan de descubrir, ya estaban descritas en la Biblia con lenguaje muy sencillo; pero si tú lo ves con cuidado, dices: ¿cómo es que estaba escondido allí y yo no lo veía? Porque es que cuando leemos la palabra “aguas” aquí, te imaginas las aguas de los océanos, pero estas aguas aquí estaban en un estado diferente al del océano; no estaban reunidas, estaban esparcidas; o sea, estaban en nebulosa. ¿Se dan cuenta? No todas fueron reunidas, sino las de abajo; o sea, las que están abajo desde el punto de vista del que está escribiendo, de Moisés, desde la superficie de la tierra; entonces la de la tierra, la parte de la materia que correspondió al planeta tierra, esa fue la que formó los océanos, y después surgió lo seco, o sea, el continente único que había antes, lo que ellos llaman pangea, que aquí se llama adama, o sea, lo seco.

Surgió y luego surgieron las plantas, y entonces al cuarto día, Dios hizo, no dice que creó sino que hizo los astros. Cuando Dios usa la palabra “hacer” es porque Él toma el material que ya hay, así como antes de decir la luz, ya menciona el cielo, la tierra, las aguas, pero en un estado de nebulosa. La creación absoluta es el verso 1: “Creó Dios los cielos y la tierra”, o sea, todo el material que existe, pero la forma se la fue dando como aquí está revelado; es decir, aparecen aquí en el cuarto día: las lumbreras.


Día y noche sin lumbreras
Fíjense en que no aparecen las lumbreras unidas con la luz, porque la luz no necesariamente viene de las lumbreras; incluso en la física se habla de la luz negra, y con la luz negra crecen las plantas; después cuando la materia se condensó en los astros, Dios ya había dicho que el día se llamaba luz; y luego la luz se la concentró en los astros. Por eso dice acá: “Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche;” pero ya el día y la noche estaban sin los astros en el día primero; pero ahora para con la tierra, para alumbrar sobre la tierra entonces Dios dice: “y sirvan para señales”, aquí dice esta versión “y sirvan de señales para las estaciones”, pero en hebreo dice: “para señales, para estaciones, para días y años; y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar”; esa es la frase de Dios: “alumbrar sobre la tierra”; claro que desde Plutón se puede ver el sol, y tiene otra vista, desde Saturno se puede ver el sol, se puede ver la tierra, y la imagen celestial de esos planetas es diferente, pero aquí está hablando desde la posición de la tierra, y aquí dice que Dios las hizo para alumbrar sobre la tierra, y para señales; o sea que Dios tiene un mensaje específico para la tierra. Por favor, no vayan a pensar que estoy hablando de astrología; es que la astrología se robó y tergiversó algunas verdades; pero sí quiero hablarles de lo que la Biblia dice.

Miren conmigo en los Salmos. En el Salmo 19, dicen los primeros cuatro versos lo siguiente: “1Los cielos cuentan la gloria de Dios”; ¿quién? Los cielos; ¡ah! yo pensé que eran solamente los profetas y los apóstoles, mas también los cielos. Los cielos cuentan. “Y el firmamento anuncia (noten quien también anuncia: el firmamento) la obra de sus manos”. El firmamento no se anuncia a sí mismo, anuncia la obra de las manos de Dios. “2Un día emite palabra a otro día”.

Cada día tiene un mensaje; los cielos cuentan, el firmamento anuncia y los días emiten palabra, mensaje. “2Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría”. No hay lenguaje, o sea, es una declaración de sabiduría, es un anuncio sin palabras. “3No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. 4Por toda la tierra salió su voz, (la voz del cielo, la voz del firmamento, la voz del día y de la noche) y hasta el extremo del mundo sus palabras”. Aquí nos damos cuenta de que Dios nos habla a través de su creación en el cielo, y el cielo tiene algo que decir acerca de la gloria de Dios. Anuncia la obra de sus manos, declara sabiduría, un día emite palabra a otro día; o sea que si Dios hizo el universo, las huellas de Dios están ahí; el que maneja el universo está detrás de las cosas, o si no ¿por qué los magos dijeron: hemos visto la estrella del Mesías en el Oriente? ¿Cómo es que lo que pasaba aquí en la tierra se avanzaba en el cielo?


El mensaje de las estrellas
Júpiter es llamado el planeta del rey, del Mesías, y Saturno el de los judíos, el rey de los judíos; la conjunción de Júpiter y Saturno, esa conjunción, se veía desde Belén cuando el Señor Jesús nació; desde otra parte eran dos astros, pero desde Belén la conjunción formaba un astro diferente que los magos vieron. Entonces esa conjunción sí habla algo. ¿Por qué Dios hizo que la vieran aquellos magos y que entendieran que era el nacimiento del Mesías? ¿Por qué Mateo no dijo: no, no voy a escribir esto, porque me van a acusar de astrólogo? La astrología tergiversó las cosas, pero la Biblia dice algunos asuntos, no solamente acerca de Cristo. Fíjense en que Job dice que sus sufrimientos estaban allí.

Job 3:3, dice: “Perezca el día en que yo nací, (el día, dice él) y la noche en que se dijo: Varón es concebido”. Y el verso 9 dice: “9Oscurézcanse las estrellas de su alba; (porque cada día tiene una disposición específica) espere la luz, y no venga, ni vea los párpados de la mañana; (y dice por qué, por qué él quiere que se oscurezcan las estrellas del alba del día en que nació Job) 10por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria”. ¿Qué le está atribuyendo Job a las estrellas del alba del día en que nació? Diciendo que ese día y esas estrellas del alba no escondieron el nacimiento de Job y el sufrimiento de Job. ¡Qué cosa extraña! ¡Cómo habla Job aquí! Parece que leyera escrito en la disposición de las estrellas el augurio de sus sufrimientos. Pero hay otra más rara todavía. Vamos al libro de Jueces. Por favor, lo que no esté en la Biblia no lo reciba, pero lo que está en
a Biblia respételo; es raro, pero está ahí.


Revelaciones misteriosas de la Biblia
Entonces a veces hay que predicar cosas raras si están en la Biblia. Jueces 4:14; ahí le dice Débora a Barac lo siguiente: “14Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sisara en tus manos”. ¡Qué frase tan misteriosa! Este es el día, no era ayer, no será mañana; este es el día; y luego dice Débora en Jueces 5:20 lo siguiente: “Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sisara”. ¡Qué frase tan misteriosa de Débora! Este es el día. Hoy es que hay que hacer las cosas; levántense porque este es el día en que el Señor va a entregarlo, y luego dice Débora: “Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sisara”. Las estrellas y las órbitas pelearon contra Sisara, dice la Biblia; yo no sé hasta donde llega; eso se lo pregunto al Señor; pregúntenselo ustedes también, y si el Señor les cuenta algo, me responden.

Los astros señorean
Dice aquí donde acabamos de leer en Génesis 1:14: “14Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan para señales”; hay un anuncio, hay señales, dice: vi una señal en el cielo; “y sirvan para señales, estaciones, días y años, 15y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así”. Es sobre la tierra, el mensaje hay que mandarlo a la tierra. “16E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día”. ¿Qué quiere decir señorear? Hasta dónde llega el señorío del sol y de la luna, y de las estrellas? Porque dice más adelante: “y las puso Dios”, dice el verso 16 al final: “hizo también las estrellas. 17Y las puso...”; ya no dice: las creó, sino “las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18y para señorear”; también las estrellas para señorear; o sea que sí hay una medida legítima de señorío que Dios le dio al sol, a la luna y a las estrellas. ¿Hasta dónde va ese señorío? No me atrevo a decirlo, pero no puedo negar que sí hay una medida de señorío, que sí hay un anuncio de Dios en los cielos; los cielos cuentan la gloria de Dios, y que sí hay algo de Dios que se revela. El firmamento anuncia la obra de sus manos, como en el caso del nacimiento del Mesías, y la derrota de Sísara. Pero como dice Jeremías: Debemos atender a Dios mismo, y no a lo que los astrólogos interpreten d e las estrellas.

La revelación bíblica y la astrología
Ahora, la astrología seguramente le añade otro sentido que el que realmente Dios le dio y posiblemente interpreta las cosas desde otro punto de vista; y eso es una perversión. No hay un billete falso si no hay un billete verdadero. ¿Usted va a encontrar un billete de veintitrés dólares? No lo va a encontrar; cualquiera se va a dar cuenta de que es mentira, porque no hay billetes de veintitrés dólares, pero hay de veinte; si hay de veinte verdaderos, se explica que hay de veinte falsos. Entonces la astrología es el billete falso de lo que Dios revela a través de la naturaleza. Dios en la naturaleza revela algo de Su gloria. Un día emite palabra a otro día; hay un mensaje legítimo de Dios en los cielos que concuerda con lo que dice la Biblia, y por eso dijo el Señor que habría señales en los cielos. Vamos ahora sí a ver las palabras del Señor.

Oscurecimiento del sol
Primeramente vamos a Mateo capítulo 24. Por favor, no diga más de lo que dicen esos versículos; pero por favor, no recorte esos versículos y déjeles decir todo lo que dicen. Mateo 24:29; dijo el Señor Jesús: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá”. Dice en Apocalipsis que la tercera parte del sol fue herida para que fuera oscurecida la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas; y en Mateo habla de ese oscurecimiento. Ese oscurecimiento tiene dos etapas: la etapa parcial de las trompetas y su completación en las copas. Ya en el Éxodo aparece la plaga de las tinieblas; ¿ustedes recuerdan? Ya hubo tinieblas. ¿Cómo fueron esas tinieblas? Misterioso.

Tinieblas de tres días
Vamos a verlo. Eso está en Éxodo 10:21. Dice: “21Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. 22Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días”. Aquí estamos viendo una descripción de esas tinieblas. “23Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. 24Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros”. Luego está lo que hicieron Moisés y Aarón con Faraón, pero fíjense en que Dios tiene poder para que, ¿por cuantos días? por tres días hubiera densas tinieblas; y no es la única vez.

Cuando el Señor Jesús murió también hubo tinieblas; vamos a ver eso en Lucas 23:44-45; Lucas dice así: “44Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. (desde las doce del día hasta las tres de la tarde) 45Y el sol se oscureció”.

Vemos, pues, que ya sucedió otra vez de manera literal. Sucedió literal en Egipto, en la novena plaga; sucedió literal cuando el Señor Jesús murió; claro que un historiador antiguo llamado Talo, historiador de los samaritanos, habló de un eclipse que se vio en el tiempo de Cristo; pero este no es un eclipse; el eclipse que más dura, dura siete minutos, casi ocho; 7:50 es lo que más dura un eclipse; y aquí no fue ni siquiera ocho minutos, fueron  tres horas, y no fue en una parte de la tierra, sino en toda la tierra. “Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol se oscureció”. Entonces, por segunda vez, este fenómeno sucedió de manera literal.


Ahora, en la cuarta trompeta que estamos estudiando, es una tercera parte, pero en la quinta copa, habrá tinieblas sobre el reino de la bestia, tinieblas totales; o sea que en las trompetas hay tinieblas, pero parciales; es como lo dijo el Señor. Miren que no es como antes; algo está pasando en los cielos. ¿No dijo el Señor que habría señales en los cielos? Una de esas señales es la disminución de un tercio de la luz del sol, de la luna y de las estrellas; ese es el inicio de los juicios, pero en las copas ya es oscuridad total.


Las potencias de los cielos serán conmovidas
Ya sucedió, y aquí en Mateo 24:29 dice: “El sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”. Esta frase: “y las potencias de los cielos serán conmovidas”, equivale a que la tercera parte de las estrellas fue herida; ese es el comienzo del fenómeno de las potencias de los cielos siendo conmovidas. Dice en Apocalipsis 8:12: ”Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas”.

Hermanos, no hace muchos años un cometa estrelló a Júpiter; y los planetas que están en el espacio están llenos de cráteres porque constantemente están siendo golpeados por meteoritos, por aerolitos, por asteroides; y si ya un cometa pudo chocar a Júpiter, y si la órbita de Plutón se entremete en la órbita de Neptuno, ¿qué tal que un día coincidan en la órbita? O sea, como decía Emanuel Velikoski en ese libro, “Mundos en colisión”, ha sucedido varias veces en la historia que hay cosas raras; por eso los antiguos hablaban de cosas raras. El Señor dijo: “En los cielos se embriagará mi espada”; dijo que las potencias de los cielos serían conmovidas; y esta cuarta trompeta es el inicio de esa conmoción; la tercera parte fue herida. Aunque ya el sexto sello inaugura la gran tribulación con sacudida cósmica.


Leamos Marcos 13:24-25; vamos a verlo cómo lo dice Marcos, porque cada uno de ellos dice casi lo mismo, pero con algún detallito, alguna variación, algo añadido. “24Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas”. Vemos que el Señor claramente habló de eso.

Ahora, hasta aquí Mateo y Marcos hablaron de después de la tribulación, pero acuérdense de que el sexto sello ya fue el primer movimiento cósmico extraño. ¿Recuerdan el sexto sello? Que el cielo se enrolló como un libro para empezar la tribulación; ya hay un problema. Este problema grande sucede dos veces; sucede antes de la tribulación para iniciarla y sucede después con la tribulación.


Joel habla de la parte de antes. Vamos a Joel 2:10, porque estaremos volviendo allí un poquito. Joel 2:10 dice: “Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán; y las estrellas retraerán su resplandor”. Ya lo había dicho también Joel, ¿se dieron cuenta? Se estremecerán los cielos. Jesús dijo que las potencias de los cielos serán conmovidas. Apocalipsis dice que fue herida la tercera parte de las estrellas, del sol y de la luna, y aquí en Joel dice: “se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor”.


La heliotelía está escrita en la Biblia
Y en Joel 2:31 decía: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová”.

Significa que el caso que dice Joel 2:31 es antes del día grande y espantoso; es decir, Joel 2:31 equivale al sexto sello, a la conmoción cósmica del sexto sello, esto es antes; pero lo que leímos en Mateo y Marcos es después de la tribulación de aquellos días; o sea, es una segunda conmoción de este tipo: una antes que es  el sexto sello, otra después, la cuarta trompeta, que es apenas el comienzo, y luego es más fuerte con la cuarta y quinta copa. Hermanos, la historia futura del sol, digamos, la heliotelía, (helio de la palabra sol y telos de la palabra fin, el fin del sol), la historia futura del sol está escrita en la Biblia. Ya hubo un oscurecimiento en la novena plaga, hubo un oscurecimiento del sol literal en la muerte de Jesucristo de tres horas; ahora, dice aquí en esta cuarta trompeta que la tercera parte el sol se oscurecerá.


En la quinta copa dice que hubo tinieblas, pero en la cuarta copa dice que el sol calentó mucho más, y la gente se quemaba del gran calor.

Hay algo que acontecerá en el sol; ya el sol tiene manchas, y esas manchas duran un período de once años; las manchas empiezan desde arriba del sol y van bajando hacia el ecuador del sol, y cuando llegan hacia el ecuador del sol, comienzan a aparecer de nuevo. Hay fenómenos internos y hay manchas, y no son estáticas, sino que son dinámicas, y a veces se agrandan y  a veces se empequeñecen; o sea que el sol se ha de oscurecer. Ya se ha oscurecido dos veces en la historia, pero acontecerá otra vez en una tercera parte y después en la totalidad. Después, en el Milenio, alumbrará siete veces más; o sea que eso se nos dice del sol. El sol se oscurecerá una tercera parte, después habrá tinieblas en la quinta copa, después en el Milenio brillará siete veces más; y la luna brillará como el sol; eso lo dice la palabra del Señor. Son profecías bíblicas que este es el momento de tenerlas en cuenta porque estamos hablando precisamente de estos astros. Entonces ya leímos en Mateo y en Marcos que tiene que ver con después de la tribulación; leímos en Joel que tiene dos pasajes: uno para antes de la tribulación en el 2:31, y otro, en el verso 10, que no dice cuándo pero que concuerda con después de la tribulación.


Ahora vamos a ver que Lucas habla también en dos períodos, así como lo dice Joel. Lucas 21:11,25. “11Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo”. Ahora, los cielos sirven para señales, cosas que Dios nos habla con el cielo. El firmamento emite palabra, un día anuncia palabra a otro día, y aquí dice que habrá grandes señales del cielo; será cuando empiecen a ser conmovidas las estrellas, así como cuando este cometa chocó con Júpiter, y otras cosas puedan suceder.

Se sabe por astronomía y astrofísica que a veces las galaxias inter-actúan y se meten la una con la otra, así como sucede con los átomos; los átomos tienen su núcleo y tienen sus electrones, y cuando los electrones de afuera se conectan con los electrones de afuera de otro átomo entonces inter-actúan y forman los distintos compuestos químicos; y en el cielo también hay grandes galaxias y a veces se atraen y a veces se alejan. A veces un cometa pasa cerca y cambia la gravitación porque hay leyes establecidas por Dios.


Señales en el sol
La Biblia habla de las ordenanzas de los cielos y de las leyes de los cielos establecidas por Dios; entonces si se acerca una galaxia con la otra, imagínense esa conmoción, y qué puede suceder. Simplemente Andrómeda, que es la más cercana y está a cinco millones de años luz, la más cercana, ¿qué tal que se acerque y haya un juego? De todas maneras la Biblia habla y el Señor Jesús habló, los profetas hablaron, las potencias de los cielos serán conmovidas, y aquí dice: grandes señales del cielo; o sea que tenemos que esperar acontecer cosas misteriosas de tipo estelar; incluso de tipo planetario; ¿por qué? porque los planetas cuentan dentro de la palabra “estrella” en el lenguaje del siglo I; esto está escrito. Ahora en el verso 11 de Lucas 21 aparece una primera mención: “Habrá terror y grandes señales del cielo”. Esa es la primera mención, y la segunda mención está en los versos 25 y 26 de Lucas 21: “25Entonces habrá señales en el sol, (¿no le parece que una tercera parte del sol alumbrando menos es una señal?) y en la luna (o sea, la luna alumbrando una tercera parte, tiñéndose de rojo, ¿no es una señal?) y en las estrellas”. También en las estrellas; claro, si es algo planetario, las principales estrellas que vemos como la estrella de la mañana, que es el planeta Venus, o como esa que se ve grande, hermosa, que es Júpiter, o Saturno, que son de nuestro sistema planetario; algo puede pasar en el nivel planetario, en el nivel de la galaxia y hasta en el intergaláctico, porque Dios tiene todo en sus manos, y Él dijo que en los cielos se embriagaría Su espada.

Dice en Lucas 21:25: “25Entonces habrá señales en el sol”; noten como lo habló Lucas: “señales en el sol, (lo habló más claro) en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 26desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”. El verso 11 equivale a Joel 2:31, el sexto sello; luego en el verso 25 y 26, equivale a Joel 2:10 que es la cuarta trompeta que inicia el juicio; la conflagración completa es el fin, la cuarta trompeta es el inicio de la parte final, pero 2ª de Pedro, nos lo dice ya de una manera general.


Vamos a 2 Pedro 3:10: “10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”. Lo que dice Pedro es ya la conclusión final de las cosas, pero la cuarta trompeta es el inicio, la cuarta trompeta es la tercera parte, ¿amén? Hemos visto a Joel, a Jesús hablando en Mateo, Marcos y Lucas, y hemos visto Apocalipsis, ahora vamos a mirar a Isaías.


Entenebrecimiento de los astros
Vamos al profeta Isaías 13:10: “Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor”. Ya Isaías también había hablado de esto, ¿amén?

Vamos a ver también a Ezequiel 32:7-8: “7Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz. 8Haré entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor”. Aquí habla muy claro también de estos fenómenos. ¿Cómo interpretarlos meramente como si fueran cosas simbólicas como algunos han hablado, que se refiere a la caída del imperio romano? No, hermanos, esto ya se cumplió literalmente en la novena plaga, se cumplió literalmente en el tiempo de Cristo; ya ha habido colisiones estelares. Ese libro de Emanuel Velikoski “Mundos en colisión” revela esas cosas; y ahora nos dice aquí la cuarta trompeta, Isaías, Joel, Mateo, Marcos, Lucas, que estas cosas sucederán así; entonces, hermanos, ¿qué podemos decir?


Vamos a ver otros pasajes. 2 Samuel 22:8. Esta fue una profecía del rey David, que también era profeta: “La tierra fue conmovida, y tembló, y se conmovieron los cimientos de los cielos; se estremecieron, porque se indignó él”. Todo esto sucede por el anuncio e inicio de la ira de Dios. Se estremecieron los cielos, porque se indignó Él. Verso 10: “E inclinó los cielos, y descendió; y había tinieblas debajo de sus pies”. Muy claro ese versículo, ¿verdad?

Vamos a ver otro pasaje en el libro de Job  9:7: “El manda al sol, y no sale; y sella las estrellas”. Dios puede hacer esto; quizá los astrónomos digan: no, pero cómo si todo ha sido tan normal; pero Dios, Él, “manda al sol, y no sale; y sella las estrellas”. Todo esto tiene que ver con esta cuarta trompeta.

Eclesiastés 12:2, dice: “Antes que se oscurezca el sol, (o sea que se va a oscurecer) y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia”. Aquí Salomón, por el Espíritu profético de Cristo, está profetizando de que hay que amar al Señor antes de que se oscurezca el sol y la luz, y la luna y las estrellas. Esto, pues, lo vemos por toda la Biblia. Por eso les dije: tome usted un versículo de la Biblia y se le vienen atrás pegaditos todos los demás, ¿amén?


Bueno, miremos Isaías 60:20. Vamos a ver aquí qué nos dice esta profecía. Miren por qué lo dejé al final. Aunque esto es tan terrible, miren lo que se le dice a la Iglesia, lo que se le dice a la amada, a la Jerusalén de Dios: “No se pondrá jamás tu sol (que el nuestro es el sol de justicia) ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados”.


La Iglesia no debe temer esas señales
Terminemos con Jeremías 10:2: “Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman”. No quiere decir que no haya señales; sí, pero no tengáis temor. ¿Quién? Nosotros; “aunque las naciones las teman”. Que teman las naciones, porque por eso el Señor dice: habrá señales en los cielos, habrá señales en el sol, habrá señales en la luna, habrá señales en las estrellas; y con estas señales Dios está dando un mensaje. El día está emitiendo mensaje al otro día, el firmamento está dando anuncio, la gloria de Dios está siendo anunciada por los cielos; pero en cuanto a la Iglesia, en cuanto al pueblo del Señor, no tema las señales de los cielos, porque nuestro sol, que es el sol de justicia, no se pondrá, ¿amén? Hageo 2:6 dice que Dios hará temblar los cielos. Me gustaría que terminemos leyendo de nuevo Apocalipsis 8:12:

“Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche”.


¿Me permiten tres versículos finales? Es para tenerlos juntos de una vez porque esta es la hora de verlos. Bueno. Salmo 50:4; miren lo que dice de Dios: “Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo”. Convocará a los cielos para juzgar a su pueblo, porque Dios puso como testigos al cielo y a la tierra. Allá está en Deuteronomio, entonces por eso los convocará en el día del juicio.

Veamos ahora Salmo 135:6; dice: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”. Todo lo que quiere, lo hace, entonces Él ha prometido esto, y lo hará.


Por último, Hebreos 1:8-12. Allí el Señor dice que todos estos cielos son como un vestido que Él se muda; y no solamente habla de eso: “8Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; por lo cual te ungió Dios, (o sea el Padre al Hijo) el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. 10Y: Tú oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 11Ellos perecerán, más tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 12y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán”.


Los años del Señor es un supratiempo, el tiempo de los cielos; de este primer cielo dice: los cielos se enrollarán como un libro; y dice en Apocalipsis: Ya no se halló lugar ni para el cielo ni para la tierra en el momento del juicio; pero luego habrá cielo nuevo y tierra nueva; o sea que dice que el Señor se muda de vestido; es decir que todo este universo es una vestidura que Él se la muda. ¿Amén, hermanos?


Remoción de las cosas movibles
Terminamos allí en Hebreos 12:26-29: “26La voz del cual (la de Dios) conmovió entonces la tierra, (eso fue en el Sinaí) pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. 27Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. 28Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29porque nuestro Dios es fuego consumidor”. Vamos a terminar aquí. ☐

No hay comentarios:

Publicar un comentario