lunes, 3 de enero de 2011

LA SÉPTIMA TROMPETA

LA SÉPTIMA TROMPETA

CONTIENE EL TERCER AY


“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 11:15.

Consideraciones de crítica textual
Vamos a estudiar la palabra del Señor; vamos a continuar con esta aproximación al libro del Apocalipsis. Hoy llegamos a la séptima trompeta. La séptima trompeta la estudiamos en Apocalipsis 11:15-19. Al abrir la Biblia, primero vamos a hacer, como acostumbramos, una consideración de crítica textual, examinando esta traducción de Reina-Valera de 1960 que tenemos aquí la mayoría, a la luz de los manuscritos más antiguos. Vamos a hacer primero una lectura en este sentido y después volvemos normalmente sobre nuestros pasos para la exégesis.

Apocalipsis 11:15-19: “15El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. 16Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios (algunos pocos manuscritos dicen delante del trono de Dios, pero la mayoría lo dice como está aquí) en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, 17diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder, y has reinado”. Se fijaron, mis hermanos, en que acabo de saltar una frase del versículo que dice: “y que has de venir”; todos los manuscritos más antiguos en este pasaje dicen: “el que eres y que eras”; solamente a partir del siglo X un códice uncial llamado el 052, que está en el monte Atos, le añadió esa frase “y que has de venir” para igualarlo con las ocasiones pasadas en que era dicho así. Ustedes recuerdan que antes en el capítulo 1 y en el capítulo 4 lo había dicho de esa manera. En el capítulo1 había aparecido el que es, el que era y que ha de venir. En el 1:4 dice: “Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir,” y en el versículo 8 también dice: “el que es y que era y que ha de venir,” ¿verdad? Y luego cuando se le adora al Señor en el capítulo 4:8, dice: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”. En el capítulo 1 y en el capítulo 4 esas tres expresiones dicen así, pero en el capítulo 11, donde se habla de la séptima trompeta y donde en la séptima trompeta se cumple lo que dice: que ha de venir; entonces ya no se dice que ha de venir, no lo dicen los manuscritos más antiguos, sencillamente porque ya vino; pero entonces uno de los escribas, un escriba a partir del siglo X, el que copió el códice uncial número 052 en el monte Atos, él trató de igualar lo que decía en los capítulos 1 y 4, y le añadió esa frase a este versículo como para tratar de igualarlo; pero los manuscritos anteriores  no lo dicen así; sólo lo dice el códice 052 y 16 manuscritos posteriores. De los 300 que hay del Apocalipsis, sólo 16 posteriores le siguieron la onda a este escriba que le añadió e igualó la expresión; pero no es correcto añadirle ese pedazo porque aquí en la séptima trompeta es ya Su venida; la séptima trompeta incluye Su venida.

“Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo” (v.15); entonces ya no se puede decir el que ha de venir; así no lo dice el griego; entonces ese es el  comentario acerca de esta traducción comparándola con los originales, ¿amén?


Volvemos al 17: “17diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. 18Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, los pequeños y los grandes”; allí aparece la palabra “a”, a los pequeños y a los grandes. Existen entre los manuscritos unos que dicen la palabra en el caso que se suele llamar en el griego, un caso nominativo, o un caso acusativo, anakoluto se dice en griego; y cuando se dice: “a los” es dativo, entonces algunos manuscritos lo dicen en acusativo, “los pequeños y los grandes”, tois microis kai tois megalois; tois microis, es decir, los pequeños; y kai tois megalois, y los grandes; pero otros manuscritos no dicen tois, sino tous microis kai tous megalois, es decir, unos manuscritos dicen ous, otros ois; la terminación “ois” es un dativo, o sea, “a” es el caso dativo, “a los pequeños y a los grandes”; y cuando dice “ous” es un caso acusativo, “los pequeños y los grandes”. Los eruditos no saben cuál de las dos versiones es la más parecida, pero se inclinan por el llamado acusativo anakoluto, es decir, “los pequeños y los grandes”; entonces les tengo que comentar esto; “y de destruir a los que destruyen la tierra. 19Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo.

Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”. Hasta aquí el texto de lo correspondiente a la séptima trompeta.


Implicaciones de la séptima trompeta
Mis hermanos, ya sabemos que el libro que el Cordero abrió tenía siete sellos, y el séptimo sello incluye la séptima trompeta; la apertura del séptimo sello es el toque de las siete trompetas; quiere decir que el libro completo se termina con el séptimo sello, y el séptimo sello se termina con la séptima trompeta. La séptima trompeta abarca la revelación completa del libro de los siete sellos, que muestra el plan de la economía divina, de qué manera el Padre que sentó a Su Hijo a Su diestra, le dijo que esperara hasta poner bajo Sus pies todas las cosas; entonces el Hijo se sentó, y Dios comenzó a ponerle todas las cosas bajo Sus pies; empezó a suceder el primer sello, el segundo sello, el tercer sello, hasta el séptimo sello.

Cuando el Cordero abrió el séptimo sello comienzan las trompetas, la séptima trompeta termina el séptimo sello y por tanto termina la revelación de todo el Apocalipsis. Lo que describe desde el capítulo 12 hasta el 22 es que Juan profetiza los mismos acontecimientos pero con nuevos detalles y revelaciones.


Con la séptima trompeta se consuma el misterio de Dios
Ustedes recuerdan que Apocalipsis 10:11 dice: “Me dijeron: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”. Vemos, pues, que la primera vez de la profecía va desde el capítulo 1 hasta el capítulo 11; esa es la profecía de una sola vez; por eso el séptimo sello termina con la séptima trompeta; y si ustedes leen con cuidado lo que acabamos de leer de la séptima trompeta, incluye, como lo vamos a ir viendo ahora con más detalle, incluye inclusive hasta el cielo nuevo y la tierra nueva. La séptima trompeta tiene la parte positiva y una parte negativa. La parte negativa porque es el tercer ay, y es donde el Señor introduce la consumación de la ira con las siete copas; pero tiene la parte positiva, que es que el Señor se toma el reino; significa que la venida del Señor, el tribunal de Cristo, el juicio de las naciones, el Milenio y luego el juicio final, la nueva tierra, el nuevo cielo y la Nueva Jerusalén, todo eso está incluido en la séptima trompeta. La séptima trompeta abarca hasta la terminación final de la economía divina. Habíamos visto en el capítulo 10 que decía en el versículo 7: “sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él vaya a tocar la trompeta, el misterio de Dios se habrá consumado, como él lo anunció a sus siervos los profetas”. Estoy haciéndolo conforme a una traducción más ajustada al griego.

Aquí vemos, pues, dos cosas: primero, que  la séptima trompeta no es una cuestión instantánea, sino que dura varios días; por eso dice: en los días, la séptima trompeta abarca varios días, una pluralidad de días; “en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él vaya a tocar la trompeta, el misterio de Dios se habrá consumado”. Entonces el misterio de Dios se consuma, se termina con la séptima trompeta; por eso la séptima trompeta abarca, como acabamos de leer ahora, muchas cosas que vamos a ver con más detalle para percibir todo lo que abarca; pero como a Juan, cuando estaba anunciando la séptima trompeta, se le había dicho: Mira, Juan, es necesario que profetices otra vez, entonces Juan profetiza otra vez desde la séptima trompeta en adelante; es decir, desde  el capítulo 12 hasta el capítulo 22; es la segunda vez que Juan profetiza. La segunda parte de la profecía es para enriquecer con más detalle lo que ya fue profetizado de manera general en la primera parte de Apocalipsis. La primera parte del 1 al 11 abarca de eternidad a eternidad, el misterio de Dios consumado en la séptima trompeta, pero ahora Juan tenía que profetizar otra vez. Eso es común en la manera didáctica de Dios.


La forma didáctica de la profecía
Desde el Génesis se ve ese estilo de Dios. Por ejemplo, primero dice: Y creó Dios al hombre, a su imagen y semejanza, varón y hembra los creó; es decir, dice en forma resumida el hecho; pero luego en el capítulo 2 cuenta con detalles lo que había dicho resumidamente en el capítulo 1. En el capítulo 2 empieza a decir cómo tomó el barro en sus manos e hizo un hombre, le sopló y lo puso en el jardín del Edén; y luego le sacó una costilla. Vemos que lo que había dicho de manera resumida en Génesis 1, lo vuelve a decir con detalle en Génesis 2.

Ustedes recuerdan que siempre mencionamos las profecías de Daniel. Daniel primero presenta un esqueleto básico: el sueño de Nabucodonosor, la cabeza de oro, los brazos de plata, los muslos y vientre de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro mezclado con barro; ahí presenta la historia universal, sus principales secciones históricas, los principales imperios y civilizaciones; cuando vuelve a mostrarle en el capítulo 7 una visión, entonces entra a mostrar con más detalles las cosas. Le muestra el león con dos alas, en lo que antes era una cabeza de oro, Babilonia; presenta a los medos y a los persas como un oso que se alza más de un lado que del otro, con unas costillas en la boca, en lo que en el capítulo 2 era sólo el pecho y los brazos de plata; o sea que vuelve a contar lo mismo, pero con más detalle; luego al leopardo, lo que primero era sólo bronce, ahora dice que era un leopardo con cuatro alas; es decir, entró a dar más detalles; luego en el capítulo 8 da todavía más detalles sobre aquel esqueleto y le pinta más cosas. Cuando se ve la última visión de Daniel, que abarca los capítulos 10, 11 y 12, está lleno de detalles; es decir que el Señor trata primero en la profecía las líneas básicas y luego vuelve otra vez a hablar de lo mismo, pero añadiendo los  detalles, así como hizo en Génesis, como hizo en Daniel, como hace en muchas profecías sobre lo cual Dios vuelve a hablar y añade detalles.


Lo mismo hace con Apocalipsis. Primero profetiza una vez, que va desde el 1 hasta el 11; en el 11 aparece la séptima trompeta, y con la séptima trompeta el misterio se consuma; sin embargo, cuando estaba a punto de introducir la séptima trompeta, ya le anunció: Mira, Juan, es necesario que profetices otra vez; entonces Juan después de que profetiza la primera parte, comienza otra vez a profetizar cosas que ya había dicho antes, pero empieza a darle más detalles. Por ejemplo, en la primera parte había hablado de la Nueva Jerusalén cuando le dice a los vencedores de Filadelfia: “12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén”. Bueno, ¿cuál es la ciudad de mi Dios? Entonces la explica en la segunda parte.


La séptima trompeta abarca hasta la Nueva Jerusalén
Ya en el capítulo 11 había mencionado la bestia, ¿pero cuál es esa bestia? Entonces lo explica en los capítulos 13 y 17. Entonces vemos que en la segunda parte Juan profetiza otra vez sobre lo que él había profetizado antes, pero ahora le añade más detalles, según es la costumbre normal de Dios. Entonces si entendemos esto, podemos ver que la economía divina termina en la séptima trompeta; las otras cosas que se van a decir desde el 12 hasta el 22 ya están incluidas en la primera parte; es decir, vamos a volver a profetizar otra vez; lo que se había profetizado primero ahora se va a volver a profetizar. Se va a hablar de la bestia, se va a hablar de la mujer, se va a hablar de los vencedores, de las primicias, de la cosecha, de las copas de la ira, etc.; eso es detallar más lo que había sido introducido de manera más esencial o fundamental en la primera parte de la profecía.

Con esa precaución vamos a analizar estos versos de Apocalipsis 11:15-19, ahora con más detalle: “15El séptimo ángel tocó la trompeta, (esta trompeta no es como decía, instantánea, sino que abarca muchísimo, varios días, ¿cuántos son esos días? Lo podemos percibir por lo que viene a continuación) y hubo grandes voces en el cielo, que decían:”; casi siempre que aparecen estas voces del cielo, aparece un orden; se menciona a los seres vivientes y se menciona a los ancianos; aquí los ancianos aparecen en el verso 16: “Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios”; o sea que al no hacer mención explícita de los cuatro seres vivientes, lo más probable es que estas grandes voces del cielo sean la de los cuatros seres vivientes; ¿qué era lo que decían? ¿Cuál era la proclamación de la séptima trompeta? ¿Qué es la séptima trompeta? “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. O sea que la séptima trompeta abarca hasta la Nueva Jerusalén porque esta expresión, “reinará por los siglos de los siglos”, va más allá del Milenio; abarca la Nueva Jerusalén; de hecho cuando se describe la Nueva Jerusalén aparece esta expresión. Vamos a mirarlo en Apocalipsis 22:5, donde se describe la Nueva Jerusalén: “No habrá allí más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”. Cuando se habla esa expresión, “los siglos de los siglos”, se está refiriendo ya al cielo nuevo, a la tierra nueva y a la Nueva Jerusalén; por lo tanto, si aquí en la séptima trompeta dice: “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor”, ¿qué abarca ahí? la venida del Señor para concluir el Armagedón, abarca el tribunal de Cristo, abarca el juicio de las naciones, abarca el Milenio, abarca la rebelión al final del Milenio, abarca el juicio del trono blanco, ya no el tribunal de Cristo para juzgar a los creyentes, sino el trono blanco para juzgar a todos, y abarca el cielo nuevo y tierra nueva, y la Nueva Jerusalén; porque esa frase: “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”, ahí en esa expresión “por los siglos de los siglos”, está la Nueva Jerusalén; no podía ser de otra manera, porque el séptimo sello es el que completa la economía divina. La economía divina concluye con la Nueva Jerusalén; y si la séptima trompeta consuma el misterio de Dios, y la séptima trompeta es la que termina el séptimo sello, entonces no puede ser algo distinto que la consumación hasta la Nueva Jerusalén.

La séptima trompeta, pues, abarca muchos días, tiene un gran alcance. El tercer ay, que es el más terrible, es cuando se juntan las copas de la ira para castigar definitivamente a los que se rebelan contra el Señor, que vienen contra Jerusalén, que se juntan contra Cristo; inclusive los que se van al lago de fuego, porque el juicio del trono blanco está incluido dentro de la séptima trompeta; entonces el tercer ay en la séptima trompeta es la parte negativa de la séptima trompeta; la parte positiva es el reino de Dios y de Su Cristo.


Dios toma su gran poder en la tierra
“16Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, 17diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras, (ya Juan, conforme a los manuscritos más antiguos, todos los manuscritos anteriores al siglo X, no dicen aquí: “que has de venir”, porque ya vino; la séptima trompeta es la consumación, ya no tiene más que venir, ya vino, y por eso no lo dicen los manuscritos antiguos) porque has tomado tu gran poder”; esa frase: “has tomado tu gran poder”, incluye muchas cosas; ¿de qué manera Dios tomó su gran poder?  Hijo: siéntate a mi diestra hasta que ponga a todos tus enemigos por estrado de tus pies; y al Cordero se le dio el libro y comenzó a abrir el libro, y el libro empezó a mostrar el plan de Dios para someterle todas las cosas. Al terminar el séptimo sello, la séptima trompeta, todas las cosas están bajo Sus pies, y el misterio de Dios es consumado, ¿amén? Por eso dice: “porque has tomado tu gran poder, y has reinado”. Y ahora, ¿por qué tuvo que tomar Su gran poder? Aquí dice: “18Y se airaron las naciones, (es decir, la séptima trompeta incluye el juicio del Armagedón) y tu ira ha venido”. Esta frase, “tu ira ha venido”, es la consumación de la ira.

Ustedes recuerdan ese pasaje, esa expresión tan importante del Señor, en Daniel 9:27: “Y por otra semana (la última semana de las setenta, o sea, el último septenario) confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. (Ese es el anticristo) Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, (ese es el anticristo) hasta que venga la consumación, (que hay una consumación, pero dice) y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”. Entonces esto, lo que se derramará sobre el desolador, son las copas de la ira; la ira se derrama sobre el reino del anticristo; entonces aquí habla de una consumación y de algo que está determinado sobre el desolador.


Las naciones airadas contra Cristo
Volviendo allí a Apocalipsis 11:18, donde dice: “Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido”, notamos que en el capítulo 15, dice en el verso 1: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable; siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas (en las siete plagas postreras; en ellas) se consumaba (fíjense en la palabra “consumar” que decía en Daniel) la ira de Dios”; entonces cuando dice aquí en la séptima trompeta, “tu ira ha venido”, esa ira se consuma con las siete copas; por lo tanto, las siete copas están incluidas en la séptima trompeta, así como las siete trompetas están incluidas en el séptimo sello. El séptimo sello incluye las siete  trompetas, la séptima trompeta incluye las siete copas de la ira, donde se consuma la ira; por eso esa expresión “tu ira ha venido”, se refiere a las siete copas de la ira donde lo determinado se derramará sobre el reinado final del anticristo; pero cuando dice aquí: “se airaron las naciones”, eso quiere decir que el Armagedón condujo a los ejércitos de la tierra a unirse contra Cristo.

El rechazo del Mesías
Vamos a mirar el Salmo 2 para entender parte de lo que está diciendo aquí: “se airaron las naciones”; por eso es que habrá un Armagedón, porque las naciones se airaron. Dice el Salmo 2 de la siguiente manera: “1¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensas cosas vanas? 2Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, (su Cristo, su Mesías, su Ungido) 2diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas (esa es la apostasía, los reyes unidos contra Cristo). 4El que mora en los cielos se reirá; (es como un niño haciéndote pucheros, te da risa) el Señor se burlará de ellos. 5Luego hablará a ellos en su furor y los turbará con su ira (esas son las siete copas). 6Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. 7Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. 8Pídeme, y te daré por herencia las naciones, (por eso dice: los reinos del mundo han venido a ser de Dios y de Su Cristo) y como posesión tuya los confines de la tierra. 9Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás. 10Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. 11Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.

12Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían”. Este Salmo nos muestra a los reyes de la tierra consultándose unidos, diciendo: quitemos sus ligaduras, queremos un reino humanista, nada de cristianismo, nada de Cristo, echemos de nosotros sus cuerdas; pero el Señor se reirá de ellos.


Vamos al Salmo 83, que también nos presenta un cuadro parecido. Se airaron las naciones, por eso tú ira ha venido. Aquí ustedes recuerdan cuando vimos el inicio del Armagedón en la sexta trompeta, que las naciones vienen contra Israel; al inicio del capítulo 11 vemos también cómo Jerusalén es entregada a los gentiles. Y dice el Salmo 83: “1Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto.

2Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza”. ¿Saben una cosa? Yo leí un libro luciferiano publicado aquí en Colombia, que se llama “El cordón dorado”, escrito por un militar masón chileno llamado Miguel Serrano, que muestra la línea del satanismo a lo largo de la historia, y en ese libro ellos confiesan abiertamente que el plan luciferiano es recibir la segunda venida de Cristo con bombas de neutrones. Ellos piensan que van a destruir al Señor con bombas de neutrones; eso es como un fosforito para el Señor. Si el Señor hizo el sol, ahora ¿qué va a hacer una bombita de neutrones? es como una burbuja delante del Señor; pero ellos están tan locos que hablan de eso en ese libro publicado aquí en Colombia.

Imagínense; directamente lo hablan como si fuera el plan de ellos; y eso es lo que dice aquí, quitemos sus ligaduras, deshagámonos de El.


Confabulación contra Israel
Sigue diciendo el Salmo 83: “3Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos.

4Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. 5Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza 6las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro (con razón son hoy musulmanes y no cristianos). 8También el asirio (Irak) se ha juntado también con ellos; sirven de brazo a los hijos de Lot (hoy es Jordania). 9Hazles como a Madián, como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; que perecieron en Endor, fueron hechos como estiércol para la tierra. 11Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes, 12que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios. 13Dios mío, ponlos como torbellinos, como hojarascas delante del viento, 14como fuego que quema el monte, como llama que abraza el bosque.

15Persíguelos así con tu tempestad, y atérralos con tu torbellino.

16Llena sus rostros de vergüenza, y busquen tu nombre, oh Jehová.

17Sean afrentados y turbados para siempre; sean deshonrados y perezcan. 18Y conozcan que tu nombre es Jehová; tú solo Altísimo sobre toda la tierra”. Profecía de Asaf, Salmo de Asaf. ¿Eso es qué? La consumación de Armagedón.


Vamos a ver otros pasajes donde esto aparece. Vamos a ver eso de que se airaron las naciones; lo que está profetizado acerca de eso. Joel capítulo 3:9: “9Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense,  vengan todos los hombres de guerra. 10Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. 11Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová a tus fuertes. 12Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.

13Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos”. Ese pasaje de Joel nos muestra cómo se unen las naciones allá en el Valle de Josafat, que se llama el Valle de la Decisión o el valle de Meguido, para pelear no sólo contra Israel; la Biblia dice que es contra Jehová.


Vamos a ver esos versículos un poco más adelante. Miremos en Zacarías 14:2: “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad”. Después estudiaremos más detenidamente eso. Por ahora, estamos viendo las naciones reuniéndose contra Jerusalén. Se airaron las naciones.


Europa entronizando al anticristo
Ahora sí pasemos a Apocalipsis 17:14, y miren contra quién quieren enrolar a nuestros hijos: “Pelearán contra el Cordero”; ¿quién? El reino del anticristo. Dice desde el verso 12: “12Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.

13Estos tienen un mismo propósito, (¿cuál es el propósito hoy de Europa?) y entregarán su poder y su autoridad a la bestia (ese es el anticristo). 14Pelearán (no es sólo contra Israel) contra el Cordero”.

Se airaron las naciones. “14Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, (apagará ese fosforito de bomba de neutrones) porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él (gracias a Dios que tiene algunos con él) son llamados y elegidos y fieles”.

Entonces aquí habla del reino del anticristo uniendo a las gentes contra el Cordero.


También pasamos a Apocalipsis 19:19: “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra (por eso es delicado dejar enrolar nuestros hijos) y a sus ejércitos, (los ejércitos de los reyes de la tierra) reunidos (¡ah! ahí están las Naciones Unidas) para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército”. Esto es, contra Cristo, el Verbo de Dios, y contra los cristianos; entonces ¿qué dice aquí? Se airaron las naciones. Esto es Armagedón; no sólo contra Israel, sino contra Dios, contra Cristo, contra los judíos y contra los cristianos; eso es directo.


Volviendo allí a la séptima trompeta, en el capítulo 11, por eso dice: “18Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido”. ¿Por qué? se airaron las naciones, se reunieron contra Jerusalén, se reunieron contra los cristianos, se reunieron contra el Cristo de Dios y se reunieron contra Dios. Quitemos sus cuerdas, echemos sus ligaduras. Por eso dice: El Señor se reirá, y luego hablará a ellos con furor. Su ira ha venido.

Dice el Salmista: Túrbalos con tu ira. Esas son las siete copas de la ira; las siete trompetas introducen la tribulación, pero las siete copas consuman la tribulación; entonces las siete copas que consuman la ira que será derramada contra el reino del anticristo, el desolador, pertenecen a la séptima trompeta. Ustedes se dan cuenta de cómo la séptima trompeta abarca el final de la gran tribulación, el reino del anticristo, el Armagedón, el final del Armagedón, las trompetas, la venida de Cristo, el tribunal de Cristo, el reino del Milenio, el juicio sobre las naciones, el dar el galardón. Por una parte el galardón para los creyentes en el tribunal de Cristo, por otra parte, el galardón de las naciones, los temerosos de Dios, en el juicio de las naciones para el Milenio; todo eso está incluido en la séptima trompeta. ¿Se dieron cuenta, hermanos?


Tiempo de juzgar a los muertos
Entonces dice algo más que incluye la séptima trompeta. “Tu ira ha venido, (eso se refiere a las copas de la ira) y el tiempo de juzgar a los muertos”. ¿Quiénes califican para la primera resurrección? ¿Quiénes se quedan esperando la segunda resurrección después del Milenio para juicio? todo está incluido en la séptima trompeta. “El tiempo de juzgar a los muertos, (también el tribunal de Cristo: ¿qué galardón o corrección tendrán los hijos de Dios? No solamente ellos, dice) y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, (los profetas es como si fueran los vencedores; los santos la generalidad de los creyentes) y a los que temen tu nombre”. Miremos esta frase: “los que temen tu nombre”; son aquellos que oyen el evangelio eterno. Temed a Dios que ha creado los cielos y la tierra. Los temerosos de Dios son los que formarán aquellas naciones que sobrevivirán al Armagedón, entrarán en el Milenio y sobre ellos reinarán con vara de hierro los vencedores cristianos; todo eso está incluido en la séptima trompeta. Y dice: “los pequeños y los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”. Significa que Dios aquí hace responsables a los hombres, especialmente a algunos, de destruir la tierra. Cuántas cosas ahora ecológicas, ¿verdad? Y no solamente el aspecto ecológico, sino incluida la tierra y sus moradores, incluida la gran ramera que emborracha a la gente, todo el juicio, la destrucción de los que destruyen la tierra; la consumación, digamos, de la gran tribulación, también a dónde van a parar los que en el juicio salen mal, los que van al lago de fuego en el juicio del trono blanco; todo eso es una destrucción no sólo del cuerpo, sino definitiva y total en el lago de fuego. Todo eso está incluido en la séptima trompeta. Detengámonos un poquito más en el verso 18 y miremos esto que dice: “el tiempo de juzgar a los muertos”. Aquí esta es la séptima trompeta.

Vemos que 1 Corintios 15 nos habla de lo mismo. Leemos 1 Corintios 15:51 y siguientes: “51He aquí, os digo un misterio: (dentro del catálogo de los misterios de Dios, existe este misterio de la final trompeta, la final es la séptima) No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; (no a la primera trompeta, no a la segunda trompeta, no a la tercera trompeta, no a la cuarta trompeta, no a la quinta trompeta, sino a la final trompeta, a la séptima trompeta) porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”. Por eso dice: en la final trompeta, la que consuma el misterio de Dios; no es la primera, no es antes de la tribulación; ya pasó la primera, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta; la séptima trompeta es el tiempo de juzgar a los muertos y dar el galardón, no antes. La final trompeta es cuando resucitan los muertos y los creyentes vivos son transformados; por eso dice: “En un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”; la final, no antes de la primera; en la séptima; ese es el tiempo; “a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”. Nos damos cuenta de que aquí la palabra dice que la resurrección de los muertos y la transformación de los creyentes para ser arrebatados es a la final trompeta; por eso dice 1ª a los Tesalonicenses que no precederemos a los que durmieron; el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios... Esa trompeta está incluida en la séptima; con trompeta de Dios descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero; luego nosotros los que quedemos seremos arrebatados juntamente con ellos para recibir al Señor en el aire; o sea, eso es para la final trompeta, la séptima trompeta. No hablaban ni Jesús ni Pablo de un arrebatamiento antes; la final trompeta es la séptima; cuando ya han pasado los juicios de las seis primeras.


Galardón para los siervos de Cristo
Entonces dice otra vez la séptima trompeta en Apocalipsis 11:18: “Y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón”. ¿Cuándo es que el Señor da el galardón? Vamos a Mateo 16, primeramente, y luego a Apocalipsis al final. Mateo 16:27 dice: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces (no es antes, es entonces cuando vendrá; no en secreto, en la gloria de su Padre con sus ángeles) pagará a cada uno conforme a sus obras”. Significa que el Señor galardona en Su venida, en Su venida gloriosa.  Ustedes recuerdan que eso también lo dice así en Apocalipsis 22:12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Vemos que el Señor va a recompensar a sus hijos, por medio del tribunal de Cristo.
Respecto del tribunal de Cristo, dice 2ª a los Corintios que todos compareceremos ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de lo que hayamos hecho mientras estábamos en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Leámoslo. 2 Corintios 5:10: “Porque es necesario que todos nosotros (aquí ya no se refiere al mundo entero sino a los creyentes cristianos, nosotros) comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. Si alguno hace lo bueno, recibe algo bueno; pero si hace algo malo, ¿qué va a recibir en el tribunal de Cristo? Su galardón no va a ser completo, va a sufrir pérdida, como dice: “13La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá, (habla del verbo sufrir y habla de pérdida, pero no de la salvación) si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”. “Sufrirá” es sufrimiento, pérdida es pérdida del completo galardón, si bien el mismo será salvo así como por fuego; es salvo por fuego, pero sufre pérdida en el tribunal de Cristo el creyente cuyas obras se quemen; es delicado, ¿verdad?

Juicio a los sobrevivientes de Armagedón
La séptima trompeta incluye el galardón a los profetas, a los santos y a los que temen Su nombre. El galardón a los profetas y a los santos es en el tribunal de Cristo. En el tribunal de Cristo es que se dará el galardón; pero luego el Señor viene en Su gloria, y dice en Mateo 25 que  cuando el Señor Jesús venga en Su gloria se sentará a juzgar a las naciones; las naciones son las que temen el nombre de Dios, son las personas que ayudaron a los pequeñitos del Señor, les dieron agua para beber, pan para comer, los vistieron, estaban enfermos y los curaron; estas son las naciones. Mateo 25:31: “31Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32y serán reunidas delante de él todas las naciones”. Ya no se refiere al tribunal de Cristo para premiar o corregir a los siervos cristianos, sino que ahora se refiere juzgar a las naciones. Los que sobreviven al Armagedón son sometidos a juicio en el inicio del Milenio. El Señor reinará desde el inicio y también durante el Milenio, inclusive los vencedores. Al que venciere se le dará autoridad sobre las naciones y las regirá con vara de hierro. Y a los que se sienten a reinar se les dio facultad de juzgar; o sea, ese juicio es también durante el Milenio por parte de los vencedores cristianos de la Iglesia; pero ¿sobre quiénes reinarán? Sobre las naciones, o sea, los temerosos de Dios; entonces el galardón para la iglesia es en el tribunal de Cristo, pero el galardón para los temerosos de Dios, para las naciones, es cuando el Señor venga y establezca su trono para reinar en el Milenio. Por eso dice allí: “31Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, (cuando venga y ya ponga aquí sus pies) y todos sus ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino (o sea que ellos entran al Milenio, pero ¿quién reinará sobre ellos? Los vencedores de la Iglesia) preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mi.

37Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, (son su Iglesia, ¿ven? Los vencedores) a mí lo hicisteis”. ¿Por qué? porque son el cuerpo de Cristo; lo que hicisteis con el cuerpo de Cristo, lo hicisteis con Cristo. Cuando Pablo perseguía a los cristianos, el Señor le dijo: ¿Por qué me persigues? Y lo que hacemos aquí a alguien del cuerpo de Cristo, el Señor lo considera como que se lo hacemos a Él.


Cuánta delicadeza tenemos que tener con nuestras palabras, con nuestras reacciones, con nuestras actitudes, porque el Señor toma como hecho a Él, lo que se le hace a un miembro donde Él está incorporado. “41Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno (¡uy! Aquí los de las naciones que no hayan tratado bien al cuerpo de Cristo, van al lago de fuego) preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46E irán éstos al castigo eterno, (al lago de fuego) y los justos a la vida eterna”. Entonces éste es el momento de dar el galardón a los que temen su nombre, los temerosos de Dios, las personas que sobrevivirán al Armagedón y constituirán las naciones sobre las que reinarán los vencedores de la Iglesia.


El tiempo, pues,  de juzgar a los muertos
Volviendo allí a Apocalipsis 11:18, dice: “18Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido”. Ya sabemos que esa frase, “se airaron las naciones,” se refiere a la reunión contra Jerusalén, contra los judíos, contra los cristianos, contra el Cordero, contra Dios; “y tu ira ha venido”, se refiere a las copas de la ira; “y el tiempo de juzgar a los muertos”, todo esto es la séptima trompeta. “El tiempo de juzgar a los muertos”. ¿Cuáles muertos van para la primera resurrección? Bueno, tales. Ahora, en el tribunal de Cristo, ¿qué hereda cada uno? Luego ¿que sigue? El reino para juzgar las naciones. ¿Quiénes heredan el reino para que sobre ellos reinen los vencedores de la Iglesia? ¿Cuáles van al lago de fuego de los que quedan al tiempo final? Pero después viene el juicio final y todos los muertos, no ya los que estaban en el Milenio, sino todos los demás, los que estaban en el Hades, en el mar, en la muerte, serán presentados en el trono blanco, y los que no estén en el libro de la vida, van al lago de fuego, también Satanás; la bestia y el falso profeta van al lago de fuego cuando el Señor venga; es decir, los que estrenan el lago de fuego son la bestia y el falso profeta, y después los de las naciones perversas también, y después todos los demás de las demás épocas que van a ser juzgados. Entonces dice. “Y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, los pequeños y los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.

El templo de Dios abierto en el cielo
“19Y el templo de Dios fue abierto en el cielo”. Acordémonos de que cuando Moisés hizo el tabernáculo, a él se le dijo: Mira, Moisés, hazlo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte. El Señor le dio a Moisés una revelación en el monte, de lo real, y Moisés entonces en figura de lo que él vio en el monte, diseñó el tabernáculo terrenal, cuyo diseño pasó después al templo con más detalles. El templo natural y el tabernáculo natural son un modelo del celestial; existe un templo celestial. Vamos a ver eso en Hebreos  9:24, que dice: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, (en la figura que hizo Moisés y luego Salomón, y luego Herodes) figura del verdadero, (noten que hay un templo que es figura, que es el natural, y uno verdadero que es donde entró Cristo) sino en el cielo mismo (es el templo del cielo al que se refiere aquí Apocalipsis) para presentarse ahora por nosotros ante Dios”.

Este santuario del cielo que dice Hebreos 9:24 es el mismo que dice acá Apocalipsis 11:19: “El templo de Dios fue abierto en el cielo”. De él también se habla en Apocalipsis 15:5: “5Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; (éste es el del cielo) 6y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas”. Significa que este templo del cielo fue el que se le mostró a Moisés, y conforme a ese modelo, él hizo el tabernáculo; después se hizo el templo, ¿amén? Entonces ese es el templo del cielo; no estamos hablando de la Nueva Jerusalén, donde en ella no habrá templo; ella estará en la nueva tierra; la Nueva Jerusalén no tiene templo porque el templo es Dios mismo y el Cordero, y nosotros también somos Su templo; pero aquí no está hablando de la Nueva Jerusalén en la nueva tierra, sino del actual templo de Dios en el cielo que vio Moisés, y del que él hizo el modelo en el tabernáculo; entonces ese es del que habla Apocalipsis 11:19 y 15:5, y Hebreos 9:24.


“19Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo”. La que sirvió de modelo a Moisés para hacer el tabernáculo, se veía en el templo; es decir, estas cosas celestiales nos hablan de la consumación de la formación de Cristo en la Iglesia.


El arca del pacto: analogía de Cristo formado en la Iglesia
El arca del pacto en el templo es una analogía de Cristo formado en la Iglesia. Por eso dice: al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí; o sea que el Señor une el cielo con la tierra. Eso fue lo que le dijo a Jacob acerca de Bet-el, y en el tabernáculo de Moisés, el tabernáculo de reunión y arca de la alianza; el cielo con la tierra, lo celestial en lo terrenal; lo terrenal en lo celestial. El templo de Dios, el arca del pacto, pero también Cristo formado en la iglesia, la Nueva Jerusalén, la esposa del Cordero teniendo la gloria de Dios; todo eso es análogo lo uno a lo otro.

Anuncia el terremoto de la séptima copa
La gloria de Dios en la Nueva Jerusalén es análogo al arca del pacto en el templo, pero ahora a la vista; hasta aquí esto estaba oculto, pero ya es la séptima trompeta. Lo que estaba en el corazón de Dios es abierto, entonces dice: “19Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo (no dice en qué momento, pero es en la séptima trompeta) relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”. Claro, este terremoto no es en la Nueva Jerusalén, no es en el nuevo cielo, ni en la nueva tierra.

¿Cuándo es este terremoto y este grande granizo de la séptima trompeta? En la séptima copa; la séptima copa que consuma la ira de Dios es con un terremoto cual nunca lo hubo, y grandes y tremendos granizos con el peso de un talento cada uno.


Vamos a ver cómo termina la séptima copa en Apocalipsis 16:17: “17El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, (aquí está el templo del cielo) del trono, diciendo: Hecho está. 18Entonces hubo relámpagos (es lo que decía también allí en la séptima trompeta) y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. 19Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. 20Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados (ese es el terremoto de la séptima trompeta, que es el mismo de la séptima copa). 21Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo (ahí está el granizo de la séptima trompeta que se cumple en la séptima copa) como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”. Vemos que la séptima copa está incluida en la séptima trompeta; la séptima trompeta consuma el misterio de Dios, y por lo tanto resumiendo, abarca: Armagedón, venida de Cristo, tribunal de Cristo, juicio de las naciones, Milenio, la rebelión de Satanás después del Milenio con las naciones, el juicio del trono blanco, cielo nuevo, tierra nueva y Nueva Jerusalén; ahí se consuma el misterio de Dios en los días de la voz del séptimo ángel, ángel de las trompetas, ángel celestial.


Aquí termina, pues, la primera parte de Apocalipsis; ya de aquí en adelante es cuando vuelve a profetizar otra vez sobre las cosas anteriores, pero aquí se consuma el misterio.


Vamos a terminar por aquí. Demos gracias al Señor. ☐

2 comentarios:

  1. excelente exposicion, muy bueno, gloria a Dios

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  2. Gracias Hermano Diso le bendiga muy buena enseñanza, y blog te animo sigue adelante

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