lunes, 3 de enero de 2011

LA TERCERA TROMPETA

LA TERCERA TROMPETA


"Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas". Apo. 8:10.

La caída de un gran astro
Vamos a continuar en el Libro del Apocalipsis que estamos estudiando. Estamos en la sección de las trompetas, y hoy nos corresponde la tercera trompeta. La tercera trompeta está descrita en el capítulo 8:10-11. Vamos a hacer una primera lectura de estos versos; realmente es muy poco respecto a lo que de crítica textual ha de decirse con relación a esta traducción de Reina Valera de 1960 que tenemos aquí; así que solamente voy a hacer una lectura lo más cercana posible al griego; por favor, sigan en sus Biblias y noten las pequeñas diferencias en la traducción para que tengan un concepto de lo que en el griego está más explícito. Apocalipsis 8:10-11:  "10Y (esta "y" siempre falta, desde el verso de la primera trompeta, de la segunda y de la tercera, porque esta "y" marca la continuidad) el tercer ángel tocó la trompeta, (o trompeteó (esalpisen); es una sola palabra en el griego) y cayó del cielo un gran astro, ardiendo como antorcha, y cayó sobre el tercio de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 11Y el nombre del astro dícesele el Absinto. (que se traduce Ajenjo) Y el tercio de las aguas se convirtió en ajenjo; (o absinto) y muchos de los hombres murieron de las aguas, porque se hicieron amargas". Este es, pues, el texto de la tercera trompeta, que estaremos con la ayuda del Señor considerando en esta noche.

En primer lugar les recuerdo que esta tercera trompeta, como las que vimos y las que Dios mediante veremos después, todas pertenecen a la apertura del séptimo sello; es decir, la apertura del séptimo sello son las siete trompetas; por lo tanto, aunque estamos estudiando la tercera trompeta, es una parte del séptimo sello. Con el séptimo sello se termina de abrir todo el libro donde está contenido el plan de Dios para colocar todas las cosas bajo los pies de su Hijo. Por lo tanto, las siete trompetas están contenidas en el séptimo sello, como después veremos que las siete copas están contenidas en la séptima trompeta; por lo tanto, el séptimo sello contiene las siete trompetas y las siete copas.


Dice: "Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo un gran astro". Aquí se traduce una gran estrella. Debemos tener presente que en la época cuando el Apocalipsis se escribió no se hacían las distinciones astronómicas actuales, porque la ciencia de la astronomía no estaba desarrollada en ese tiempo, y todos los fenómenos celestes, ya sea de estrellas, ya sea de planetas, ya sea de aerolitos o de meteoritos o de asteroides, eran llamados en general astros; de manera que la palabra "astros" en la Biblia, abarca desde el más pequeño meteorito, una llamada estrella fugaz, o si no, un aerolito, o un asteroide, o si no un planeta, o si no las llamadas estrellas.


Algunas orientaciones sobre los astros
A veces son estrellas binarias, las que a simple vista parecen una, pero en realidad son dos; a veces se ve un punto de luz, y es una galaxia; o sea que no es solamente una estrella; todo eso es llamado "astros"; o sea que la palabra "astros" en el idioma de la Biblia, abarca toda esta clase de cuerpos celestes, no sólo en el sentido actual del siglo XXI, que estrellas son unas enanas blancas, otras azules, otras rojas; y que los planetas giran alrededor de una estrella que es el sol; esos son conceptos que no los había en el tiempo en que se escribió el Apocalipsis; y la palabra "astros" en la Biblia, incluye todas estas cosas. De manera que debemos interpretar en este versículo la palabra "astro" en el sentido que esa palabra tenía en el siglo I cuando el apóstol Juan escribió estas palabras. Si lo vas a interpretar con el sentido del siglo XXI, usted va a hacer diferencia entre una estrella y un planeta. En aquel tiempo los planetas eran considerados estrellas que se movían. Cuando miramos al cielo, muchos niños no sabrán que esas estrellas no son estrellas en el sentido de este siglo, sino planetas; ese que parece rojo es Marte; el primero que aparece más fuerte es Venus; otro que aparece bien fuerte es Júpiter y otro Saturno, que se ven a simple vista como si fueran estrellas. Aquí no sabemos ni siquiera qué espacio hay entre una y otra. Cuando miramos las llamadas "Tres Marías" o el cinturón de Orión, a nosotros nos parece que están una al lado de la otra; realmente hay casi la misma distancia entre la tierra y una de esas estrellas, que entre una y la de al lado; y no están al lado, sino que una está lejísimo; lo que ocurre es que para la vista de la tierra están la una al lado de la otra. Esa es la manera como lo vemos desde la tierra; y realmente para alumbrar sobre la tierra fue que Dios las colocó, ¿verdad? Para alumbrar sobre la tierra Dios sabe como las colocó. Lo que tenemos que entender es que cuando el apóstol Juan escribe el Apocalipsis, la palabra "astro" que se traduce "estrella" en el sentido del primer siglo, esa palabra incluye aún a aquellos cuerpos menores como asteroides. Nosotros le llamamos "asteroides", como para no decirles "astros", pero en aquel tiempo los asteroides cabían dentro de la palabra "astro"; los aerolitos, los meteoritos estaban dentro de la palabra astro y también las grandes estrellas y los quásares, etc.

Entonces cuando dice aquí en Apocalipsis 8:10: "El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo un gran astro", obviamente que no se está refiriendo a una estrella promedio de la vía láctea, que es como el sol; nuestro sol es apenas una estrella promedio entre las estrellas de la Vía Láctea; imagínense caer una estrella promedio de la Vía Láctea sobre la tierra. ¿Sería un poco difícil de entender, verdad? Pero como en aquel tiempo hasta las llamadas estrellas fugaces eran llamadas astros, entonces se refiere sí a una especie de asteroide. Lo que hoy le llamamos asteroide cabe dentro de la palabra "astro"; no lo podemos llamar meteorito, porque aquí dice "grande astro"; entonces si cae a la tierra quiere decir que es un asteroide específico que cae a la tierra; porque dice: "Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo...". Cuando la vez pasada estudiamos la segunda trompeta, dice que una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada al mar; no dice la procedencia, no dice que es del cielo, pero aquí en cuanto a este asteroide, llamado Absinto, sí dice que proviene del cielo; o sea que nosotros sabemos que existen muchos asteroides sobre la tierra; entre Marte y Júpiter está el cinturón de asteroides; parece que fue un planeta antiguo que no soportó la presión de la gravitación de parte de Júpiter y de Marte, y no se ha podido formar, y está un círculo de asteroides donde debiera ser la órbita de un planeta; de allá proceden muchos hacia Marte. Marte está lleno de cráteres; y también vienen hacia la tierra. De hecho, la vez pasada Yajaira me dio una hoja de periódico donde los científicos están esperando algunos que están por caer; uno como de dos kilómetros de grande está viniendo hacia la tierra. También sabemos que cuando los cometas pasan cerca de la tierra, ellos a veces pasan cerca al sol y a veces se alejan; ellos giran en una elipse bien pronunciada; entonces las colas de ellos tienen piedras congeladas, y todas esas cosas y estos fenómenos suceden.

Hay un científico llamado Emanuel Velikoski, que escribió un libro que se llama "Mundos en colisión", donde él estudia todas las informaciones antiguas de fenómenos cósmicos que han afectado la tierra, y que vale la pena tener en cuenta. Parece que esta tercera trompeta es una invasión de un asteroide a la tierra; cae a la tierra; esa es una cosa grande, porque dice que un gran astro ardiendo como antorcha; quiere decir que es como si al entrar, la fricción forma esa cola. Por eso dice: "como una antorcha", la palabra es "lámpara" en el griego, pero se puede traducir "antorcha"; y dice: "y cayó sobre el tercio de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas".


Un asteroide amargo
Sobre este aspecto del tercio de los ríos o la tercera parte de los ríos, que es una sola palabra en griego, "tercio", vamos a estudiarlo en la parte final de hoy; pero antes vamos a adelantarnos un poco respecto al nombre de la estrella y al sentido de esa palabra. Dice: el nombre del astro, que es el Absinto, tiene en el griego, el artículo, es un nombre propio; se le dio un nombre propio a ese asteroide; el nombre que se le dio fue "el Absinto". Absinto es la palabra que se traduce Ajenjo, y ustedes saben que el ajenjo es quizá la planta más amarga que se conoce; se le llama ajenjo macho o ajenjo mayor; se le llama también absento o absintio o absenjo o ajenjo; son distintos nombres; es una planta muy amarga. Gracias a Dios que Él la creó, y es un remedio muy amargo; es un remedio, pero es muy amargo; es un remedio amargo. Desde la antigüedad usaban el ajenjo para espantar los mosquitos porque la misma amargura no permitía a los mosquitos acercarse; inclusive en la Edad Media, cuando escribían los libros antiguos, mezclaban ajenjo en la tinta para que los ratones no se comieran los libros; porque era tan amargo que los ratones no se lo podían seguir comiendo. Hoy en día se usa el ajenjo en infusiones para tratar, por ejemplo, las constipaciones, la mala digestión; incluso las personas débiles son fortalecidas; expulsa las toxinas; o sea, lo amargo, aunque es un trago duro, sin embargo es útil; es un remedio amargo pero es útil; aleja los mosquitos, aleja los ratones, aleja las toxinas, alivia las constipaciones, la mala digestión y revitaliza las personas; es amargo, pero sirve de algo. Vamos a ver por qué Dios escogió que a esa estrella, ese astro, digámoslo en el sentido del siglo I, o sea, a ese asteroide en el sentido del siglo XXI, ¿por qué se le puso ese nombre Absinto? y ¿qué significa absinto en la Biblia? Absinto, que es la palabra griega que se traduce ajenjo, aparece varias veces en la Biblia, y vamos a hacer el seguimiento de las veces en que esa palabra aparece en la Biblia, para que entendamos mejor el sentido en Apocalipsis.

La raíz que produce hiel y ajenjo
Vamos a ver los versículos que en la Biblia hablan de ajenjo; porque ustedes saben que Apocalipsis es el libro donde están todas las terminales de la Biblia. Usted toma un versículo y ese versículo le trae todos los demás que tratan de eso en la Biblia. Vamos a comenzar por la primera vez que aparece la palabra "ajenjo" en la Biblia; está en Deuteronomio 29:18. Vamos, pues, a hacer ese seguimiento. Dice el Señor: "18No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahveh nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, 19y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed". El Señor dice aquí en esta palabra que es el pecado del hombre la raíz que produce hiel y ajenjo. El ajenjo es algo amargo, muy amargo, quizá la planta más amarga que se conoce. Dios utiliza la amargura de esta planta para simbolizar lo que produce el pecado del hombre; produce tristeza en el corazón de Dios y también amargura entre los hombres. Aquí en este versículo habla primeramente de la amargura en relación con Dios. Cuando hay idolatría, cuando se sirve a otras cosas y no al Señor, cuando el hombre insiste en pecar pensando que le va a ir bien a pesar de que Dios ya dio advertencias, Dios dice que esa es una raíz que produce hiel y ajenjo.

Esta misma "raíz que produce hiel y ajenjo" la utilizó Lucas en la epístola a los Hebreos 12:15. Lucas tenía presente la expresión que acabamos de leer en Deuteronomio. "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados". Miren una característica de la amargura: La amargura contamina.

Primeramente el no estar bien con Dios es el origen de la hiel de amargura, pero esa amargura no se queda en la persona; la persona que está amargada vomita su amargura y contamina a los que lo tocan; si la persona está con una molestia, esa molestia se convierte en la molestia de cinco, y la de cinco se convierte en la molestia de veinte, y la de veinte se convierte en la molestia de cincuenta, porque la raíz de amargura contamina; porque ha habido amargura en la tierra que contamina, vendrá amargura del cielo que contamina las aguas también.


El ajenjo en nuestras relaciones interpersonales
Vamos a ver otros pasajes que hablan aquí del ajenjo en relación con la amargura. Vamos a Proverbios 5:3,4, donde aparece también el ajenjo en relación horizontal. En Deuteronomio está el ajenjo en relación vertical: Dios y el hombre; en Proverbios está el ajenjo en relación horizontal: entre hombres. Y dice así el capítulo 5: "3Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite; mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos". Aquí aparece ya el ajenjo en las relaciones interpersonales indebidas.

Vamos a ver otros versos donde aparece también la palabra "ajenjo". Vamos a ver Amós 5:7; miren como habla Dios: "7Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, 8buscad al que hace las Pléyades y el Orión", etc. Noten que aquí aparece la palabra "ajenjo", en relación a la amargura que provoca la injusticia; la injusticia provoca amargura. Cuando no se le da a cada cual lo que le corresponde, cuando hay parcialidad, cuando hay egoísmo, cuando hay intereses privados que tuercen la justicia, eso produce ajenjo. Por eso dice aquí: "los que convertís en ajenjo el juicio"; cuando no se hace justicia como debe ser, eso también produce ajenjo. Aquí vemos el ajenjo en el sentido horizontal, también en las relaciones interpersonales.


Pasemos a Amós 6:12: "¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo?" Miren cómo dice Dios: "¿Correrán los caballos por las peñas?" No, los caballos tienen que andar por el camino, pero si andan por las peñas, o como dice aquí más adelante, o "¿Ararán en ellas con bueyes?" ¿Acaso los bueyes van a arar en las peñas? No, cada cosa tiene su lugar; el caballo tiene en donde correr, los bueyes tienen donde arar; si no se hacen las cosas como deben ser, entonces quiere decir que hay injusticia; por eso dice: "¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno y el fruto de justicia en ajenjo?" Quiere decir que cuando no se hace justicia es como hacer arar al buey en la piedra o hacer cabalgar al caballo por donde no hay camino. Así es como Dios lo considera; eso provoca amargura. Solamente miremos nuestras experiencias diarias; cuando alguien no hace justicia con nosotros, ¿verdad que nos amarga la vida? Igualmente nosotros amargamos la vida de otros cuando no hacemos justicia. Entonces el hombre es el que produce amargura delante de Dios y para los otros hombres; así está en Deuteronomio en el sentido vertical, y lo hemos visto en Proverbios y aquí en Amós en el sentido horizontal. Por eso Dios permite que haya también ajenjo para los hombres. Cuando el hombre no es justo con Dios, es decir, produce raíz de hiel y de ajenjo, y tampoco tiene sus relaciones debidas en el sentido horizontal, también convierte la justicia en ajenjo, entonces Dios también castiga con ajenjo a los que convierten en ajenjo la justicia.


El castigo con ajenjo

Vamos a ver ese castigo con ajenjo, primeramente en el libro de Lamentaciones 3:15,19. En el 15 Jeremías está representando los gemidos de la hija de Sión por la reprensión de Dios. Dios castigó a Israel por no haber sido fiel ni a Dios ni entre ellos mismos, porque Israel convirtió en ajenjo su relación con Dios y su relación con los demás; entonces Dios lo corrigió y en el tiempo del castigo, Jeremías, aquel profeta llamado "llorón" porque lamentó mucho, escribió estas lamentaciones, y él dice así en el versículo 15: "Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos". Dios también le llama ajenjo a la corrección. El verso 19 dice: "Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel". Acuérdate. Entonces estos versos nos hablan del ajenjo.


Pero ahora quiero llamarles la atención a unos versos en los cuales Dios promete que juzgaría con ajenjo; por eso no es extraño encontrar en la tercera trompeta que Dios permite que caiga una estrella del cielo a las aguas y esa estrella se llama "Ajenjo" y amarga las aguas, de tal manera que algunos hombres mueren de las aguas amargas. Vamos a ver que Dios castigaría con ajenjo. Empecemos por Oseas 10:4. Aquí dice Dios las razones por las cuales viene ajenjo sobre la tierra; dice así: "Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto". Noten, este perjurio es contra Dios y es un engaño a los hombres; aquí hay pecado contra Dios y hay pecado contra los hombres; entonces dice: "Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, (miren la razón de Dios; por eso, porque uno dice: Señor, ¿por qué vas a permitir esa tercera trompeta? ¿Por qué es que va a caer un asteroide como Absinto? Aquí dice por qué) el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo". El juicio florecerá; cuando dice "florecerá" quiere decir que la trompeta no es todavía la consumación; es apenas la infloración, es el inicio, "el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo"; ¿por qué? porque los hombres han perjurado y han engañado. Dice: "Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo".


Pasemos ahora al profeta Jeremías y vamos a ver allí dos porciones en este respecto. La primera está en el capítulo 9:13-15; miremos ahí las razones de Dios; siempre que estamos viendo estos juicios, vemos las razones de Dios. Él no hace nada sin razón: "13Dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella; 14antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres. 15Por tanto, (ahí están las razones de Dios) así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber agua de hiel".

Dios da la razón; ¿por qué razón? Por apartarse de Dios y seguir a los baales, es decir a Belcebú; por eso dice: "les daré a comer ajenjo, y les daré a beber agua de hiel".


Ajenjo para los falsos profetas
 Sigamos en Jeremías 23:15; aquí el contexto es la falsa profecía, los falsos profetas; por causa de que los falsos profetas cometen injusticia, hacen sufrir al que es inocente y justifican al que es culpable, porque en vez de hablar palabra de Dios, hablan lo que se les ocurre a sus propios corazones y se lo atribuyen a Dios, por eso viene ajenjo. Dice: "15Por tanto, (es en el contexto de la denuncia de los falsos profetas en Jeremías 23) así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque (ahí está la razón) de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra". Cuando hay esos abusos misticoides que no son fieles al Señor, sino que son manipulaciones, muy fácilmente la gente manipula atribuyéndole a Dios cosas que son del hombre. Yo he conocido casos donde por profecía le decían: Hermano fulano, usted tiene que entregar su piano para la obra del Señor; pero es que el piano no es mío, es de mi tía; entonces venía otra profecía: dile a tu tía que entregue su piano. ¿Se dan cuenta hermanos? Son manipulaciones, solamente un ejemplo entre muchísimos; entonces ¿qué provoca eso? Ajenjo, les daré a comer ajenjo. Hermanos, vimos claramente lo que es el ajenjo; el ajenjo es la injusticia del hombre contra Dios y en sus relaciones interpersonales; esa es la raíz de toda hiel y ajenjo; eso llama el ajenjo del cielo. Como dicen: un clavo saca otro clavo; o sea, el remedio para el ajenjo de los hombres es el ajenjo que cae desde el cielo; es un remedio amargo; pero la intención de todas estas trompetas es conducir al arrepentimiento; es un remedio; el ajenjo es un remedio amargo, pero remedio; remedio, pero amargo.

Los ríos afectados por Ajenjo
Volvamos a Apocalipsis 8:10: "Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo un gran astro, ardiendo como antorcha, y cayó sobre un tercio de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas". Ya vimos a dónde cae este astro. Dice: "cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas". Dios ya había prometido que su juicio afectaría los ríos. Vimos que en la primera trompeta, cuando se habló del granizo, ya Dios lo había prometido; en la segunda trompeta, cuando se habló sobre convertir las aguas en sangre y juzgar los peces del mar, ya lo había prometido; y aquí en la tercera trompeta que también es un juicio sobre los ríos, así como la primera plaga en Egipto fue sobre los ríos también, así la tercera trompeta afecta los ríos como Dios ya lo había prometido; y vamos a ver esa promesa del juicio de Dios sobre los ríos en el Antiguo Testamento, viendo su cumplimiento en la tercera trompeta.

Vamos al libro de Habacuc 3:3-8. Ustedes saben que ese pasaje de Habacuc es un pasaje profético que habla de una visión que tuvo Habacuc sobre la segunda venida de Cristo. Habacuc capítulo 3 nos habla de la segunda venida de Cristo. Vamos a leerlo desde el versículo 3, aunque vamos a llegar al verso 8; pero para que veamos el contexto del juicio de Dios sobre los ríos en el contexto de la venida de Cristo, dice así: "3Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. 4Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder". Esa fue la visión que tuvo Habacuc. "5Delante de su rostro iba mortandad, y a sus pies salían carbones encendidos. 6Se levantó, y midió la tierra; miró, e hizo temblar las gentes; (ya después estudiaremos más detalladamente lo de ese terremoto mundial) los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. 7He visto las tiendas de Cusán en aflicción; las tiendas de la tierra de Madián temblaron". Miren cómo comienza el verso 8 en el contexto de la venida de Cristo visto por Habacuc: "8¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? (y vuelve y repite) ¿Contra los ríos te airaste?" ¿Donde? La primera es la tercera trompeta y la segunda es la tercera copa; en la tercera trompeta y en la tercera copa el juicio de Dios es tocando los ríos, y aquí dice claramente: "¿Te airaste Jehová, contra los ríos?" o sea que Habacuc vio el juicio de Dios sobre los ríos; dice de pronto: "¿Te airaste Jehová, contra los ríos?", pero no solamente vio el de las trompetas, sino el de las copas que también en la tercera copa, que es la consumación de lo que inicia la tercera trompeta, es también sobre los ríos; entonces dice dos veces:

"¿Contra los ríos te airaste?" Vemos la ira del Señor sobre los ríos. Cuando habla en la tercera trompeta es solamente una tercera parte de los ríos, pero en la tercera copa es los ríos en general. Hoy estamos deteniéndonos en la consideración de la tercera trompeta; entonces vamos a mirar aquí con más detalle este asunto de los ríos; dice: "la tercera parte de los ríos".


Voy a colocar aquí un mapa en la pared para que ustedes entiendan mejor lo que voy a hablar. Este es un mapa de Sur América. ¿Por qué aparece América y por qué voy a mostrarles Sur América? Fíjense conmigo en el versículo 10; dice que este astro que puede ser un asteroide, que en aquel tiempo bien se le podía llamar astro, cayó sobre un tercio de los ríos y sobre las fuentes de las aguas; el nombre del astro es el Absinto, o sea el Ajenjo; tiene nombre propio con artículo. Y dice: "Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos de los hombres murieron de las aguas, porque se hicieron amargas". Aquí dice la palabra del Señor que aquella estrella, o sea, aquel asteroide llamado Ajenjo, cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.


Las cuencas del Amazonas y el Río de la Plata
Si fuera una lluvia de meteoritos, claro, podríamos pensar: algunos meteoritos caen por acá, otros meteoritos caen por allá, otros caen en la China, otros caen en Rusia, otros caen Australia, otros caen en África, otros en Bogotá, otros en Norte América, en fin; pero aquí no habla de meteoritos, sino de un gran astro; podríamos decirle un asteroide, y cayó sobre la tercera parte de los ríos. Yo al principio no entendía esa frase. ¿Cómo un gran astro va a caer en la tercera parte de los ríos? Hasta que un día pude entender: el mayor sistema hidrográfico de la Tierra está en Sur América, que tiene dos grandes cuencas: la cuenca del Amazonas y la cuenca del Río de la Plata, que aquí en el llamado Pantanal Matogrosense, en la Chapada dos Parecis, allí es donde se separan las dos cuencas: los ríos van hacia la cuenca del Amazonas y los ríos bajan hacia la cuenca del río de la Plata; y esta parte de Sur América es la tercera parte de los ríos de la tierra; no sucede con Asia, no sucede con Europa, no sucede con África, no sucede con la Antártida; sucede con América del Sur. Tengo aquí unos datos; yo ya había hecho este cálculo antes, pero en estos días lo revisé de nuevo cuidadosamente para no decirles mentira. Sumé el kilometraje cuadrado de las cuencas hidrográficas del mundo, y sumé los datos de los ríos mayores de 1.400 kilómetros, que son los que aparecen en las enciclopedias y en los almanaques mundiales, e hice un cálculo; y da la tercera parte en Sur América. Les voy a leer; aquí tengo los datos. Los datos más extensos los tengo en casa porque aquí no habría tiempo de decir el río tal, el río cual; pero lo hice; me tomé el tiempo para medir las cosas, sumar. Las cuencas fluviales del resto del mundo, sin incluir Sur América, son 45.007.117 kilómetros cuadrados; las cuencas fluviales de Sur América son: 13.030.290 kilómetros cuadrados; o sea, si usted divide los cuarenta y cinco millones en tres, le da casi un tercio; pero estamos hablando solamente de las cuencas hidrográficas; los trece millones y pico es casi llegando a los quince, un tercio. Lo cual, alsumar lo de Susamérica y el resto del mundo, daría un cuarto; pero al agregarle lo que correspondería a las cuencas y ríos menores, se puede acercar solo en Sudamérica, al tercio. Pero ahora contando la longitud de los ríos, sumé todos los ríos, los de Europa, los de Asia, los de África, los de Norte América y los de Sur América y miren la cuenta: sumando la longitud de los ríos del resto del mundo sin incluir Sur América, da 147.107 kilómetros de ríos, contabilizando los mayores de 1.400 kilómetros por río. Leo los del resto del mundo para que recuerden la cifra: la longitud de los ríos mayores de 1.400 kilómetros del mundo entero sin incluir Sur América: 147.107; la longitud de los ríos de Sur América: 54.364 kilómetros, la tercera parte; o sea que quizá solamente en Sur América se podría cumplir esta palabra; no hay otro lugar donde caiga un asteroide y afecte unas cuencas hidrográficas como sucedería si cae este asteroide en Sur América. Aunque también una contaminación atmosférica podría contaminar las fuentes de las aguas en muchos lugares. Si al cuarto de Sudamérica en la cuenta toral, se le suman los cálculos de los rios menores no contabilizados, nos podríamos acercar al tercio, pero solamente en América del Sur.

Un viaje fluvial en canoa
Hermano, usted se puede ir en chalupa o en canoa desde Colombia hasta Buenos Aires, Argentina, por río, por el interior de Sur América; no digo por la costa, sino por el interior. Usted lleva su canoita, baja aquí a Villavicencio, va a San José del Guaviare y llega a Calamar; ahí se sube en su canoita en el río Vaupés. Baja por todo el río Vaupés hasta salir de Colombia y llegar al río Negro en Brasil; baja por todo el río Negro en Brasil hasta llegar a la altura de Manaos en el río Amazonas; sigue por el río Amazonas, sube por el río Madeira hasta llegar a Bolivia; sale del río Madeira y toma el río Mamoré, que separa limitando a Bolivia hasta donde tome el río Guaporé; sigue el río Guaporé hasta llegar a la Chapada dos Parecís, que es la que divide la cuenca del Amazonas y la cuenca del río de la Plata; de ese mismo sitio nace el río Paraguay que llega hasta el río de la Plata. De la Chapada dos Parecís salen los mayores afluentes del Amazonas; el Madeira viene y se junta con el Mamoré, que trae al Guaporé desde la Chapada. Varios ríos conforman el río Tapajós y también el río Xingú; aquí en el mapa ustedes lo pueden ver; ahí en ese lugar está después de la bajada de la Chapada dos Parecís, el pantanal Matogrosense, porque ese es un lugar amplísimo lleno de aguas con islotes; cuando es tiempo de enero eso se inunda y abarca muchísimo más; o sea que si usted llega en enero puede llegar por el río Guaporé, tomar el río Barbados y la laguna Rebeca hasta llegar aquí a una parte que se llama Los Petas, que es parte del extremo del pantanal que entra en Bolivia cerca de San Matías; y ahí llega hasta el río Corixá Grande, que es el que divide aquí Bolivia de Brasil; llega hasta la laguna Uberaba y ahí se junta con el río Paraguay; todo eso es el Pantanal Matogrosense; por el río Paraguay sigue bajando hasta llegar al río Paraná. El río Paraná se junta con el río Uruguay y forman el río de la Plata, y llega usted en Canoa hasta Buenos Aires, por el interior.

¿Para qué dije esto? para que usted vea la complejidad del sistema hidrográfico de América del Sur; ningún continente tiene tal cantidad.

El mayor río del mundo, no solamente en caudal, sino en largura, es el río Amazonas; antes pensaban que era el río Nilo y en segundo lugar el Amazonas hasta que hubo un investigador llamado Mckintire; aquí tengo el libro del que escribió esta historia; es una historia, no es una novela; Pedro Popescu escribió la historia: El Amazonas nace en el Cielo; este Mckintire investigó el nacimiento del río Amazonas allá en los Andes donde está lleno de nieve y lleno de nubes, y esa nieve se derrite y forma la laguna Mckintire hasta donde él llegó; y ahí va bajando y comienza el río; el Amazonas mide 228 kilómetros más que el Nilo; hasta el año 1972 se pensaba que el Nilo era más largo, pero desde e 1972 para acá se supo que el Amazonas es 228 kilómetros más largo que el Nilo.


Hermanos, tres millones de toneladas de aluvión diarias deposita el Amazonas cuando llega al Atlántico; eso es una tremenda cantidad; ríos de Colombia como el Putumayo, como el Caquetá, como el Vaupés, y los afluentes de ellos, se extienden al Amazonas; y todos estos como el Madeira, el Tapajós, el Xingú, que son los que recogen toda el agua de la Amazonía, van a dar al Amazonas; y esos últimos ríos descienden de la Chapada dos Parecís, al pie de la cual está el Pantanal Matogrosense de donde salen los otros ríos.


En el centro de Sur América
De manera que un asteroide que caiga en este lugar aquí en el centro de Sur América, en los límites de Brasil, Bolivia y Norte del Paraguay, la ciudad de Puerto Olimpo en el norte de Paraguay, la ciudad de Corumbá en Brasil, la ciudad de San Matías en Bolivia, cercanos alrededor de este Pantanal Matogrosense, si el asteroide cae en la Chapada dos Parecís y cae aquí en el Pantanal Matogrosense, contamina toda la cuenca hidrográfica del Amazonas y toda la cuenca hidrográfica del río de la Plata. Este sistema hidrográfico de Sur América es la tercera parte de los ríos del mundo, si le añadimos a los cálculos también los rios menores a 1,400 kilómetros; en ningún otro lugar donde caiga haría tanto daño porque no abarcaría la tercera parte; la tercera parte de los ríos está solamente en América del Sur; y si cae en este lugar de la Chapada dos Parecís y del Pantanal Matogrosense, contamina la cuenca del Amazonas y la cuenca hidrográfica de La Plata; o sea que, hermanos, lo más probable es que esta estrella llamada Absinto, Ajenjo, caiga en Sur América, porque ¿de qué otra manera podría cumplirse esto? Claro que Dios puede hacer explotar un asteroide y que caiga justo en los ríos, pero si cae este asteroide en este lugar de Sur América, en este corazón que les dije: la Chapada dos Parecis y el Pantanal Matogrosense, contamina las dos cuencas hidrográficas: la del Amazonas y la del río de la Plata, que equivalen a la tercera parte de los ríos del mundo.

Hermanos, esta es una cosa bastante seria que yo se las decía; por eso traje el mapa para que pudieran ver. Mirando otra parte del mundo, usted no encuentra un sistema hidrográfico semejante; solamente la represa Itaipú es la mayor del mundo, que produce más energía hidroeléctrica, y es entre Paraguay y Brasil; luego hay otra, la de Yasiretá entre Argentina y Paraguay; luego otra, la de Corpus Christi en Argentina; son las tres mayores; o sea que un asteroide que caiga en este lugar referido cumple esa profecía. No sucedería lo mismo si cae en Centro América, ni en Norte América, ni en ningún otro continente; sólo sucedería si cae en América del Sur y si cae allá en ese corazón: la Chapada dos Parecís, que es la que divide las dos cuencas. El Pantanal Matogrosense. Este es el lugar donde, si caería, hermanos, contaminaría la tercera parte de los ríos de la tierra.

Entonces, hermanos, es bastante serio. Yo traje aquí la fotografía de satélite del lugar para que ustedes la puedan ver, aunque es difícil interpretarla; de todas maneras vale la pena mirarla. Esta es una fotografía de satélite; esta parte verde que ustedes ven acá es el Pantanal; entra en Bolivia; esta parte es la Chapada dos Parecís, o sea, la parte que separa la bacía del Amazonas y la bacía del Río de la Plata; esta es la parte. Entonces muchos ríos salen para allá y muchos ríos salen para acá; si cae en este lugar, cumple la profecía. Cosa tremendamente seria. No sé de qué otra manera uno podría ver cumplida esa profecía: una estrella contaminando la tercera parte de los ríos. ¿Cómo? ¿Dónde? Solamente así lo he visto; puede ser que otro después descubra algo mejor; hasta ahora es lo que me parece más probable y lo digo así sin dogmatismos, lo digo así. Hay personas que están pensando que la gente puede huir al Brasil; y digo: no necesariamente después de esta profecía.


Entonces dice: "Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo"; la palabra "en" no está en el griego, sino "eis", o sea, hacia ajenjo; es decir, en un proceso gradual. Fíjense en una cosa: si cae esa estrella de ajenjo aquí en el Pantanal y la Chapada, todos los ríos que salen de allí salen contaminados y van contaminando los ríos a donde llegan. El río Guaporé contamina al río Mamoré; el río Mamoré contamina al río Madeiras; el río Madeiras contamina al Amazonas; y lo mismo hace el río Paraguay: contamina al Paraná; el Paraná contamina al Uruguay y los dos contaminan al Río de la Plata. Simplemente vean eso, hermanos.


Entonces dice: "Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas". Recuerden en Mara, cuando Israel venía caminando; no pudieron beber de esas aguas y Moisés colocó aquel árbol figura de la cruz de Cristo y las aguas fueron endulzadas; pero aquí no se habla de que van a ser endulzadas. Leímos en Oseas y Jeremías que Dios castigaría con ajenjo el pecado del hombre; y aquí en la tercera trompeta vemos ese cumplimiento. Entonces, hermanos, oremos que Dios nos guarde. Vamos a terminar aquí. ☐

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