lunes, 3 de enero de 2011

SARDÓNICA

SARDÓNICA


"19Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista". Apo. 17:1.

Múltiples variedades de ónices
Hermanos, abramos Apocalipsis 21:20. Vamos a leer la primera frase del verso 20; dice: "el quinto, sardónica"; el quinto cimiento del muro de la Nueva Jerusalén es sardónica, con el nombre del apóstol Felipe, que es el quinto en todas las listas de los apóstoles que aparecen en la Biblia. La traducción de Reina-Valera dice: "ónice", y la palabra "ónice" está incluida en la palabra "sardónica"; se dice sardonix; la terminación de sardónica es ónice; se le dice: onishy, onikino, ónix, ónice; pero en este caso la palabra exacta que escribió por el Espíritu Santo el apóstol Juan es la palabra "sardónica"; la sardónica es una especie de ónice, sólo que la palabra "ónice" es más general, es más genérica. Reina-Valera en este caso hizo lo contrario de lo que hizo con calcedonia; calcedonia era la palabra genérica en el tercer cimiento, y tradujo con una de las variedades de la calcedonia que es el ágata; y aquí el caso es totalmente al contrario; aquí el Señor se refiere a una especie de ónice que es la sardónica, una de las especies de ónice, porque hay varias especies de ónices; y en este caso el traductor tradujo la palabra más genérica, la palabra más amplia, aunque el apóstol Juan escribió la palabra más específica.

Antes de que entremos en los detalles quisiera decirles que hay varias clases de ónices. Tengo aquí anotada una serie de variedades del ónice. Haré unas descripciones para poder compararlo con la sardónica; es decir, para ver cuál es la variedad sardónica entre las otras variedades de ónice. Existe lo que se llama el ónice de pedrara que es una roca traslúcida blanca y verde, con venas naranjas oscuras, o si no con color ámbar o con color pardo; esa es una de las especies de ónice que se llama ónice de pedrara; hay otro ónice al que le llaman el ónice mejicano que era empleado por los aztecas en los templos de ellos para sus dioses; otro es el llamado Yava ónix que está formado por capas irregulares; el ónice es una piedra compuesta, es una piedra que tiene varias capas, que aparece con varias bandas así como lo era también la calcedonia y el ágata; las piedras ónice son parientes de las piedras calcedonia; de manera que muchas de las cosas que vimos cuando vimos lo relativo a la calcedonia se aplican también al ónice; el ónice es también una piedra criptocristalina fibrosa; cuando estudiamos la calcedonia vimos lo que significaba ser criptocristalina; lo mismo se dice del ónice en general, de todas las variedades de ónice. Hay otro ónice que se llama ónice de Utah, del estado de Utah, que está relacionado con el mármol; el mármol se relaciona con el ónice; hay un mármol ónice y este ónice de Utah es un mármol anaranjado, pero que también es ónice, es otra variedad de ónice; está el ónice de Tirol que también es traslúcido y con venas de color naranja; está el ónice de Java que se forma en las estalagmitas; ustedes ven que en las cuevas, lo mismo que sucedía con la calcedonia, porque éste es también pariente de la calcedonia, empiezan las disoluciones a gotear, y cuando van goteando forman una estalactita, y la parte que cae abajo va subiendo también y forma una estalagmita, y se juntan; a veces esas estalagmitas son de calcedonia, a veces son de ónice, a veces son de alabastro; también la formación del alabastro y del ónice son muy parecidas, y ya ustedes están empezando a entender, si el ónice es pariente del alabastro, y ya tenemos en la Biblia una preciosa historia del alabastro, ya nos vamos acercando al significado espiritual del ónice.

Pero hagamos primero unos comentarios técnicos que nos sirvan después en el aspecto espiritual; hay también un ónice que es de color negro; tengo aquí unas fotos para que los hermanos entiendan más que con muchas palabras; aquí hay una foto del ónice; las que están a la izquierda son ágatas o calcedonias y las que están a la derecha son ónices; en este caso se dieron cuentan de que es bandeado, que tiene bandas negras y bandas blancas; el de abajo es un anillo totalmente de ónice, no sólo una piedra engastada, sino todo el anillo alrededor es de ónice; esa es la piedra ónice, solamente que esta que aparece en la foto es una variedad que tiene el color negro.


El ónice es dócil para trabajarle
Hermanos, les va a parecer raro esto que les digo, pero se los voy a comparar con la Biblia. La Biblia, o sea, Dios, porque lo que está en la Biblia es de Dios, manifiesta una especial predilección por el ónice; hay una especial predilección en la Biblia por el ónice; se le menciona de una manera especial, resaltada, y Dios lo usa también de una manera preferente; solamente cuando entendemos cuales son las propiedades, las características del ónice, es que entendemos por qué el Señor utiliza el ónice de una manera tan preferente, porque el ónice tiene las características de maleabilidad; se deja trabajar mejor que otras piedras. La sardónica que es la que mencionó Juan en el Apocalipsis es un ónice de bandas rojas y blancas; el ónice tiene bandas entre calcedonia y ópalo; el ónice está compuesto por distintas bandas, y esas bandas tienen distintos colores, y forman esos colores a veces como ondas alternadas una con la otra. De todas las piedras, la piedra que más fácilmente se trabaja es el ónice; esa es la principal característica del ónice, es una piedra que se puede trabajar más fácil; otras piedras son más difíciles de trabajar, son más difíciles de tallar, pero el ónice es una de las piedras que mejor se trabaja; en el ónice se puede grabar; en otras piedras es difícil grabar; en el diamante, sólo otro diamante para grabar en el diamante; el diamante graba a los demás, pero el difícilmente es grabado; el diamante raya a los demás minerales, pero él no es rayado; él es usado para rayar, para quebrar, para romper; así se le dice al diamante en el guaraní, itayahai, que quiere decir piedra que rompe; sin embargo, lo contrario del diamante es el ónice; el ónice es una piedra maleable sobre la cual se puede grabar; por lo tanto, no es extraño que Dios manifieste su preferencia en la Biblia por el ónice.

El ónice representa la disposición del hombre
Voy a mostrarles unas referencias con algunos versículos. Vamos inicialmente al libro del Génesis; la primera piedra preciosa que aparece en la Biblia, es precisamente el ónice. Entre las piedras preciosas, entre los minerales preciosos, la primera que se menciona es el ónice. Vamos a Génesis 2:10: "2Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos". Este es un río de vida que riega el huerto del Edén; lo que encontramos en Génesis lo volvemos a encontrar después en el Apocalipsis; en Génesis encontramos el río; en Génesis encontramos el árbol de la vida; en Apocalipsis, en la Nueva Jerusalén encontramos también el río, también el árbol de vida; en la Nueva Jerusalén encontramos las piedras preciosas; y también el río en el Génesis nos lleva a donde están las piedras preciosas, al describir el resto de los brazos del río.

"11El nombre del uno (es el primero que menciona) era Pïsón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; (es interesante cómo el Espíritu Santo le hace escribir a Moisés que ese río lleva hacia una tierra y rodea a una tierra donde hay oro) 12y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice". El bedelio es una resina que se hace preciosa; hay piedras preciosas de origen vegetal, como hay piedras preciosas de origen animal y piedras preciosas de origen mineral; estas piedras preciosas de origen animal son el marfil, la perla y el coral; las piedras preciosas de origen vegetal son el azabache, también el ámbar y el bedelio; el bedelio es una resina; es un árbol que cuando tú lo hieres segrega una resina que después se endurece y llega a ser una piedra preciosa que es el bedelio; y aquí menciona una piedra preciosa proveniente del reino vegetal; aquí no menciona nada del reino animal porque no era necesaria todavía la redención, porque no había acontecido la caída. El bedelio ya no aparece en la Nueva Jerusalén; ¿por qué? porque ya hubo caída, tuvo que haber la muerte de un Cordero; en cambio el ónice sí aparece; la primera piedra preciosa del reino mineral que aparece en la Biblia es el ónice; aparece el oro, como quien dice, el oro, la naturaleza divina; en el medio aparece el bedelio y al final aparece el ónice. Dios está sintetizando con esos tres ejemplos Su plan. Dios provee de Su parte el oro, la naturaleza divina; nosotros tenemos que proveer lo que provee el ónice: la maleabilidad; y entre el oro y el ónice está el bedelio que es aquella relación que en aquel tiempo era de tipo vegetal; el hombre estaba en el jardín del Edén, podía comer del árbol de la vida, no le había sido prohibido; después del pecado le fue prohibido y fue necesaria la muerte del Cordero para que haya otra vez comunicación; de todas maneras el bedelio ya estaba como preanunciando la necesidad de la redención porque el bedelio se produce al herir el árbol, entonces segrega aquella resina que se endurece y llega a ser precioso que es el bedelio: aparece entre el oro y el ónice; el oro es lo que hace Dios, lo que Dios provee; el ónice es la maleabilidad que debe tener el hombre. Noten que el río que le provee aguas al hombre es el mismo río que lo lleva a lo precioso; el río que le da de beber al hombre es el río que lo conduce a donde va a encontrar materiales con que Dios habla, porque estos materiales tienen significado en la Biblia; el oro nos habla de la naturaleza divina; por eso aparece el arca cubierta de oro por dentro y por fuera; aparece en el candelero y aparece en otros de los instrumentos del templo; de manera que cuando el río que nos da de beber en el jardín del Edén nos lleva a donde hay oro, es como Dios queriendo conducir al hombre a Su propósito. "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza"; claro, para que el hombre sea a la imagen de Dios, Dios tiene que morar en el hombre, tiene que configurarse en el hombre; pero para que Dios viva en el hombre el hombre tiene que recibir a Dios y tiene que dejarse configurar a la imagen de Dios; de manera que el oro representa la naturaleza de Dios; el ónice representa la disposición del hombre, y el bedelio significa la relación de trabajo entre los dos, así como Cristo es mediador entre Dios y los hombres; Cristo es el árbol de la vida que segrega lo precioso, que es el que pone en relación a Dios con el hombre.


La piedra primera que aparece es el ónice; ahí está incluida lógicamente la sardónica, que es una de las especies de ónice; la sardónica es un ónice con rojo y blanco, porque el sardio es rojo; por eso el ónice se llama sardónica o sardónice, o sea un ónice con bandas rojas con blanco; todo lo que se aplica al ónice se aplica a la sardónica, así como lo que se aplica al ágata, se aplica a la calcedonia. En la primera mención no aparece ninguna otra piedra mencionada todavía; sí, después ha de haber distintas piedras que aparecen en el camino, y aparecen en la Biblia muchas piedras; en fin, en el Apocalipsis aparecen también estas piedras; lo que me llama la atención es precisamente esto: que la primera piedra que aparece es el ónice; Dios nos está hablando. Hay otros versos donde también el ónice es resaltado sobre otras piedras preciosas.


Ónice y otras piedras preciosas en el templo
Vamos a ver otros versículos donde se nos habla del ónice. Voy a saltarme los del Éxodo y voy a ir a 1 Crónicas 29. Vamos a leer los primeros versos; al mirar contexto, vemos que desde el capítulo 28 dice que Salomón sucede a David. ¿Quién es Salomón? Salomón es el hijo de David. ¿Qué tenía que hacer Salomón? Edificar casa para Dios. Dios le había dicho a David: David, tú has derramado mucha sangre, tú no me edificarás casa, pero tú hijo que nacerá de ti, él sí me edificará casa. Significa que Salomón es una figura del verdadero Hijo de David que es Cristo, y el templo que edificó Salomón es una figura de la Iglesia que es el cuerpo de Cristo. Salomón edificando el templo es una figura de Cristo edificando la Iglesia; entonces en ese contexto, donde David le está pasando instrucciones a Salomón, leemos en el capítulo 29: "1Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; (porque David tenía muchos otros hijos, incluso algunos anteriores, y otros posteriores, pero al que Dios escogió fue a Salomón) y él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Yahveh Dios". Por eso es una obra grande. "2Yo con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; (y ahora empieza a mencionar las piedras preciosas, y la única que menciona por nombre propio es el ónice; las demás las engloba el título piedras preciosas; la única que resalta entre todas y la que es primero mencionada es el ónice) y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia". Esos fueron los materiales que preparó David para la casa de Dios; pero ¿se dieron cuenta de que, así como en el Génesis, ninguna de las otras piedras aparece mencionada por nombre y la única que aparece mencionada después del bedelio, que es de origen vegetal, entre las piedras minerales es el ónice? y ahora aquí está mencionando distintas clases de piedras, menciona diversos colores, menciona preciosas en general, menciona piedras negras que hay de varias clases, pero la única que menciona por nombre y la que menciona en primer lugar, es el ónice. Otra vez aparece aquí el ónice mencionado en primer lugar.

El ónice es maleable y ayuda en el tallado de otras piedras
Dios está mostrando una especial predilección por el ónice. ¿Cuál es la característica del ónice? Es la piedra preciosa más maleable, la que se deja trabajar más, la que se somete, como quien dice, en las manos del artífice para ser labrada, para ser tallada; por eso Dios manifiesta esa preferencia por el ónice. Hay personas que nunca se dejarán tratar por Dios. ¿Recuerdan lo que Dios le dijo a Noé antes del diluvio? Le dijo: "No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre" (Gn. 6.3); significa que el Espíritu del Señor está constantemente contendiendo con el hombre; por eso dice: no contenderá para siempre; Él es el alfarero que está tratando de hacer algo del hombre, pero si el hombre no se deja tallar, si el hombre no se somete al trabajo de Dios, Dios le pone punto final, y dice: no contenderá mi espíritu para siempre. Yo trato contigo pero no eternamente; sólo hasta cierto punto; si tú no te sometes al tratamiento te quedas por la mitad.

Ahora, cuando Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", la piedra preciosa que Dios quiere hacer es el hombre. Hermano, cuando usted ve a un hermano o a una hermana, esas son las piedras preciosas que Dios está haciendo; cada hermano que tú ves es alguien que Dios está trabajando como a una piedra preciosa; pero hay piedras preciosas difíciles de tallar, en cambio el ónice no solamente es la más maleable, sino que les voy a decir otra característica del ónice: el ónice sirve para reforzar a otras piedras que cuando se están tallando se pueden quebrar. Por ejemplo, están tallando el ópalo; para que el ópalo no se quiebre cuando lo tallen, le ponen una lámina de ónice debajo y puede tallarse el ópalo gracias al apoyo del ónice; significa que el ónice no es solamente maleable, sino que ayuda también a respaldar el trabajo en otros, para que también los otros sean tallados; un ópalo se puede partir, es muy frágil, es muy hermoso, pero es una persona que uno no la puede tocar porque se quiebra; entonces Dios tiene otros que son como el ónice, que se le ponen debajo y lo sostienen, y que son parecidas, pero diferentes; entonces se puede tratar con el ópalo, gracias al ónice. El ónice es alguien que se somete y que ayuda a otros a someterse; y por ser una piedra en la cual se puede trabajar, Dios la escogió de una manera especial.


El ónice sobre los hombros del Señor
Éxodo 25:1; cuando Dios está pidiendo los materiales para Su casa, Moisés, hablando en nombre de Dios, dice: Así ha dicho Yahveh: todo el que quiera traer ofrenda voluntaria para construir el santuario de Dios, que lo haga voluntariamente; entonces la primera piedra y la única piedra que menciona por nombre propio es el ónice. Dios está diciendo qué es lo que le tenemos que traer a Él para que Él pueda edificar Su casa. El Señor quiere edificar el cuerpo de Cristo, pero para eso tenemos que ofrecerle a Él lo que Él necesita; y ¿saben que Él dice que necesita piedras de ónice? Él necesita piedras de ónice, Él necesita personas sumisas, personas valientes que se confíen en Sus manos y se dejen corregir por Dios, se dejan tallar, se dejan pulir, y es la primera que menciona: "7Piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral". Las piedras de engaste también tienen nombre propio, pero aquí no son mencionadas; la única que es mencionada entre todas es el ónice. ¿Se dan cuenta de por qué dije que parece que el Señor manifiesta una especial predilección por el ónice? Pasando a Éxodo 28, el ónice aparece en las vestiduras sacerdotales tres veces, en cambio las demás piedras aparecen una sola vez. ¡Algo muy curioso! El sacerdote tenía que tener un pectoral con el Urim Tumim con doce piedras preciosas; entre esas piedras preciosas estaba la que se llama en hebreo shoham; esa es la sardónica; esa es la palabra ónice, la palabra genérica que abarca todas las variedades de ónice que les mencioné al principio incluyendo sardónica. Sin embargo, el ónice aparecía tres veces en las vestiduras sacerdotales; las demás piedras sólo aparecían una vez. Éxodo 28:4:

"Las vestiduras que harán son estas:"; lo primero que menciona el Señor es el pectoral, o sea, donde se van a poner las pedrerías; para el Señor Su pueblo es piedras preciosas que Él quiere tener sobre Su corazón, pero no sólo sobre Su corazón, sobre sus hombros; que se dejen llevar por Dios, porque Dios nos puede tener en Su corazón, pero nosotros no nos dejamos llevar, pero el Señor nos quiere no solamente sobre Su corazón, sino también sobre Sus hombros; y solamente el ónice aparece en los hombros; el ónice aparece en el pectoral y en los hombros; las demás piedras sólo aparecen en el pectoral pero no en los hombros. "5Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, 6y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa. 7Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará. 8Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido". Todo esto está hablando de los distintos aspectos de Cristo; el azul, la divinidad; el carmesí, la encarnación; el púrpura, el señorío; el lino fino, la obra del Señor. "9Y tomarás dos piedras (a ver ¿cuáles son? de  ónice"; ¿pero no hay otras? Claro, hay otras que uno pensaría, a mí me parece más bonito el diamante; pero les digo la verdad, hermanos, en Reina-Valera aparece la traducción diamante, pero en hebreo no aparece el diamante; pero otros dicen, más lindo el rubí; sí, algunos le han llamado al sardio, rubí, pero no es; algunos traductores le han llamado rubí, pero el rubí mismo no aparece allí; y sin embargo, sobre todas esas piedras Dios escogió la de ónice. "9Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. 11De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. 12Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales". Para no olvidarme nunca.


El ónice y Filadelfia
Hermanos, el ónice es la piedra que se relaciona con las hombreras. ¿Saben lo que son las hombreras? Es cargar el peso; el sacerdote era el que tenía que interceder por su pueblo; las hombreras, el efod, tiene que ver con la intercesión. Cosas preciosas se relacionan con el ónice: se relaciona la maleabilidad, para ser tratado de manera que en el ónice se puede grabar; entonces hubiera dicho: bueno, a algunos les gusta más el diamante, pero grabar seis nombres en el diamante, eso ni Bezaleel ni Aholiab; para poder hacerlo bien, Dios sí puede, claro, pero como Él se lo encargó a Bezaleel y a Aholiab que hagan ese trabajo, ¿cuál piedra fue la que escogió el Señor para que se pueda grabar? El ónice. El ónice es una piedra en la que se puede grabar; esta piedra nos habla mucho. Esta piedra es muy especial a los ojos de Dios; aparece escogida por el Señor con cierta preferencia.

En Génesis es mencionada sólo ella, luego en Crónicas sólo ella es mencionada de manera especial, y aquí en las vestiduras sacerdotales ella aparece tres veces cuando las demás aparecen solo una vez. Es como cuando nosotros vemos las siete edades de la iglesia, las siete profecías en Apocalipsis; sí, ahí aparece Efeso, "pero tengo contra ti"; ¡ah! no se puede grabar bien. Esmirna está en persecución, el Señor no le puso ningún problema a Esmirna, pero no le abrió ninguna puerta. Pérgamo, ah, sí, Pérgamo, muy queridos, es mi iglesia, un candelero de oro, pero tengo contra ti este asunto del nicolaísmo, ese asunto de los balaamitas. Tiatira, ay qué problema con Tiatira, sí es mi iglesia, pero tiene el asunto de Jezabel ahí, las profundidades de Satanás. Laodicea ¡uy! Sardis ¡uy! Pero Filadelfia, de Filadelfia el Señor no menciona nada negativo. El Señor cuando habla de las siete iglesias, a la única iglesia que le abre la puerta, a la única que no deja en cuarentena, es a Filadelfia; porque a veces el Señor nos tiene que colocar en cuarentena, porque aunque somos Sus hijos, podemos hacer daño. A veces quisiéramos contar con un hermano; hermano, ¿por qué no nos vas a ayudar en tal parte? pero si la persona no ha sido tratada por el Señor, hace bien juntamente con el mal; no se le puede abrir la puerta hasta que sea más tratado su carácter; en cambio Filadelfia, no has negado mi nombre, ni mi palabra, has guardado la palabra de mi paciencia. Filadelfia era una iglesia que se sometía al tratamiento del Señor, que guardó la palabra de Su paciencia. El Señor parece que manifiesta una especial predilección por Filadelfia, porque dice: "el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra", le habla a Filadelfia y le dice: "He aquí, yo pongo delante de ti una puerta abierta"; porque Filadelfia se adaptaba al corazón del Señor; entonces el Señor podía abrir una puerta a Filadelfia; las otras eran también Sus iglesias. Cuantos siervos y siervas del Señor Él tiene, cuántos hijos e hijas, pero ¿con cuántos puede trabajar? No es que no sean hijos, sino que no son fácilmente tallables, no son moldeables, causan problemas en la obra, necesitan más molienda, necesitan más tratamiento; en cambio a Filadelfia el Señor le abrió la puerta; es la única iglesia a la cual el Señor, sin reprocharle nada, le abre la puerta. Ese mismo principio aparece con el ónice, la sardónica.


La sardónica es la piedra de la tribu de José
Las otras piedras representan también las tribus del Señor; todas eran tribus del Señor. Rubén era tribu del Señor, pero Rubén se subió al lecho de su padre y fornicó con su madrastra. ¡Qué problema! Simeón, ay Simeón, por allá se juntó con Leví y mató un montón de hombres. ¡Qué desastre! Y Jacob tuvo que decir: no, mi alma no se junte con Simeón ni con Leví. Judá, claro, el león de la tribu de Judá, por Judá es que va a venir el Mesías; ah! pero Judá tenía sus cositas, andaba con rameras y todo, hasta que se metió con su nuera pensando que era una ramera. ¡Qué cosa difícil! Pero ¿saben quién se llevó dos tribus? José; la piedra de José es el ónice; shoham, la sardónica. El orden de las piedras es según el orden de nacimiento de los hijos de Jacob. Éxodo 28:17: "17Y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, un topacio, un berilo; (lo que allí se traduce carbunclo es berequet, que se traduce mejor berilo) 18la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un crisopraso; (ahí donde se dice diamante, la palabra es yahalom, que se traduce mejor crisopraso que diamante) 19la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera, un crisólito, (el décimo hijo, donde dice aquí "un berilo", la palabra exacta es tarshish, que quiere decir crisólito; el berilo es donde dice carbunclo, y donde dice berilo ahí es crisólito; y la número 11, la que le corresponde a José: shoham) un ónice", una sardónica; significa que la piedra de sardónica representa a José, y José representa a Cristo; incluso el nombre José y el nombre Jesús en el hebreo son muy parecidos.

Tenemos la historia de José: José había sido destinado a reinar como Jesús fue destinado a reinar, pero sus hermanos se molestaban con que fuera José el que fuera a reinar, y lo rechazaron; así como Cristo es el que va a reinar; "vino a lo suyo, pero los suyos no le recibieron"; ¿entonces qué hicieron? A José lo vendieron por casi treinta piezas de plata; por veinte, es decir, casi por treinta como a Jesús; a Jesús lo vendieron por treinta piezas de plata y ¿a dónde fue a parar? A la cisterna, como el Señor bajó al Hades; pero así como el Señor resucitó y se sentó a la diestra del Padre, así también José salió de la cisterna y se sentó a la diestra de Faraón, y cuando estaba a la diestra de Faraón se casó con una gentil, Aseneth, así como el Señor Jesús fue rechazado por los judíos, pero Él ahora tiene una iglesia gentil; pero Él se va a volver otra vez a los judíos, se va a revelar, así como José se reveló a sus hermanos en el tiempo del fin, porque Dios estaba preparando las cosas; así José se va a revelar a sus hermanos como Jesús se va a revelar a los judíos. José es un tipo del Señor Jesús.


El primogénito tenía derecho a la doble porción; esa era la ley de la primogenitura. El primogénito era Rubén porque el primer hijo de Jacob fue Rubén; él tenía derecho al reino, tenía derecho al sacerdocio y tenía derecho a la doble porción, que eso era lo que heredaba el primogénito; pero él vendió la primogenitura, no como lo hizo Esaú, pero cuando se puso a fornicar y todo eso, ya no podía seguir siendo primogénito; entonces el reino pasó para Judá, el sacerdocio pasó para Leví, pero la doble porción pasó para José; y por eso José tuvo dos hijos que fueron Efraín y Manases, y esas dos tribus de Efraín y Manases son contadas entre los hijos de Israel porque así se lo dijo Jacob a José: Efraín y Manases (y puso primero a Efraín que era el segundo y a Manases que era el primero lo puso de segundo) van a ser contados como tribus mías. En Apocalipsis 7, donde habla de los 144.000, encontramos que allí faltan Dan y Efraín. "5De la tribu de Judá, doce mi sellados. De la tribu de Rubén, doce mil. De la tribu de Gad, doce mil. 6De la tribu de Aser, doce mil. De la tribu de Neftalí, doce mil. De la tribu de Manasés, doce mil". Ahora Manasés, que era hijo de José, aparece aquí ocupando el lugar de una tribu. "7De la tribu de Simeón, doce mil. De la tribu de Leví, doce mil. De la tribu de Isacar, doce mil. De la tribu de Zabulón, doce mil. De la tribu de José..."; aparece otra vez José; o sea que José tiene veinticuatro mil; los demás tienen doce mil. Dan no tiene nada porque se dijo que la tribu que adorara ídolos sería borrada debajo del cielo; y Jeroboam I hizo unos ídolos en Dan y dijo: "He aquí tus dioses oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto" (1 Re. 12:28,29), vengan a adorar acá; porque no quería que se fueran a Jerusalén, que no se fueran con Roboam; entonces el pueblo iba a adorar a los ídolos en Dan, y la palabra que Dios había dicho, que la persona, familia o tribu que adorara ídolos sería borrada, se cumplió: la tribu de Dan fue borrada, y usted no encuentra a Dan entre los 144.000; en cambio, encuentra la doble porción de José; aparece José mismo, o sea la tribu formada por lo hijos de él, y aparece Manasés; Efraín no aparece porque en Oseas dice: "Efraín es dado a ídolos; déjalo" (Os. 4:17); pero aparece José; la tribu de José se formó con los hijos que él tuvo después de haber tenido a Manasés y a Efraín; entonces a José le correspondió la doble porción de la primogenitura; le correspondió al Señor Jesús; o sea, a la congregación de los primogénitos, los miembros de Cristo que se dejen tratar, que se dejen configurar a la imagen del Señor Jesús.


Hermanos, qué preciosa es la sardónica. El ónice se trata de una manera muy rara; cuando hay que perfeccionar al ónice, cuando hay que hacerlo un poco mejor, primero se le sumerge en azúcar quemada y después en ácido; así las personas que van a tratar el ónice, primero lo sumergen en calor y en azúcar, ¿por qué? porque el azúcar se mete por los intersticios del ónice y endulza el ónice; él tiene carbón que es el que se va a volver negro cuando lo ponen en el ácido; pero tiene carbón y tiene otros elementos; entonces después de que está en lo dulce se le mete en el ácido, y el ácido se mete y saca los otros elementos que no son el carbón, y deja sólo el carbón, y ese carbón es el que le da ese color negro definido al ónice, que vimos en la foto. Y así pasó con José; José al principio era el hijo favorito, era el hijo preferido, era al que Jacob le ponía la túnica de colores, era el que era el amigo del padre. Los otros no le querían; al principio fue sumergido en dulce, en caramelo, pero después le tocó estar en ácido, cuando sus hermanos lo odiaron; gracias a Dios que Judá dijo: no lo matemos, vendámoslo pero no lo matemos; y por allí fue a parar a la diestra de Faraón, casado con una gentil, pero esperando revelarse a sus hermanos; ahí está prefigurado, pasó por las duras y las maduras y también por las dulces; primero las dulces pero después las maduras; pero después fue otra vez dulce; así como sucede con el ónice sucede también con el pueblo del Señor; a veces el Señor permite el día del bien y el día de la adversidad; el azúcar con el ácido, según lo que se necesite. Si se necesita azúcar, colocamos azúcar para endulzar, para que endulce los intersticios y los llene y quede perfeccionado el ónice; pero claro, no queda perfeccionado sin antes meterlo en el ácido, para que el ácido le saque lo que Dios no estaba interesado que del azúcar le quedara. Dios le puso el azúcar sólo por el carbón, pero no por los otros elementos; los otros se los tiene que sacar después; Dios a veces nos da unas cosas y a veces nos quita otras cosas porque Dios es el que hiere y Dios es el que sana, ¿verdad?


La sardónica y el apóstol Felipe
Pasemos ahora a una segunda parte. Así como esta piedra de sardónica se relaciona con José, que es una tipología de Cristo, que es esa piedra maleable, Dios escogió entre todos los ónices; el que le pareció mejor a Dios fue la sardónica, que es una de las variedades del ónice, porque los otros tienen colores anaranjados, colores negros, marrones, pero entre los ónices el que tiene el color rojo con blanco es la sardónica; el rojo de la redención y el blanco de la pureza. Lo dice allí en el griego: sardónica; aquí lo traduce Reina-Valera, ónice; pero ¿cuál de todos los ónices? el ónice que es sardónica; entonces Dios escogió el ónice sardónica con los colores de la redención, con los colores de la justicia, con los colores de la reconciliación, el rojo y el blanco; pero Dios escogió poner en la sardónica el nombre de Felipe. Cuando tú lees todas las listas de los apóstoles, las cuatro veces que hay listas de los apóstoles en la Biblia, ya sea en Mateo, Marcos, Lucas o Hechos, siempre Felipe aparece de quinto; como dice el dicho: no hay quinto malo; el cinco es número de gracia, como el rojo y el blanco representan lo mismo que el número cinco; el número cinco está en la sardónica, el número cinco es número de gracia. Por ejemplo, cuando había que hacer el altar, el altar es donde se talló al Señor Jesús, la cruz, el altar de bronce era de cinco codos por cinco codos; el número cinco es el número de gracia. Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, el número tres; luego Dios hizo la creación, es el número cuatro; pero ¿cuál fue la otra obra que ha hecho Dios después de la creación? La obra de la redención que es la nueva creación. En Apocalipsis 4 se le adora a Dios por la creación; en Apocalipsis 5 por la redención; el número 5 es el número de redención, número de gracia; por eso decía que ese dicho, que no hay quinto malo, lo estamos aplicando aquí en este sentido; el número 5 es Felipe. En Hechos de los Apóstoles aparece otra vez de quinto, como en Mateo, Marcos y Lucas; siempre aparece en el quinto lugar; eso no es casualidad, ese es el lugar de él; el quinto lugar aparece descansando encima de la esmeralda. Nótese: el jaspe revelación; el zafiro es juicio al pecado; la calcedonia es modestia, salir del centro; la esmeralda es lealtad, y la sardónica es maleabilidad, sumisión, humildad, entrega en las manos de Dios.

Primero hay que tener revelación para conocer el pecado y juzgarlo; por eso el primero es jaspe y el segundo zafiro; cuando se ha juzgado el pecado entonces uno se da cuenta y sale del centro, ahí está la calcedonia; entonces es leal, ahí está la esmeralda; y ahora viene el número cinco, la sardónica, la maleabilidad, la consagración, el permitir ser tratado.


El llamado de Felipe
Solamente el apóstol Juan nos da noticias específicas de Felipe; los demás lo mencionan de quinto, pero no dicen nada; en cambio vamos a San Juan y vamos a ver qué nos dice de Felipe, qué encontramos de Felipe que se parezca al ónice. Como les dije cuando estudiamos la calcedonia, Juan no se menciona a sí mismo, menciona a Andrés y otro discípulo, el que el Señor amaba, que era él, pero él no menciona su nombre; y por eso cuenta el llamamiento de Andrés, cuenta el de Pedro, que fueron los dos primeros que llamó el Señor; los demás evangelistas dicen que pasó y vio a Pedro y a Andrés que echaban las redes y los llamó; pasó un poquito más adelante y vio a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, y los llamó; o sea que el tercero y cuarto que fueron llamados fueron Juan y Jacobo; el que fue llamado de quinto fue Felipe; sólo que como Juan es humilde, él no cuenta nada de su llamamiento en su evangelio, ni del de su hermano; se lo salta para no llamar la atención sobre sí mismo; eso fue lo que vimos de lo criptocristalino de la calcedonia, que también se le aplica al ónice y a la sardónica, porque también es una variedad criptocristalina fibrosa como la calcedonia; las mismas características que estudiamos de la calcedonia las estamos estudiando ahora en la sardónica, en el ónice. Juan, después de que mencionó lo de Andrés y Pedro, se saltó lo de Juan y Jacobo que es el tercero y el cuarto. Dice Juan 1:43: "El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe"; noten en el contexto la diferencia del verso 43. Juan el Bautista le dijo a Andrés y a Juan: Éste es el Cordero de Dios, y ellos se fueron detrás, y Jesús les dijo: ¿Qué estáis buscando? dijeron: ¿dónde moras tú? Por eso el Señor Jesús dijo: De los que me diste ninguno se perdió; el Padre se los trajo; pero en el caso de Felipe, el Señor lo halló; o sea el Señor fue directamente a buscar a Felipe. No se menciona nada más de Felipe, sino que el Señor se lo encontró cuando iba para Galilea y le dijo vente conmigo para Galilea; el Señor fue a encontrar a Felipe. "43El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, (porque Él había estado en Judea en el inicio de Su ministerio, pero todavía no moría Juan, entonces el Señor no entraba de lleno en Su ministerio, pero ya llamó a Felipe) y halló a Felipe, (sólo de Felipe se dice que el Señor lo halló; ¿qué es hallar? Es encontrar; cuantas personas había, pero el Señor dijo: en este puedo grabar, en éste puedo trabajar) y le dijo: sígueme. 44Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro".

Desde ya les llamo la atención sobre el nombre Felipe. Felipe era un nombre muy común en tiempo antiguo, pero no entre los judíos, sino entre los griegos; porque resulta que había habido un gran rey Filipo, y otro rey Filipo, y otro rey Filipo. ¿Saben qué quiere decir Filipo? Amante de los caballos; el padre de Alejandro Magno era el rey Filipo; entonces la gente se llamaba Filipo, o sea, Felipe; le ponían a sus hijos ese nombre; en la Biblia aparecen cuatro Felipes distintos: Felipe el apóstol, Felipe el diácono, Felipe el tetrarca de Iturea, y el Felipe que tenía una esposa que se llamaba Herodías que se la jugaba con Herodes; cuatro Felipes; entonces no hay que confundir esos Felipes. Pero el Felipe apóstol es este que aparece aquí en Juan, porque el Felipe que se menciona en Hechos de los Apóstoles es el diácono Felipe que tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban, que fue el que evangelizó Samaria, y luego se fue a predicar en el camino al Etíope que iba de vuelta para su tierra, y luego se encontró en Azoto y estuvo evangelizando; el diácono evangelista Felipe estuvo evangelizando toda la costa de los Filisteos y luego se quedó en Cesarea y recibió a Pablo, y hospedaba a Pablo; cuando Pablo pasaba por Cesarea se hospedaba en la casa del diácono evangelista Felipe; pero éste no es el apóstol; el apóstol es otro Felipe; es decir que el Felipe de Hechos de los Apóstoles es el diácono evangelista de los siete que fueron llamados en Jerusalén a servir las mesas; pero del apóstol Felipe, no se dice casi nada de él en Hechos; pero lo que se dice, se dice en Juan.


"45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas". Felipe era alguien que conocía la Escritura; Moisés había dicho: Profeta de entre tus hermanos levantará Yahveh el Señor, y toda alma que no oyere a aquel profeta será desarraigada del pueblo: y los profetas también habían hablado del Mesías, y Felipe era uno que estaba esperando al Mesías, y Jesús lo halló a él, le pidió que lo siguiera, y ya Felipe sabía quién era Jesús, y se lo testificó a Natanael; este Natanael que aparece aquí es el mismo Bartolomé; Felipe y Bartolomé fueron llamados uno detrás del otro, Felipe que es el quinto y Bartolomé que es Natanael, el sexto; y también trabajaron juntos en Hierápolis y casi los matan juntos a los dos; luego les cuento la muerte de Felipe; murió Felipe, pero Bartolomé no murió, Bartolomé fue librado.

"45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve". Felipe reconoció al Señor, fue llamado por el Señor, el Señor lo encontró a él, y él no quiso ir solo, sino que fue y trajo a Natanael. Simón Barjonás es hijo de Jonás, Natanael Bartolomé es hijo de Ptolomeo. Bartolomé y Natanael es el mismo apóstol.


Felipe es tratado por el Señor
Pasemos a Juan 6; aquí aparece otra vez Felipe; el Señor va a hacer un milagro, el Señor va a multiplicar los panes, pero ¿a quién va a escoger el Señor para probar, para moldear, para tratar? A Felipe, aquí no fue otro. Cuando el Señor iba a multiplicar los panes estaba tratando con Felipe; con todos, pero principalmente con Felipe. Juan 6:5: "5Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe:". ¿A quién le dijo? A Felipe; Felipe tenía un nombre griego porque él era de Betsaida que era de Galilea de los gentiles donde la cultura judía se mezclaba con la cultura griega; en Jerusalén estaban muy cerrados, y además el evangelio era para todo el mundo; entonces el Señor tuvo que preparar las cosas en Galilea y no en Jerusalén; y por eso la luz vino a Zabulón y Neftali que era la tierra de Galilea de los gentiles; y Felipe era uno de esos; el nombre Felipe quiere decir que era un nombre griego; era seguramente de la familia de los helenistas y justamente Dios lo usó en esa región; vamos a ver eso. Y ahora justamente le dice a Felipe: "¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?" Ahí está el Señor tallando a Felipe. El Señor iba a hacer las cosas, pero le pone la carga a Felipe. "¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6Pero esto decía para probarle; (¿a quién? a Felipe; el Señor está tratando con Felipe) porque él sabía lo que había de hacer. 7Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan (el salario de doscientos días, el salario de más de unos seis meses) no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco". El Señor estaba probando a Felipe.

Pasamos al capítulo 12, donde justamente está el cambio de Felipe. "20Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. 21Estos, pues, se acercaron (¿a quién se acercaron? A Felipe, pues Felipe también hablaba el griego; Felipe no era un nombre judío. Abraham, Leví, Isaac, Samuel, esos son nombres judíos, pero Felipe es un nombre griego; los griegos fueron a encontrar ¿a quién? a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. 22Felipe (que era el quinto fue y se lo comunicó al cuarto que era Andrés) fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús". Note cómo Felipe hace las cosas con otros, así como el ónice sirve para que se pueda tallar el ópalo; así como la sardónica no tiene un solo color, sino dos colores, mostrando que es una persona maleable, una persona que puede trabajar con otros; porque con las personas que no son maleables nadie puede trabajar con ellos; y ¿qué dijo el Señor Jesús? Aquí justo lo dijo: "Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo".

Si uno no es tratado, uno se queda solo; solamente una persona maleable es una persona que puede estar con las demás personas; si nos es difícil estar con otras personas es porque no somos maleables, necesitamos morir; si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo; hay personas que viven solas porque no pueden vivir con nadie; es muy difícil vivir con ellas porque no mueren a sí mismas, no son maleables, no pueden estar con otras personas. A todos nos pasa de eso; si no morimos, nos quedamos solos; en cambio, el caso aquí de Felipe es sardónica; rojo y blanco en bandas, en colores, en compañía.


Pasemos al capítulo 14 de Juan; esta es la última mención de Felipe, cuyo nombre está justo sobre la sardónica que aparece en Apocalipsis. Miren la pregunta de Felipe; esta expresión retrata a Felipe; aquí Felipe habla en nombre de todos; pero miren lo que dice el Señor. "8Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta"; eso es lo que retrata a Felipe. "Muéstranos el Padre, y nos basta". Otros querían otra cosa, otros venían a Jesús y le decían: nuestros padres comieron maná en el desierto, así que queremos pan, sandwich, refresco; si hay refresco y sandwich vamos a la reunión; ah, si hay asado se llena la reunión; pero Felipe decía: "Señor, muéstranos al Padre, y nos basta". Lo que bastaba a Felipe era el Padre; lo único que le bastaba. Si veo el Padre, me basta; yo me basto viendo al Padre. Y habló en nombre de todos: "nos basta. 9Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: muéstranos al Padre?" Gracias a esta pregunta de Felipe, hubo esa tremenda respuesta; el que ve al Hijo ve al Padre, y el Hijo en la tierra es el Padre en la tierra porque dijo Jesús: "No me ha dejado solo el Padre; el que me envió, conmigo está; las palabras que yo hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino el Padre que mora en mí, Él me ha dado mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hacer". Pero, hermanos, que el nombre de Felipe, como el de los demás, aparezca en la piedra sardónica como los otros en otras piedras, quiere decir que la vida de Felipe continuó siendo trabajada por el Señor.


El ministerio de Felipe
La historia nos dice que Felipe, veinte años después de la ascensión de Cristo (Cristo ascendió en el año 33), por el año 53, después de haber estado 20 años con los otros apóstoles en Jerusalén, en Judea, Felipe fue enviado por el Señor al norte, a Escitia con Andrés; y Felipe estuvo evangelizando también lo que es Rusia, lo que es Escitia; lo mismo que había hecho también Andrés eso lo hizo Felipe; a veces andaban juntos, no siempre estaban separados. Después Felipe se fue viniendo poco a poco desde Rusia y llegó a la ciudad de Hierápolis en el Asia Menor. El Asia Menor estaba contaminada por el culto a Esculapio; en Pérgamo había una serpiente tremenda que le decían que era el dios Esculapio, aunque algunos le llaman Asclepio que es lo mismo, que es esa serpiente que aparece en el escudo de los farmaceutas, de los doctores; era el dios de la medicina; y entonces ese culto de Esculapio estaba en toda aquella región; en Pérgamo estaba el principado, o sea, donde está el trono de Satanás; pero en Hierápolis, que quedaba más o a menos a unos veinticinco kilómetros de Colosas, porque Colosas, Hierápolis y Laodicea quedan en el Asia Menor cerca, allí también tenían una serpiente como imitando a los de Pérgamo; adoraban una serpiente; demonios en serpientes engañando a la gente con el paganismo; y Felipe llegó con Mariamne, su hermana, que lo acompañaba. Mariamne fue una mujer de Dios que acompañó todo el tiempo a Felipe; y Felipe tenía también otros compañeros que lo acompañaban; llegó con dos o tres hermanos y su hermana a Hierápolis, a evangelizar la ciudad; y cuando llegaron se encontraron con el culto a la serpiente en Hierápolis, donde tenían el templo donde estaba esa serpiente; entonces Felipe se dio cuenta por dónde tenía que empezar; él era un hombre que hablaba griego, su nombre era griego, los griegos lo buscaban, el Señor lo envió justamente a Grecia y al Asia menor donde se hablaba griego. Después fue a Atenas. Pero voy por partes. Llegó a Hierápolis y empezó a orar de tal manera que la serpiente murió y exhaló un olor fétido, y la gente se dio cuenta que era "por culpa" de Felipe; y hubo un hombre que se llamaba Eustaquio que fue el primero que recibió a Felipe en Hierápolis, y se reunían en la casa de Eustaquio; y venía la gente de Hierápolis y se reunían en la casa de Eustaquio, y Felipe los evangelizaba y les hablaba en contra de la idolatría y de la religión de la serpiente; de manera que todo mundo empezó a darse cuenta de que Felipe estaba en contra de la religión de la ciudad, en contra de la serpiente; había matado la serpiente; hubo un olor feo, horrible, cuando murió la serpiente; de manera que empezó a crearse un ambiente en contra de Felipe. Felipe estuvo un tiempo allí, y así como Andrés que le predicó a la esposa del procónsul que se llamaba Maximila en la ciudad de Patrás, lo mismo aconteció con Felipe en la ciudad de Hierápolis. El procónsul de Hierápolis tenía una esposa que se llamaba Nicanora, y ésta oyó que Felipe se reunía en casa de Eustaquio y que hacía milagros, Mariamne sanaba enfermos y todas estas cosas; entonces ella, como estaba enferma, fue donde Felipe; y cuando ella llegó, Mariamne, la hermana de Felipe, comenzó a profetizarle a Nicanora en hebreo, y ella quedó asombrada de lo que le dijo Mariamne, y recibió al Señor con ella y con Felipe.

Mientras Felipe estaba haciendo ese trabajo en Hierápolis y en el Asia Menor pero con asiento en Hierápolis, pues Hierápolis era como el centro de la obra para Felipe, también después llegó Bartolomé, y también les visitaba Juan; pero el que vivía ahí era Felipe. Esa zona del Asia Menor, es la zona de los gálatas, la zona que está cerca de Galacia. Felipe tuvo contacto con algunos gálatas, y los gálatas de Galacia habían venido de las Galias, que hoy es Francia; entonces invitaron a Felipe a las Galias. Hay un viaje que hizo Felipe para evangelizar en las Galias y estuvo un tiempo, y luego regresó otra vez a Hierápolis; y los filósofos de Atenas, porque Atenas quedaba hacia el lado de Grecia, luego está el Bósforo, Estambul que es hoy lo que era Bizancio, y después Asia Menor; ahí está Hierápolis; entonces los filósofos de Atenas oyeron de los milagros que hacía Felipe y lo convidaron; y Felipe fue a Atenas y estuvo casi dos años en Atenas, y estuvo evangelizando incluso a filósofos; pero algunos de los judíos que estaban relacionados con los filósofos de Atenas le escribieron al sumo sacerdote Ananías que era el mismo que había mandado a matar a Jacobo el Justo, el hermano del Señor Jesús; entonces este Ananías que era sumo sacerdote judío empezó a echar pestes contra el Señor Jesús, y contra Felipe; mejor dicho, le hizo un terrible problema a Felipe allá en Atenas; entonces Felipe les dijo: Bueno, si lo que yo digo es la verdad, o si lo que él dice es la verdad, Dios lo va a mostrar; y se quedó ciego Ananías y los que estaban con él; fueron castigados con ceguera. Después de dos años Felipe volvió a Hierápolis porque en Hierápolis era donde estaba el mayor trabajo de él. Lo que sucedió ahora con Nicanora fue después de que él regresó de las Galias y de Atenas. Y sucedió que cuando vino Nicanora y estaban orando Mariamne y Felipe por Nicanora, llegó el tal procónsul y los encontró orando y poniéndole a ella las manos encima; entonces los acusó de magos porque ahora ella estaba sana; pero ellos decían que había sido sanada por Cristo, pero él la agarró por los cabellos, la arrastró por la ciudad, y agarraron a Felipe; en ese momento estaba Bartolomé en la ciudad, y los agarraron a los dos; llevaron a Felipe frente al templo de la serpiente, y como él estaba contra la serpiente, hermanos, lo colgaron con los pies arriba, cabeza para abajo como a Pedro; lo mismo le hicieron a Felipe; lo colgaron, lo crucificaron y lo mataron; ahí murió Felipe en Hierápolis sacrificado por otro marido que no aceptó al Señor y fue otro cónsul de Hierápolis; Bartolomé no murió. En esos días llegó Juan y se llevó a Bartolomé; él no murió pero también le pegaron, lo apedrearon; a Felipe antes de matarlo lo apedrearon, luego lo colgaron pies arriba frente a un árbol, frente al templo de la serpiente, y toda la gente que estaba por la serpiente y no por Dios se levantó contra Felipe y lo mataron, y él selló su testimonio de esta manera.


Hermanos, Dios puso el nombre de Felipe en la piedra sardónica, quinto entre los apóstoles, número de gracia, apóstol de sumisión, apóstol de tratamiento. El mes de Felipe es el quinto mes, no del año pagano juliano gregoriano que hay ahora, sino del calendario bíblico y cósmico; es el mes hamyshy, mes quinto, que va desde la segunda mitad de julio y la primera mitad de agosto; eso es lo que se llama el mes quinto, la segunda quincena de julio y la primera quincena de agosto; es el mes quinto, como Felipe es el quinto apóstol, como la piedra preciosa en la Nueva Jerusalén, la quinta, es sardónica. Vamos a parar aquí. Espero que hayamos aprendido algo del Señor a través también de esta piedra. La sardónica pertenece, pues, también a la tribu de José, acerca de la cual profetizó Jacob en Génesis 49:22-26. Vamos a orar. ☐

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